Combatir los flagelos a los que está expuesta la vida en los océanos debido a la contaminación petrolera, comienza con una clara toma de conciencia de la problemática por parte de los particulares y gobiernos para luego, poder accionar con las medidas correspondientes. Por ello, Greenpeace ha buscado desde siempre, dar pasos concretos en este sentido en su lucha por la conservación de los mares del mundo.
Las acciones para evitar las actividades petroleras en los océanos del planeta ha sido uno de los pilares en los cuales Greenpeace ha enfocado sus acciones de lucha desde sus inicios en la década de los 70’.
En la actualidad, la preocupación por la conservación de la salud del mar es una de las claves para conservar la salud del planeta. La lucha ambiental , para Greenpeace hoy día, pasa por una fuerte coordinación de acciones en las zonas cercanas a las estaciones petroleras en alta mar de las grandes compañías extractoras del petróleo. Sus plataformas marinas apostadas de modo arbitrario causan gran deterioro de la vida y los ecosistemas oceánicos. Por ello, las acciones fundamentales además de orientarse a luchar para impedir in situ la actividad de las petroleras , o procurar que no se derrame petróleo de modo indiscriminado en las aguas, pasa por generar campañas de concientización de esta problemática a lo largo y ancho del planeta.
Según estudios ambientales, el petróleo y sus derivados constituyen más del 50% de toda la contaminación de la cual el mar es depositaria. Las causas de los derrames de petróleo se deben tanto a factores naturales como a los provocados por la inoperancia, indolencia o descuidos por parte del hombre. Entre los factores de contaminación llamados “tecnogénicos” se incluyen aquellos impactos negativos producidos durante la instalación de las plantas y los procesos de ella derivados. Entre los más comunes se encuentran los provocados por fallas en los equipos, violaciones o malas prácticas en los procesos de producción y o fallas de las condiciones de operativas, entre las más comunes.
Algunos factores naturales tampoco ayudan a evitar los desastres ambientales
Por otro lado, entre los factores naturales se ubican los derrames producto de las fuertes tormentas y huracanes ; los reventones de los depósitos de petróleo y gas productos de anomalías en las presiones (bolsas de gas) ; movimientos propios del lecho o los deslizamientos de tierra y temblores, actividades aunque imperceptibles para el hombre en la superficie terrestre, son propias de las placas tectónicas que forman la base de los continentes.
La estructura de la contaminación por petróleo derivada de todo lo antedicho varía de una región a otra. Sin embargo, a esta contaminación se le debe sumar la que provocan los productos derivados del petróleo que son los conocidos como ser los metales pesados y radionúclidos, los residuos de fertilizantes y plásticos persistentes.
Si bien existen legislaciones y normas internacionales que regulan las instalaciones de plantas petroleras en alta mar, no existe una supervisión eficaz para prevenir catástrofes ambientales. Un requisito legal previo para la habilitación de las operaciones de instalación de plantas y equipos asociados con la exploración marina, la producción, el transporte de petróleo, es la cumplimentación de un conjunto de medidas para la prevención y eliminación de derrames de petróleo. Sin embargo, en la práctica estas medidas han resultado ampliamente insuficientes e ineficaces y la contaminación por petróleo no ha podido ser impedida.
El petróleo y otros contaminantes peligrosos
Sin embargo, para los ambientalistas de Greenpeace el petróleo, lamentablemente, no es la única preocupación. Los científicos que colaboran con los operativos en alta mar, han identificado una larga lista de ingredientes peligrosos que afectan la condición ecológica de los mares que son traídos con el vertido de las aguas residuales de empresas, con aguas pluviales y de deshielo. Entre ellos, hay nueve que son de extremada peligrosidad, como ser sustancias orgánicas fácilmente oxidables, fosfatos, sólidos que quedan en suspensión, nitrógeno amoniacal, tensioactivos, fenoles,hierro, grasas y otros agentes contaminantes derivados del petróleo. También, a esta cadena de elementos contaminantes que se hacen presente en las aguas oceánicas y cuyo aumento va en detrimento de la biodiversidad marina, los científicos agregan la presencia nociva de nitritos.
Greenpeace , frente a esta situación de contaminación múltiple de los océanos, busca llevar adelante campañas de concientización a lo largo y ancho de los cinco continentes. La conservación de la vida marina es clave para salvaguardar la vida del hombre en el planeta y los impactos negativos serán en poco tiempo, trasladados a la vida de los seres humanos. Muchos de ellos, son experimentados hoy de primera mano, cuando llegan decenas de miles de animales marinos muertos o empetrolados a las costas. La contaminación y las manchas de petróleo navegan con las corrientes marinas llevando muerte a cada paso que dan en las aguas , hecho que luego afecta a las actividades humanas principales como lo es la actividad pesquera. Por ello, la suma de voluntades en pos de acciones de conservación de la vida marina es de vital importancia para el futuro del mar y los hombres.