Los ríos , fuente primordial de agua dulce sufren en la actualidad de una creciente y aguda contaminación por parte de las actividades industriales . Greenpeace hace un llamado global a repensar el valor único de este recurso finito para procurar su urgente saneamiento y garantizar la salud de millones de personas alrededor del mundo.
Los ríos constituyen una pequeña porción (0,49%) del agua dulce del planeta, pero desempeñan un papel de vital importancia en la vida que se desarrolla sobre la superficie terrestre , además de ser el eje sobre el cual se basa y fundamenta el desarrollo humano.
El 87% del agua dulce del mundo se encuentra en lagos, el 11% en humedales y sólo el 2% en ríos. Estos, son ecosistemas esenciales que gestan a sus alrededor muy diversas formas de vida . Como base de los sistemas productivos humanos, alientan y promueven el crecimiento económico, la seguridad alimentaria y el bienestar humano integral.
En esta línea, el equipo de profesionales ambientales de Greenpeace estima que 2 mil millones de personas en el mundo dependen directamente de los ríos para obtener agua potable, y que 500 millones de personas (alrededor de 1 de cada 14) viven en cuencas fluviales, las áreas más diversas a lo largo de las orillas de los ríos.
Los ríos como fuente primordial de sustento y vida
Como pilar de vida , los ríos son fuente de sustento para más de 60 millones de personas en todo el mundo. Cada año se capturan al menos, 12 millones de toneladas de pescado en agua dulce, lo que representa alrededor del 12% de la producción pesquera a nivel mundial.
Esta cantidad es suficiente para proporcionar proteínas a 160 millones de personas, pero pocas personas en el ámbito de la regulación de actividades industriales que contaminan los ríos, comprenden plenamente el gran valor que la pesca de agua dulce trae como beneficio a las personas. Esto se debe a que, en muchas regiones del planeta, no se comprende de modo cabal, ni se mide el impacto positivo que estos ecosistemas tienen en las comunidades más pobres y su importancia para el crecimiento y el desarrollo económico a pequeña escala.
Como resultado de la creciente contaminación y la sobrepesca, somos testigos a escala global, del acuciante declive de muchas especies hecho que ha ido trayendo desequilibrios más profundos e impactos graves sobre la fauna y flora de los ecosistemas que sustentan, y que el hombre aún no ha podido comprender de modo cabal. Los verdaderos impactos, se observan en el tiempo, ya que la interconexión de la vida de las especies con su entorno es mucho más compleja e intrincada de lo que puede parecer a primera vista.
Los ríos, fuente de promoción y desarrollo humano integral
Desde tiempos remotos, muchas de las ciudades más antiguas del mundo se desarrollaron y crecieron alrededor de los ríos. Los ríos y sus aguas claras, permitieron el movimiento de bienes y de personas, y así se fue desarrollando la actividad pesquera y la agricultura. Conforme pasaron los siglos, los ríos dieron origen a otras actividades económicas beneficiosas para el hombre: la del turismo, el deporte y la recreación. Actividades que traen sanidad , bienestar y propician la salud integral de las personas, tanto mental como física.
Sin embargo, hoy en día la mayoría de los principales ríos del mundo están muy contaminados. Según los expertos medioambientales, casi un tercio de los ríos de América Latina, África y Asia sufren una grave contaminación causada por aguas residuales no tratadas, pesticidas agrícolas y la contaminación industrial. De hecho, se ha encontrado contaminación orgánica perjudicial para el hombre en una séptima parte de los ríos del mundo.
Otro gran desastre ambiental : la contaminación plástica en ríos.
El plástico se ha convertido en un flagelo ambiental y los ríos no han podido escapar de sus efectos negativos . Un estudio reciente, encontró que alrededor de 1.500 toneladas de micropartículas de plástico procedente de productos para higiene acaban cada año en los ríos en lugar de ser procesados en las plantas de tratamiento de aguas residuales. A nivel global, se estima que el 80% del plástico que llega a los grandes ríos, entre 800.000 y 2,7 millones de toneladas al año, se acopian en los pequeños ríos urbanos.a el 12% de la captura total en el mundo.
Aunque esta cantidad es suficiente para proporcionar proteínas a al menos 160 millones de personas, pocos legisladores y políticos comprenden plenamente el importante valor de la pesca de agua dulce. Esta situación se debe a que no se comprende ni mide el impacto positivo de estos ecosistemas tanto en las comunidades pobres como su importancia para el crecimiento económico. En consecuencia vemos como muchas especies son menguadas debido a la sobrepesca y la contaminación extrema debido a múltiples factores. Todo ello, producto de la falta de control y legislaciones adecuadas que garanticen la sanidad de los ríos.
Greenpeace una vez más, refuerza su llamamiento al mundo para que vele por la protección de sus ríos. El compromiso con políticas y regulaciones ambientales que procuren y propicien su saneamiento es de vital importancia para mitigar los efectos negativos en todos los ecosistemas y en la biodiversidad que sustentan con su sanidad. “Los ríos, para Greenpeace, deben ser considerados como un patrimonio de la humanidad y todos debemos velar por su cuidado” afirma Diego Verástegui, biólogo especialista en conservación ambiental.