Greenpeace comparte hoy los avances de un proyecto pionero en Europa para construir una mega planta de reciclado para recuperar materiales clave como el estaño, cobre, oro y tierras raras presentes en la mayoría de los residuos electrónicos.
Un gran tesoro se esconde en la basura electrónica convencional. A esta conclusión arribaron los expertos que indican que para fabricar un auto eléctrico son necesarios 66 kilos de grafito, 51 kilos de cobre, 42 de níquel, 26 de manganeso, 14 de cobalto y 8 de litio. Según datos de la AIE ( Agencia Internacional de la Energía), la receta para el diseño de un auto clásico con motor de combustión (no ecológico) es mucho más simple y básica : 23 kilos de cobre y 12 de manganeso, pero como contraparte, este automóvil deberá utilizar petróleo durante toda su vida útil. El mismo esquema se replica en todas las tecnologías más limpias, que en la actualidad hacen que sea posible generar y usar energía emitiendo solo una pequeña cantidad de gases nocivos de efecto invernadero .
La transición que el planeta lleva adelante en todos los confines hacia un sistema energético de bajas emisiones está desencadenado una fuerte demanda de todo tipo de materiales llamados críticos. Según datos del reciente informe de la AIE , la demanda de litio creció un 30% en 2023, impulsada por la industria abocada a la fabricación de baterías para la movilidad eléctrica. Por otro lado, el cobalto , níquel, grafito y tierras raras vieron crecer su demanda entre el 7% y el 14%. Además, debe tenerse en cuenta que para alcanzar las metas de las políticas fijadas para el clima, que ya han sido puestas en marcha, el requerimiento de minerales críticos verá su demanda duplicada de aquí al 2030.
¿Y de dónde piensa la humanidad sacar estos materiales clave ? Por el momento, los planes son simples : desde donde se han sacado siempre, de la actividad minera. Pero hay quienes están pensando en alternativas que no sean perjudiciales para el planeta como lo es la minería, y aunque por ahora se encuentran a años luz de poder competir con la industria minera tradicional, algunas de ellas van cobrando forma.
Los recursos o tesoros ocultos en nuestra basura electrónica
La cantidad de residuos electrónicos crece en promedio cinco veces más rápido que la cantidad de los desechos que son reciclados. Y , entre tanta basura se esconde un tesoro desperdiciado de metales valiosos calculado en unos 91 M de U$s en 2022. En este escenario, el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas de Madrid, el CSIC,está liderando una iniciativa para recuperar los metales presentes en la basura electrónica, entre los que se destacan por su gran valor el cobre, el hierro , el oro , el estaño, el tántalo, la plata, el níquel, el zinc y el plomo entre otros muchos.
El proyecto de investigación del CSIC de nombre de RC-Metals se encuentra dedicado a la construcción de una planta piloto para el reciclado de basura electrónica, llamada ISASMELTMF600. Esta central pionera en el reciclado de este tipo de residuos, en la actualidad , ya se encuentra operativa al 50% y se prevé que para finales del mes de febrero de 2025 lo esté al 100%. Esta iniciativa es posible gracias a la financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y cuenta con el respaldo y colaboración estrecha de importantes empresas del sector metalúrgico, como Albufera Energy Storage,Atlantic Copper, Fundación Circe y la Universidad de Zaragoza.
Aunque el proyecto está enfocado en la recuperación de cualquier tipo de metal presente en la basura electrónica,los investigadores también han priorizado a una familia de compuestos llamados tierras raras. Estos compuestos químicos estratégicos en la actualidad se extraen y procesan fuera de la UE (Unión Europea), situación que los ha colocado en la categoría de armas geoestratégicas. Pero, por otro lado, los investigadores sostienen que la sociedad debe intentar disminuir la brecha entre la producción de residuos electrónicos y propiciar desarrollos eficaces para su reciclado.
Según datos recientes del E-waste Monitor, las pocas alternativas de reparación, los ciclos de vida cada vez más cortos,el aumento del consumo, la imparable digitalización de la sociedad y la ausencia de infraestructuras adecuadas para la gestión de los residuos electrónicos, son también parte del agravamiento del problema. Eso sí, el informe del CSIC resalta que el valor oculto que está en la basura electrónica es incalculable. Si el planeta pudiera pasar del 23% de reciclaje actual al 65% en los próximos años, el valor de las ganancias rondaría los 50 mil millones de dólares por sobre los costos que implican su recogida y el reciclaje.