El impacto que genera en el medio ambiente la producción de alimentos es mayor que cualquier otra actividad humana. Se estima que es causa del 70% de la pérdida global de biodiversidad, del 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 78% de la contaminación del agua . La presión para aumentar la producción de alimentos será mayor en los próximos años y pondrá en crisis aguda a la vida silvestre, los recursos renovables y el clima.
Para enfrentar el urgente desafío de producir hoy y sobre todo , en el futuro cercano, más alimentos con menor impacto ambiental, algunas organizaciones ambientales están ensayando posibles caminos de salida hacia la sostenibilidad en la producción de alimentos
En esta dirección, se ubica el Instituto de Mercados del Wild World Foundation (WWF) delineando un rumbo posible a través del Codex Planetarium. Esta es una propuesta estratégica que mediante la aplicación de una normativa global buscará reducir los impactos más fuertes que ejerce el comercio de alimentos a nivel mundial .
El objetivo principal del Codex Planetarius es garantizar que el comercio global mejore o mantenga estable la base de recursos naturales de los países exportadores de materias primas y productos básicos para las generaciones futuras. Pero, ¿Cómo funcionaría este sistema?
Un plan diseñado para lograr la sostenibilidad
Los científicos y expertos están trabajando hoy día, para el desarrollo de una normativa que esté basada en estándares mínimos de desempeño, apoyados en datos concretos aportados por la ciencia a nivel mundial en relación a los impactos ambientales más significativos ( tal como el uso del agua, la salud del suelo, las emisiones de gases de efecto invernadero) cuyo origen está en la producción de los alimentos que más se exportan.
Una vez puestos en funcionamiento como normativa en los mercados internacionales, estos estándares clave serán los que determinarán qué alimentos y qué productos son elegibles para ser exportados. El garante de este proceso será el Estado, dado que el sistema deberá ser aplicado por los gobiernos y ellos proporcionarán el marco normativo y legal que propiciará la mejora de los procesos en la producción de alimentos y los hará más sostenibles , de modo puntual, en aquella producción orientada a la exportación. Implementar este conjunto de cambios a nivel global, llevará esfuerzo y tiempo, pero ya cuenta con antecedentes exitosos y por lo tanto no es imposible.
En el año 1963 se estableció con éxito un conjunto pionero de estándares globales en materia de seguridad alimentaria llamado Codex Alimentarius. El mismo fue clave para fijar estándares mínimos y viables en materia de salud y seguridad para los alimentos comercializados globalmente. El Codex Planetarius sentará su base en esta experiencia exitosa, llevando los estándares alimentarios a todas las áreas de producción.
Desafíos del Codex Planetarius
La implementación concreta y puesta en marcha del Codex Planetarius presenta un desafío puntual: muchos gobiernos no cuentan con los fondos suficientes para llevar adelante este programa. Además, muchas empresas se muestran reticentes al aumento de los costos y por otro lado, los miles de millones de productores, especialmente las familias del ámbito rural , no pueden permitirse “el lujo”de implementar estos estándares por sí mismos sin la ayuda adecuada. Sin embargo, dicen los expertos, es posible implementar un mecanismo de pago poderoso y simple para aprovechar el mercado global. La llamada “solución del 1%” fue diseñada para ser el instrumento clave y permitir el cobro de una tarifa ambiental del 1% , además del precio de exportación de los productos alimenticios.
El dinero recaudado con este mecanismo iría en ayuda allí donde más se necesite. Eso se traduciría en la ayuda concreta a los productores de alimentos menos eficientes a la hora de la reducción de los impactos ambientales clave , al mismo tiempo que contribuirían al aumento de su resiliencia frente al cambio climático. Esto podría incluir acciones de reforestación en Brasil, la reducción de las áreas marginales en Estados Unidos y la disminución en el uso de productos químicos en países en desarrollo como Vietnam, entre otras cuestiones clave .
El Codex Planetarius ya está desarrollado y activo, pero en una fase de prueba que llevará varios años.Durante este lapso, los investigadores de todos los países, se encuentran estudiando, evaluando y probando los supuestos básicos y el funcionamiento del programa. Una vez que esta investigación haya concluído, se lanzarán en los mercados programas piloto en productos básicos seleccionados. Los datos que sean recopilados a través de esta fase experimental brindarán el fundamento o pilar estratégico para que el Codex Planetarius sea adoptado en un paso posterior por los países mediante acuerdos comerciales estratégicos bilaterales, multilaterales y por las organizaciones multinacionales.
Si bien al Codex Planetarius le queda un largo camino por recorrer y obstáculos por superar , ya se avizora en el horizonte como una herramienta clave, capaz de indicar el rumbo hacia un mundo en el que la producción de alimentos pueda comenzar a ser sostenible , en lugar de dañar y agotar los sistemas naturales de nuestra Tierra que son indispensables de ser resguardados para las próximas generaciones.