La protección de los humedales debe ponerse como prioridad número 1 en la agenda política de Argentina. Protegerlos, es garantizar la salud integral de la población y el resguardo de la riquísima biodiversidad de su ecosistema.
La importancia de conservar los humedales se basa en la valoración global de estos super-ecosistemas que pueden conservar casi 50 veces más carbono en su suelo que las grandes selvas de los trópicos.
En los humedales se despliega la vida del 40% de toda la fauna y flora del mundo y de la cual dependen millones de personas para su subsistencia y para el desarrollo de sus actividades económicas. Los humedales están presentes en los cinco continentes del mundo y en todos los climas, con la excepción de las regiones polares.
En Argentina, la superficie que abarcan los humedales se ubica en torno al 21% del territorio pero, aún carecen de la debida protección legal en toda su extensión. Lamentablemente, la situación es tan compleja que en el país, no se sabe con exactitud cuántos sistemas de humedales existen , su estado de conservación o de destrucción, como tampoco existe un estudio estratégico que los ponga en valor y procure su conservación hasta el momento.
Los humedales y su rol crucial ante el cambio climático
Conservar los humedales juega un papel crucial para contener los efectos negativos del cambio climático. Su acción es un poderoso escudo contra los fenómenos meteorológicos más duros y extremos.
Los humedales son aquellas áreas que absorben las copiosas lluvias y mejoran los flujos de agua, en una acción que es funcional para prevenir las inundaciones. Por otro lado, pueden ofrecer una efectiva protección contra las sequías ya que son áreas almacenadoras de agua y dada su particular estructura interna permiten una lenta liberación de este caudal hacia las zonas cercanas. Otro punto fundamental es que tienen capacidad de almacenar casi el doble de CO2 que la totalidad de los bosques que existen en el mundo.
Debido a sus múltiples niveles de agua y a una particular mezcla de agua y tierra, los humedales constituyen focos claves para el desarrollo de la biodiversidad. Estos ecosistemas poseen una riqueza en vida vegetal que es el sustento de innumerables animales. Tan sólo en algunos humedales de agua dulce de la Tierra, hasta el día de hoy, se calcula que existen unas 100 mil especies de animales al momento.
Los humedales están desprotegidos y en constante amenaza
A un nivel macro, haciendo una mirada retrospectiva, en los últimos 300 años han desaparecido el 88% de los humedales de todo el mundo. Factores como la agricultura intensiva, los proyectos inmobiliarios, la urbanización, y el acelerado cambio climático son los focos de mayor amenaza para los humedales en la actualidad. También, el aumento de las sequías y las altas temperaturas tienden a transformar a los humedales de almacenadores de carbono a fuentes emisoras de este elemento. Por otro lado, el aumento de los niveles del nivel del mar pone en peligro de sumergir totalmente a los humedales ubicados en las zonas costeras.
Los datos que circulan en el ámbito nacional, indican que el 95% de los incendios que ocurren en los humedales son de carácter intencional. Este sistema es una práctica común para “limpiar” la zona y generar la renovación de las pasturas que se da en la primavera. Según datos del SENASA, la cantidad de actividad ganadera presente en las zonas en las que había humedales, ha crecido casi el 50% en los últimos 5 años.
Los desarrollos inmobiliarios afectan las áreas que abarcan los humedales ya que éstos degradan al ecosistema, lo rellenan y construyen grandes terraplenes encima de sus terrenos,alterando los cursos de lagos, ríos y arroyos. La intervención humana los fragmenta ya que le quita al área su regulación hidrológica y su integridad como sistema, desintegrando el equilibrio de su estructura y biodiversidad. Este es uno de los motivos por los que cuando hay lluvias muy intensas, el agua inunda las zonas contiguas que son más bajas perjudicando a la gente que vive allí.
Corrientes en la mira
En Argentina, los humedales de los Esteros del Iberá son ecosistemas de crucial importancia para la regulación climática de toda la región. Su gran extensión funciona como una gran fuente capaz de absorber el CO2 de la atmósfera y contribuir a poner un freno al cambio climático. Pero, lamentablemente, los recientes incendios en Corrientes han devastado toda la región.
Durante 2022 se perdieron por los incendios un millón de hectáreas de este valiosísimo ecosistema. La situación se ha aplacado sólo de modo parcial , ya que en la actualidad en 2023, en la provincia de Corrientes se han incendiado 76 mil hectáreas en Corrientes, gran parte de ellas en las áreas que ocupan los Esteros del Iberá. Por ello, acciones de concientización y políticas adecuadas de protección podrán llevar alivio para una biodiversidad en la actualidad, muy vulnerable y muy vulnerada y procurar medidas concretas de salvaguarda de una riqueza cuya conservación es crucial para toda la región y el país.