
Greenpeace Internacional alerta acerca de la amenaza que implica la búsqueda de uranio para las fuentes de agua, el principal recurso de las comunidades nativas que residen en el área. Algunos de los depósitos de uranio de mayor calidad se encuentran en las formaciones rocosas de la región del Gran Cañón. Por ello, frenar el avance de esta actividad letal para el suelo y las tribus locales es hoy prioridad número uno.
Los picos de Red Butte, que visten de majestad el Valle del Gran Cañón del Colorado,lucen apenas manchados de nieve. Es verano, y aunque aún falta para verlos totalmente recubiertos de blanco, para Dianna Sue White Dove Uqualla, una anciana de la tribu Havasupai, se ven hermosos. Esta es su tierra, la que se extiende sobre el borde sur del Gran Cañón y para todo su pueblo, un lugar sagrado. En otros tiempos, aquí se rendía culto a los dioses con ceremonias y oraciones, ya que según la tradición de la tribu, aquí nació la vida. Pero, en la actualidad, el pueblo de Diana rara vez lo visita desde que la mina Pinyon Plain comenzó con su actividad extractiva de uranio a tan solo 10 kilómetros de distancia.
La mina se encuentra apostada sobre el acuífero que alimenta la cascada que es la fuente principal de abastecimiento de la tribu Havasupai . De una belleza inédita, este manantial de agua prístina se abre sobre la roca terrosa formando a sus pies un lago pequeño. Esta agua que posee un color excepcional, es a la que hace referencia su nombre: Havasupai o Havasu ‘Baaja , que en en el idioma nativo significa gente de las aguas azul verdosas. La tribu no posee otra fuente de agua potable y su temor es que, si se contamina, tendrían que migrar para no poner en riesgo su salud que inevitablemente se vería afectada. “Una vez que llegue el uranio y demás sustancias a esta fuente de agua, que es vital para nuestro pueblo, nos enfermaremos”, dice Uqualla.
Una fuente de uranio de gran calidad
El área que circunda el Gran Cañón guarda en sus entrañas rocosas uno de los niveles de uranio de mayor calidad de Estados Unidos, un elemento con alta demanda que se utiliza para la producción de energía nuclear. En 2023, se promulgó la Ley Baaj Nwaavjo I’tah Kukveni (Huellas ancestrales del Monumento Nacional del Gran Cañón) que tiene como fin la protección de los 3.700 km2 que flanquean el cañón y prohibir nuevas concesiones a empresas mineras . Pero la Ley no afectó a la mina Pinyon Plain dado que ésta tenía derechos mineros existentes protegidos por la ley federal.
A principios de este año, en medio de un fuerte aumento en los precios del uranio, la mina Pinyon Plain comenzó oficialmente sus operaciones. Algunos científicos como David Kreamer, hidrogeólogo de la Universidad de Nevada, expresaron su preocupación al respecto indicando que las investigaciones recopiladas de la región indican que las capas de roca no son impermeables. “No hay duda que el riesgo es muy alto para la sanidad de las aguas subterráneas”, dice el experto.
Neven Kresic, quien se desempeña como hidrólogo y consultor independiente en materia de aguas subterráneas y coincide con la opinión del Dr. Kreamer “ La simple observación de las miles de fotos tomadas a las formaciones rocosas del Gran Cañón, denotan que se encuentran intensamente fracturadas”.
A la espera de una resolución positiva del conflicto
El mes pasado, Kreamer y Kresic, enviaron una carta a la Oficina del Gobernador de Arizona para solicitar que se abra la posibilidad de una revisión del permiso otorgado a la mina Pinyon Plain mediante la ley federal. En su misiva, los científicos suministraron evidencia concreta de la fragilidad de las capas de suelo subterráneo , presentando los nuevos hallazgos y recomendaron a las autoridades, cuáles serían las mejores acciones políticas a tomar. Entre ellas, se incluye la revocación del permiso de la mina hasta que se proceda a una evaluación más profunda y exhaustiva de las aguas subterráneas.
“El riesgo de contaminar de por vida un acuífero vital que abastece de agua a la tribu que vive en la zona, los Havasupai, así como a otros residentes y a la fauna silvestre de la región del Gran Cañón, es tan solo un error que provocaría una catástrofe ambiental que no tendría retorno. Por ello, es preciso apostar de modo firme por la vida de toda la región y detener urgentemente el accionar de Pinyon Plain”, cerraron los científicos en su informe ante las autoridades locales. Greenpeace Internacional braga para que este pedido sea escuchado y salvar con ello un ecosistema único y al pueblo de los Havasupai.