El oso polar del Ártico es en la actualidad una de las especies más afectadas por el cambio climático. Este flagelo ha provocado la pérdida creciente de su hábitat natural y ha puesto en jaque su subsistencia. Hoy, Greenpeace y Canon colaboran en la defensa de esta especie majestuosa, luchando contra las principales causas del cambio climático y dando a conocer a la sociedad esta grave situación ambiental.
El oso polar, una especie majestuosa e icónica del Ártico,atraviesa hoy una encrucijada que va en paralelo con la escalada del planeta hacia verdaderos puntos de quiebre climáticos. Desde hace largo tiempo, figura en la Lista Roja de especies amenazadas y en peligro de extinción, y podría desaparecer en el transcurso del presente siglo si continúa la tendencia actual de suba veloz de temperaturas a consecuencia del efecto acumulativo de los gases de efecto invernadero.
Greenpeace y Canon han decidido sumar sus esfuerzos para dar a conocer las amenazas que enfrenta el oso polar en la actualidad, y apoyar las investigaciones de campo que estudian y desarrollan nuevas estrategias de adaptación al cambio climático que eviten la desaparición de esta especie emblema de los hielos del Polo Norte .
En este sentido, la tecnología de vanguardia ha sido de gran ayuda a la hora de efectuar los monitoreos de las manadas de osos en el vasto continente de hielo como es el Ártico. Gracias al sistema denominado Polar Bear Tracker, – una eficiente herramienta online- es posible localizar y seguir sus movimientos a través de las rutas migratorias en el archipiélago de Svalbard, Noruega, la Bahía de Hudson , Canadá y del Mar de Beaufort en Alaska, proporcionando datos cruciales para localizar sus hábitats estacionales y precisar dónde se van reagrupando los osos polares para conseguir su alimento.
La sensibilización social, un pilar clave para salvar al oso polar
Tanto Greenpeace como Canon , dedicarán sus mayores esfuerzos a lograr una fuerte sensibilización de la sociedad sobre el futuro de este gran mamífero, que de seguro, es uno de los más queridos y apreciados del planeta. Para ello, se desarrollarán en paralelo actividades de difusión de noticias y se fomentará la participación directa de las personas a través de las redes sociales.
Por otro lado, también se ha creado un merchandising variado que forma parte de una campaña de colaboración económica mediante la venta de figuras de osos de peluche, cuyos beneficios serán destinados al Programa de Lucha contra el Cambio Climático de Greenpeace. Para los más chicos, Canon y Greenpeace han subido a su página web una serie de juegos interactivos y de contenidos específicos para niños que pueden ser visualizados en la Zona Infantil de sus respectivas páginas web.
“Creemos que debemos redoblar los esfuerzos para salvar a los osos polares del Ártico. Una especie única, un emblema de estas regiones y un tesoro natural invaluable. Es urgente frenar el cambio climático para poder legar a las futuras generaciones un planeta con osos polares” destacaron desde el área de prensa de Greenpeace.
Retroceso del hábitat natural del oso polar
El hielo del Polo Ártico se derrite a un ritmo nunca visto, alarmante y sin precedentes en la historia. El oso polar, es una especie que necesita imperiosamente el hielo para encontrar a sus presas, y cuando el hielo se retira en la época de verano, el oso polar busca refugio en las áreas septentrionales para huir de los cazadores furtivos y encontrar zonas aptas en las que poder criar a sus cachorros. La desaparición lenta y progresiva del hielo producto del cambio climático es la mayor amenaza para la especie.
Debido a la desaparición de los hielos, se han formado nuevos canales de navegación naturales, lo que ha aumentado el número de barcos que recorren estas zonas y franjas marinas y también , el incremento de actividades de exploración petrolífera. Esta situación profundiza el problema de la fragmentación de los hielos y genera un mayor riesgo de vertidos contaminantes.
El Acuerdo Internacional para la Conservación del Oso Polar firmado en 1973, puso fin a la caza comercial del oso polar. En la actualidad, sólo se permite su caza como medio de subsistencia para las comunidades locales. Sin embargo, en países como Groenlandia o Rusia existe una grave falta de control, información y regulación sobre la caza de osos polares y por ello, el furtivismo aún hoy es otra una gran amenaza para la especie.