Numerosas iniciativas se están desarrollando para preservar los hábitats de los osos perezosos en Centroamérica. La tala ilegal y el aumento de las fronteras urbanas al interior de bosques y regiones selváticas,ha ocasionado serios problemas en una especie emblemática y en toda la biodiversidad que estos ecosistemas sustentan . Hoy ,presentamos la lucha de Greenpeace junto a los icónicos perezosos.
Para muchas personas la selva es parte del paisaje de su vida. En ella viven, trabajan y se mueven a diario. Sus colores, frutos, flores y sonidos, han acompañado y dado forma a sus vidas. Por ello, esa ligazón con todo lo que en ella habita es vivido con sumo respeto para quienes la selva es de algún modo, su hogar extendido y no sólo donde viven los osos perezosos, una especie que corre serios peligros ante el deterioro creciente de su hábitat
Los lugareños ven con tristeza como este tesoro verde, su flora y su fauna se han ido deteriorando en los últimos años. Por la tala de árboles, el bosque que rodea la terraza de las casas de muchas personas se ha transformado para dar paso al progreso en Costa Rica: hospederías para turistas, carreteras y nuevas instalaciones edilicias.
“Los osos perezosos y muchos otros animales que viven en la selva, caen al suelo y se lastiman porque han quitado mucha de la tupida vegetación y esto impide que puedan desplazarse como lo hacían antes, entre los árboles” cuenta Margueritte Duncan de Greenpeace.
Aun así, los lugareños han decidió hacer algo para proteger a los perezosos, una especie que aman y forma parte de su vida. Así, guiados por expertos y de la mano del equipo de voluntariado de Greenpeace sembraron más de trescientos árboles amigables para la fauna selvática de la zona, como son el Guarumo (Cecropia obtusifolia) y el Jobo (Spondias mombin), también pidieron la ayuda de biólogos expertos en conservación para mitigar los peligros y accionar con otras medidas concretas para cuidar la especie que tanto aman, los perezosos.
Creando lazos y puentes como medio para sostener la vida
Para buscar una solución a la desintegración y fragmentación del hábitat que sustenta la vida de esta especie icónica de Costa Rica, la organización ambiental que asesora a los lugareños ha ideado la instalación de puentes de cuerda ( sogas muy resistentes ) en los sitios donde se ha producido la fragmentación de la cobertura arbórea.
“Durante mi estadía en la zona pude ver que los perezosos son atacados por perros al intentar cruzar la calle. Esto ocurre porque al no disponer de sus árboles para desplazarse, deben bajar al suelo.Por ello, una manera de mantenerlos a salvo es lograr que se queden sobre los árboles”, explica la Dra Duncan.“Cuando comenzamos con la iniciativa no sabíamos si iba a resultar pero, gracias al uso de las cámaras trampa , pudimos ver que sí los estaban utilizando . Los puentes han sido muy útiles para los perezosos y nos hemos llenado de alegría con la respuesta positiva por parte de estos increíbles animales”
Hoy, luego del chaparrón tropical que aconteció hace apenas algunas horas, los voluntarios van a instalar el puente número 115 —desde el primero que pusieron hace tres meses— para empalmar las áreas que están sin árboles delante de las casas de algunos vecinos. Una tarea que seguro llevará varias horas, pero que se realiza con gusto. Primero , mediante una honda se lanza una cuerda al primer árbol, luego se amarran con un nudo a otra cuerda que formará el puente y con destreza , los voluntarios más audaces y avezados escalan el segundo árbol para crear unir la conexión”
La selva que ya no está
“Han talado la selva de manera legal e ilegal. Aquí, en Costa Rica, la selva está amenazada por las grandes cadenas de turismo hotelero y además, por iniciativas a nivel individual. Por ejemplo, esto puede ocurrir cuando una persona de modo particular tala los árboles para que puedan construir a nivel local un emprendimiento menor . La gente que aquí vive no cuenta con incentivos financieros para mantener sus tierras en áreas cercanas a la jungla. Por ello, es crucial construir los puentes arbóreos para cubrir pedazos de tierra que de a poco, van quedando desconectados, y evitar así que los perezosos tengan que bajar al suelo para cruzar estos trayectos”, concluye Duncan.
“Los perezosos —resalta— están intentando sobrevivir al lado de los seres humanos,por ello, necesitamos garantizarles un acceso seguro a los árboles: su lugar de refugio y alimentación. Si hacemos esto, estoy segura que vamos a poder protegerlos de manera efectiva y seguir teniéndolos cerca en el futuro. Y, por otro lado, estas acciones para cuidar de modo integral nuestra rica biodiversidad, significa también que hasta aquí lleguen más turistas y con ello , más ingresos. Se trata de lograr construir una situación de sinergia positiva , en donde la naturaleza y las comunidades locales puedan salir ganando unidas en un mismo proyecto ”.