Desde Greenpeace buscamos generar conciencia acerca de las miles de toneladas de envases plásticos y de microfibras que van a parar al mar y tienen origen en las casas y en las malas prácticas de reciclado. Por ello, hoy presentamos soluciones de fondo a la hora de usar el lavarropas, tal como bolsas de malla, detergentes sin plástico y equipos con filtro de microfibras. ¡A tomar nota!
Nuestros océanos y todas sus especies , tal y como lo conocemos, se encuentran en grave deterioro. Esto no es novedad , tampoco el calentamiento del medio marino ni las toneladas de plásticos que llegan cada día a él. Sin embargo,el flagelo del plástico parece no tener fin . La industria petroquímica genera unas 440 millones de toneladas de plástico al año y el planeta se encuentra inerte ante la problemática que presenta la incapacidad de reciclar la mayor parte de estos desechos. Por ello, el planeta clama por una urgente legislación global que ponga límites de fabricación a los plásticos de un solo uso.
Dicho esto a modo introductorio, desde Greenpeace creemos que las personas pueden ser protagonistas de grandes cambios con sus pequeñas acciones diarias , por ello, si formas parte de los que desean reducir el impacto ambiental de sus acciones cotidianas, la buena noticia es que ahora, algo tan sencillo como poner el lavarropas puede hacer mucho por el cuidado de ecosistemas marinos (y también a nuestra salud).
Debemos saber que, por ejemplo, a la hora de poner el lavarropas los microplásticos, como un flagelo invisible, ya se encuentran listos para ejercer su acción letal. Lo cierto es que, lo que ocurre de fondo y no es visto por el ojo humano, es que cada vez que se lavan prendas en el lavarropas se desprenden infinitas partículas de acrílico, nylon y poliéster. La ONU ha estimado que a partir del lavado común tanto doméstico como industrial, es responsable de que lleguen a los océanos unas 500.000 toneladas de microfibras plásticas al año. Otra estadística apunta a que las microfibras de la ropa que se desprenden por el lavado, representan el 35% de la contaminación por microplásticos, según datos recientes aportados por expertos en conservación de la naturaleza
Cómo las microfibras pasan a la cadena trófica
“Los microplásticos y las fibras sintéticas son en los mares del mundo, un banquete, un verdadero festín para muchas especies diminutas. El krill, por ejemplo, es una de ellas y constituye uno de los alimentos de preferencia de las ballenas. Estas diminutas criaturas marinas se encuentran en la base de la cadena trófica de los mares y océanos y son ingeridas por toneladas en los niveles superiores. Así, de modo simple, cuando consumimos alimentos de mar , sin saberlo estamos ingiriendo en nuestras mesas grandes cantidades de microplásticos”, explica el Dr Will McCallum, codirector de Greenpeace en el Reino Unido y autor del libro Deja el plástico (Ed. Península).
El Dr McCallum aconseja a la hora de hacer lavados en casa, comprar una bolsa de malla especial donde se debe introducir la ropa sintética antes de meterla en el tambor del lavarropas. “Estas mallas son las grandes aliadas a la hora del cuidado ambiental y pueden capturar con facilidad en su tejido a las microfibras que quedan adheridas a ella como una fina película . En un paso posterior, las personas deben buscarla manera de deshacerse de ellas de modo responsable”, detalla en su libro.
Por otro lado, utilizar un lavarropas con filtro de microfibras es gran parte de la solución del problema. La Dra Dominique Claveau, miembro del equipo científico de la Universidad Politécnica de Montreal, llevó a cabo un experimento de ciencia ciudadana en el año 2021 donde comprobó que los filtros para lavarropas pueden atrapar alrededor del 87% de los microplásticos que se desprenden de la ropa en cada lavado.Gracias a este estudio, Francia por ejemplo, obligará a los fabricantes de lavarropas a integrar estos filtros en las unidades que se vendan a partir de 2025.
Por ello, desde el hogar a la hora del lavado responsable ya podemos comprometernos con dos acciones simples. La primera, conseguir esta malla especial para filtrar microplásticos y darnos a la tarea de, en cuanto sea posible o en cuotas, cambiar nuestra lavadora por una ecológica. Cambios posibles, grandes y pequeños pero con el mismo resultado: la salud medioambiental.