
La biotecnología y la Inteligencia artificial serán las principales aliadas del hombre para salvar en el futuro cercano, a muchas especies en peligro crítico de extinción. Hoy Greenpeace te invita a sumergirte en este fascinante universo en donde la innovación es la apuesta fuerte de la conservación de especies.
La biotecnóloga mexicana Alejandra Chávez Santoscoy sabe, a ciencia cierta, que la nutrigenómica como disciplina científica, puede ser una herramienta muy poderosa para la conservación de especies silvestres en cautiverio. Sin embargo, el proceso para demostrar esta hipótesis a sus pares fue largo y arduo. Para ello, se abocó un año entero al exhaustivo análisis de la composición de la microflora intestinal de 3 especies en cautivero en grave peligro de extinción en México. Allí, en los microorganismos de la flora intestinal es en donde según la Dra Chávez, se encuentra encerrada la clave de la conservación de animales en el futuro mediante el uso de técnicas de biotecnología.
Su foco de estudio se centró en tres especies protegidas por el Museo del Desierto de su país (MUDE): el lobo mexicano,el oso americano y el perrito de la pradera. Estos animales exóticos habitan las regiones áridas, inhóspitas y ardientes al norte del Desierto de México y se encuentran en peligro crítico de extinción. Las investigaciones se basaron en el estudio de los microorganismos que se alojan en los intestinos de estas 3 icónicas especies mexicanas. Allí, en este particular universo de comunidades microscópicas, conocidas vulgarmente como microbiota intestinal, se guarda información valiosa de cada individuo y su población. Su análisis es clave para conocer su estado de salud y para tomar decisiones clave para su conservación.
En la actualidad, el equipo científico que lidera, busca en el laboratorio predecir el estado metabólico de estos 3 animales en peligro. Es decir, poder anticiparse a los procesos que mantienen cada una de las funciones vitales de sus organismos, además de identificar a los agentes patógenos, detectar microorganismos que contribuyan a la salud de las poblaciones, y definir los tratamientos y dietas más adecuadas para cada especie.
Microorganismos con espacios propios.
La Dra explica que lo que un animal come no solo nutre su cuerpo sino que cumple una función clave en la composición y diversidad de la microbiota intestinal. Cuando la comida llega al intestino, allí se abastecen o nutren millones de seres diminutos que juegan un papel vital para el organismo: los microbios son los productores de los metabolitos que afectan, de modo positivo o negativo, los genes de su huésped.
Además, la biotecnóloga agrega que numerosas investigaciones internacionales realizadas al momento, han reportado que la presencia de ciertas poblaciones de microbiotas impactan y condicionan la salud integral y que por ello, “hay evidencia científica suficiente para correlacionar a estos organismos con el estado de inmunidad general de una persona o como en este caso, un animal ”.
La Dra Chávez se desempeña como profesora e investigadora en la escuela de Ciencias del Tecnológico de Monterrey, una institución en la cual coordina el Laboratorio de Genómica. Allí, hoy día, los veterinarios del MUDE analizan el material recogido a lo largo de un año, de las 3 especies en peligro crítico que habitan el desierto de México. El fin último es estudiar las posibilidades de salvar mediante intervenciones genéticas a estos animales que se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad.
El proceso genómico para ayudar a especies en peligro
El equipo de genómica luego de extraídas las muestras, trabaja en el laboratorio para extraer y secuenciar el ADN. “Este trabajo para ser exitoso, se trata en gran medida de tener mucha paciencia. Puede resultar arduo, cansador,lento pero a medida que van emergiendo los resultados, son tan valiosos que pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte de muchas de las especies más frágiles de los ecosistemas desérticos de México” , señala Chávez
Luego de esta primera fase, los resultados pasan a formar parte de una especie de librerías genómicas o librerías de genes. La Dra cuenta que el procedimiento es sencillo, se hace fragmentando o cortando el ADN en pedacitos conocidos y otorgándoles un índice para ordenarlos.“El ADN es información pura. Para poner un ejemplo, es similar a la que contienen los libros, cada pieza relevante está esquematizada en una página” explica la investigadora.
Respecto de los resultados de su labor, el equipo científico expresa “Nos gustaría marcar la diferencia, conseguir un impacto positivo y tangible en la conservación de las especies del desierto mexicano. Sabemos que estamos haciendo futuro, investigando aristas nuevas y apostando a que ante nosotros se abra un panorama esperanzador para evitar la extinción de especies clave para los ecosistemas de la Tierra. Poner los conocimientos de nutrigenómica al servicio de la naturaleza es crucial , incluso para el bienestar humano. Si las especies con las que compartimos la vida en este planeta no están bien, de forma indirecta nos va a impactar a nosotros ese malestar”, puntualiza.
Para integrar las bases de datos genómicas la idea propuesta por nuestro equipo es usar inteligencia artificial (IA) e incluir información a través de modelos que nos puedan ser útiles para predecir el estado futuro del metabolismo de un animal cuando se encuentre bajo circunstancias específicas y complejas”.Con esta información, los veterinarios podríamos tomar las mejores decisiones para reinsertar de modo exitoso a numerosas especies a sus hábitats naturales y darles mayores chances de supervivencia” cerraron los científicos.