
Formar conciencia ambiental es para Greenpeace, entre otras cosas, que la gente pueda cambiar hábitos y adquirir nuevas formas de pensar su estar en el mundo, más en sintonía con las necesidades actuales del planeta. Hoy , te invitamos a conocer una nueva alternativa en el campo de la moda : el slow fashion.
En un mundo que sufre por un consumismo exacerbado, hoy Greenpeace te propone hacer una pausa en una acción que todos llevamos incorporada “en modo automático” : el comprar y tirar. Y, una vez más, vuelta a empezar. Esta acción irreflexiva en el campo de la moda , se traduce cada año en el mundo, en toneladas de ropa que es desechada de modo inadecuado causando estragos en materia de contaminación ambiental. Una triste postal de ello, es la desoladora situación que podemos ver en Chile, en donde en el desierto de Atacama, abandonadas a la intemperie descansan toneladas de ropa a lo largo de varios kilómetros, haciendo de este ecosistema desértico que guarda biomas únicos, un gran basural a cielo abierto.
Esto ocurre porque la llamada fast fashion se ha apoderado de raíz de una de las industrias más importantes del mundo: la textil. De hecho, la industria de la moda es en la actualidad, la segunda industria más contaminante del planeta: alrededor del 20% de los residuos que se generan a nivel mundial, son originados por esta actividad industrial.
Fast fashion: un frenesí continuo de prendas para usar y descartar.
La fast fashion encuentra su impulso vital en crear prendas de manera veloz y en grandes volúmenes, sostenida por la voracidad de consumidores dispuestos a comprar y luego de efectuada la compra: a seguir comprando. Para lograr esta meta,la industria textil sacrifica en gran medida las buenas prácticas comerciales en pos de la alta productividad y de los beneficios económicos.¿Sabías que se ha calculado que la media de uso de una prenda es de apenas 7 veces? Imaginemos el nivel de producción a nivel global que se necesita para abastecer a esta gigantesca demanda, a gran escala esto debe resultar apabullante, sobre todo cuando tanto frenesí por adquirir el último artículo a la moda, es si lo razonamos bien, absolutamente innecesario.
A nivel ecológico, además, este escenario sume en un gran estrés a muchos recursos clave para el planeta. Por ejemplo, para fabricar un solo pantalón de jean ¡se requieren alrededor 3.000 litros de agua! Además, la industria textil genera una gran cantidad de residuos tanto sólidos como líquidos. Gran parte de ellos, debido a la falta de un control, son descartados sin los debidos protocolos, ocasionando graves consecuencias al medioambiente. Por lo general, este tipo de residuos son arrojados en forma masiva a los ríos o al mar, impactando de modo muy negativo en la vida de sus ecosistemas.
Tini López, voluntaria de Greenpeace afirma: “Queremos cooperar con la urgente misión de formar conciencia entre la gente más jóven, para que pueda relacionarse de un modo más sano con la moda. Vivir la moda de modo respetuoso con el medioambiente, comienza con hacer foco en una relación más armoniosa con la naturaleza. Si los más jóvenes pueden comenzar a amar la belleza de la naturaleza y apreciar la creación en su conjunto, podrán quererla y se preocuparán por cuidarla”
Alvaro Tusquet, diseñador de indumentaria, lo explica desde otra óptica: “Queremos que la armonía de la creación llegue a las prendas. Hoy, la propuesta es elegir telas y materiales ecológicos y de buena calidad, para que una prenda dure en el armario a la vez que sea práctica. No es necesario gran cosa y parafernalia para vestirse bien, solo hay que poner creatividad en otros aspectos como el peinado, el maquillaje y los accesorios. Con ellos se puede crear un universo de sentidos increíble y divertido, sin tanta necesidad de cambiar todas las semanas de indumentaria. Hay que elegir prendas y hacer equipos funcionales y prácticos y siempre muy naturales, de manera de honrar la creación, ya que de ella obtenemos la materia prima para su elaboración “ explica el audaz creativo.
En nuestro próximo dossier pasaremos a contarte ideas innovadoras y creativas que hemos pensado con nuestro equipo de campañas en Greenpeace, para que puedas pasar a la acción y diseñar tu vestuario de modo simple, creativo y lo más importante, de modo sustentable. Un desafío que puede resultar en una experiencia maravillosa, de autodescubrimiento e innovación personal. Por eso hoy, en Greenpeace alentamos a todos a decirle adiós a la moda “fast fashion” y darle la bienvenida a la moda slow, ecológica y sustentable. Un vuelco de trascendencia que implica elegir , valorar y cuidar la vida del planeta con nuestras elecciones, también, en el campo de la moda.