
En esta ocasión, desde Greenpeace queremos invitarlos a conocer una iniciativa que se realiza en la actualidad con gran éxito en Perú con el objetivo de restaurar los bosques nativos. La Forestería Análoga es una actividad que nos emociona y una esperanza concreta y de grandes resultados positivos para los ecosistemas selváticos.
Hoy Greenpeace se adentra en territorio peruano para conocer una iniciativa exitosa que tiene como objetivo recuperar los bosques en los sitios donde éstos fueron arrasados. Una tarea de gran valor ecológico y de resguardo para la gran biodiversidad que los ecosistemas de bosques albergan en su interior.
Perú es tierra de bosques. Los datos así lo avalan ya que revelan que el 60% del territorio nacional está cubierto por bosques nativos (unas 73.3 millones de hectáreas), ubicados en las regiones costeras ,en las serranías y en las de selva. La magnitud y extensión de los bosques en Perú es tal que convierte al país en el segundo de América Latina con la mayor extensión de bosques tropicales, después de Brasil.
En Perú existen siete tipos de bosques: los bosques altoandinos, los montanos nublados, los húmedos premontanos y montanos occidentales, los secos costeros y los montanos de selva baja, e interandinos.
La ONG ambiental ARBIO, una organización peruana sin fines de lucro fundada en en 2010 en el Departamento Madre de Dios, próximo a las ruinas de Machu Picchu, gestiona y cuida 916 hectáreas de bosque amazónico (2264 acres) en la cuenca del Río Las Piedras, un área boscosa en la selva baja. Un hermoso lugar de una abundante biodiversidad que forma parte de la Amazonía peruana. Desde ya hace 13 años consecutivos, ARBIO de la mano de Greenpeace ha buscado la manera de celebrar y cuidar los bosques como el gran patrimonio para el futuro de la Humanidad. El foco de ARBIO ha sido puesto en el aprendizaje constante acerca de este particular ecosistema, su estudio minucioso y el diseño de técnicas de cuidado y restauración. Además, de una agenda dedicada a la concienciación de las comunidades locales y educativas.
La destrucción y pérdida de bosques nativos del Perú
En los últimos 40 años, la Amazonía peruana ha perdido alrededor de 2,8 millones de hectáreas de su vegetación natural debido a múltiples causas. Las actividades agropecuarias, la tala,la minería, las nuevas infraestructuras y el avance de las ciudades han deteriorado y fragmentado el bosque peruano.
Estas actividades, si bien son vitales para el desarrollo de la economía, generan puestos de trabajo y permiten el flujo de productos a todo el país. Pero, los técnicos en conservación indican que están siendo mal gestionadas. Y lo que es peor , destruyendo a su paso la diversidad biológica originaria y las funciones que brinda el bosque para la salud y el bienestar de las personas, y nuestra supervivencia como sociedad humana .
Hablemos de Forestería Análoga
La forestería análoga es la práctica ambiental que utiliza como modelo a los bosques naturales para en base a ellos, crear paisajes ecológicamente estables y socioeconómicamente productivos. Ha demostrado ser exitosa a la hora de restaurar los ecosistemas imitando al bosque natural en su estructura y diversidad.
Además, con la Forestería Análoga es posible obtener gran variedad de productos, recuperar funciones ecológicas vitales y brindar un hábitat natural para la fauna silvestre cooperando en la mejora de la conectividad biológica
Esta metodología es eficaz y además protege a los agricultores locales de depender de monocultivos, pues se enfoca en proveer de la mayor variedad y diversidad posible de productos (plantas medicinales, resinas, frutos, nueces, especies ornamentales,madera ,fibras, semillas, aceites esenciales, entre otros). Además, en estos sitios se disminuye al máximo posible el uso de pesticidas, por lo que el suelo se recupera pronto y conserva sus propiedades sin degradarse.
Es por ello que desde Greenpeace queremos compartir un modelo de cultivo que se ha comprobado como sustentable y exitoso a nivel ambiental y socioeconómico desde el año 2015. La Forestería Análoga como metodología de conservación y restauración de los ecosistemas boscosos es una prueba de que los cultivos pueden ser sostenibles y pueden coexistir de modo armónico con la gigantesca biodiversidad del bosque Amazónico. Sin dudas , el equipo de ARBIO se encuentra a la vanguardia en la materia y su modelo, listo para ser replicado en el mundo.