
Greenpeace impulsa y alienta un estilo de vida sostenible y brinda la información que es necesario conocer para tomar medidas concretas en el día a día. En este caso, un estudio reveló que el uso de pañales reutilizables podría reducir en gran medida las emisiones de carbono.Pero los papás , ¿se encuentran listos para esta aventura ecológica?
Según datos recientes, aportados por Naciones Unidas, el crecimiento de la población mundial podría alcanzar los 10.000 millones para el año 2100. Este número revela un reto ambiental muy importante que el planeta deberá sortear porque, este boom demográfico impactará con toda su potencia en el medio ambiente. Sin embargo, la magnitud de su efecto dependerá en gran medida, de la manera en que los futuros padres decidan criar a sus hijos.
“La primera medida para lograr una crianza ecológica es, siempre que sea posible, optar por la lactancia materna. Esta es una de las decisiones más sanas para el vínculo madre-hijo y a su vez, con un gran impacto positivo para el medioambiente”, sostiene Anna Burbridge, de la ONG Liga de la Leche, Gran Bretaña. “La leche materna es un alimento 100% sostenible, renovable y además, sale a la temperatura exacta y no se desperdicia. Al momento, no existe reemplazo para este alimento esencial bajo alguna otra forma más respetuosa con el medio ambiente”.
El dilema ecológico de los pañales descartables
Luego, se encuentra la eterna controversia sobre la conveniencia de los pañales desechables frente a los reutilizables de tela. Una discusión que nos remite a los inicios del siglo XX ,tanto que ninguna madre moderna podría optar por volver al uso de los pañales de tela, salvo el caso en que por un aumento desmedido de los costos, no quede otra opción. Sin embargo, son la vía más ecológica y sostenible aunque atenten contra la vida moderna tal y cual se concibe hoy día.
Una investigación realizada por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido, comprobó que el uso de los pañales reutilizables (de tela) disminuye de modo considerable las emisiones de carbono a la atmósfera, siempre y cuando no sean lavados a altas temperaturas.
Amber Hatch, miembro de Nappy Free Baby, otra organización británica de crianza sostenible, sugiere una tercera alternativa que es que se desarrolle un sistema eficaz para el reciclaje de pañales descartables porque la opción de volver a los pañales de tela es impensable para muchos padres por mucho amor que le tengan al planeta.
Para Hatch la falta de propuestas de reciclado de pañales es debido al escaso interés que despierta esta cuestión : “Debemos buscar la manera de crear un sistema de reciclaje efectivo de pañales.El mundo ha ofrecido alternativas de reciclaje casi para todo. Sin embargo, no hemos visto aún alguna idea o iniciativa inteligente, útil y eficaz para bajar la contaminación ambiental causada por los pañales descartables. No queremos esperar a que el día de mañana cuando se deban tomar medidas extremas para bajar los niveles de contaminación , se prohíba el uso de pañales descartables. Exigimos una transición viable, necesitamos personas que diseñen salidas efectivas para hacer sostenible las rutinas de higiene básicas de nuestros bebés”
Volver a conectar a los niños con la naturaleza
David Bond, creador del Proyecto Wild Thing, afirma que “el futuro del planeta radica en el modo en que se críen los niños de hoy. Contribuir a gestar un estilo de vida amigable con el medioambiente es en gran medida ir a contracorriente de la tendencia consumista que rige la vida actual. Para evitar que los más pequeños sean consumidores indiscriminados , hay que fomentar una vida de contacto con la naturaleza, sacarlos al aire libre para que puedan amar sus entornos naturales”.
“Lo mejor que tiene la naturaleza es que es el único lugar donde no se necesita gastar dinero para pasarlo bien y divertirse. Es como una gran tienda de regalos para descubrir totalmente gratis”- explica Bond- “Si logramos que nuestros pequeños vuelvan a encontrar su fuente de juego y diversión en la naturaleza , seguramente evitaremos que en el futuro los actuales bebés tengan conductas anti- ecológicas “.
Por otro lado, Sally Bloomfield, miembro de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, explica que los niños necesitan, para su bien, exponerse a sus “viejos amigos” , las bacterias que se encuentran en el exterior, sobre todo en las zonas rurales. La Dra Bloomfield, afirma que estar al aire libre ayuda a mejorar la concentración de los pequeños y aumenta las tasas de recuperación de pacientes y es muy eficaz a la hora de mantener a los bebés más tranquilos.
Si el resultado de una crianza enfocada en el regreso a la naturaleza es exitoso, los bebés que nazcan este 2024 podrán significar quizás, una carga para nuestro planeta en materia ambiental por las costumbres de higiene modernas adoptadas por sus papás pero, conformarán una generación consciente absolutamente del valor de la naturaleza y de todo lo que ésta regala, punto esencial que será una garantía para el cuidado futuro del planeta y sus recursos por parte de esta generación de niños.