La primera Marcha Virtual para la conservación de las ballenas fue realizada por Greenpeace en 2015 con éxito rotundo. Una iniciativa que fue replicada masivamente en todo el mundo y constituyó el primer hito de la ONG en el uso de las redes sociales
Las campañas de Greenpeace realizadas a lo largo de toda su historia de lucha fueron mojones en el camino que sentaron las bases de las conquistas medioambientales y brindaron experiencia precisa a los activistas. Todas, tanto las que resultaron exitosas y las que no tuvieron ,o tuvieron poca repercusión mediática, fueron de gran aprendizaje para el equipo encargado de la planificación. Los crecimientos son muchas veces simbólicos y el éxito no se puede cuantificar porque incluye muchas aristas.
Greenpeace siempre apuntó a la generación de conciencia ambiental y a captar fundamentalmente a las jóvenes generaciones que son las que deberán tomar la posta y continuar con la lucha. Por ello, un hito dentro de las campañas ha sido la que se realizó en 2015 y tuvo como misión visibilizar la situación de las ballenas alrededor del mundo.El hecho novedoso radicó en que constituyó la primera Marcha Virtual y fue de éxito masivo. En total 51.200 manifestantes virtuales de 123 países participaron de la Marcha para mostrar su compromiso con la conservación de las ballenas y alzar la voz por la falta de acciones legales concretas por parte de los países para procurar su protección.
Las redes sociales estallaron con fotografías llegadas de los cinco continentes. En cada post los participantes fueron expresando su adhesión y apoyo con la iniciativa de Greenpeace, junto con un comentario alusivo y personal. En muchos de ellos, fue visible la gran preocupación por la falta de información puntual acerca de esta temática, y la falta de difusión en la sociedad toda y en las escuelas, donde esta información debería ser prioritaria junto con toda aquella relativa al cambio climático y sus consecuencias.
Corea, un contrincante difícil de persuadir
Corea fue el país en donde en 2015 la Comisión Ballenera Internacional se reunió para decidir sobre el futuro de las ballenas. “La campaña que Greenpeace llevó adelante, acercó hasta la sede de reunión de la CBI , la voz de miles de personas que creyeron oportuno hacer oír a los políticos del mundo que aunque sus decisiones se tomasen a puertas cerradas, el mundo estaría atento a todo lo que ocurriera alló” declaró en su oportunidad Sebastián Losada responsable de la Campaña de Océanos en Greenpeace.
Corea del Sur, país que organizara la reunión de la CBI en 2015, es uno de los países a los cuales Greenpeace viene llamando la atención para que frene la matanza de ballenas desde hace largas décadas. El Gobierno de Corea sigue apoyando y fomentando, en la actualidad , el comercio interno de carne de ballena y de delfines, cuando estos animales ‘caen por accidente” en las redes de pesca de los buques. Según datos oficiales, se cree que se cazan aún hoy día, ‘por accidente’, cientos de ballenas y delfines en los mares de Corea que van a parar a las góndolas de venta al público.
Debido a la gran repercusión mediática que tuvo la Marcha Virtual de 2015 a nivel global, el Ministro de Asuntos Marítimos y Pesca de Corea declaró públicamente su compromiso por comenzar con programas de caza de ballenas y delfines solo para su estudio científico. También Corea se manifestó proclive a brindar su apoyo a las iniciativas propuestas por Japón de apoyar el fin de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas.
Una acción clave para el rescate de miles de ballenas en peligro
En 2015, año de la reunión de la CBI, alrededor de 2.000 ballenas estaban en peligro de ser cazadas con la simple excusa de tratarse de una ‘caza con fines de estudios científicos’. Una cifra que se hubiera quedado corta si en su momento el Gobierno de Corea hubiera decidido reanudar con la caza comercial de ballenas», explicó Sebastián Losada.
Greenpeace “persigue” a Japón por el tema de la caza comercial de ballenas desde hace décadas. Además, ha denunciado el uso que este país realiza con el programa de ayuda al desarrollo cuyo fin es lograr que muchos países pobres ingresen en la CBI y sumen su voz en apoyo a sus aspiraciones comerciales. En los resultados de la votación en la CBI de 2015 , Japón no obtuvo apoyo a su protesta, con un total de 27 votos a favor y 30 en contra. En esta oportunidad, Japón bregaba por una votación en secreto para no exponer públicamente a los países que no estuvieran de acuerdo con la prohibición de caza de ballenas, como también de eliminar de la agenda de los gobiernos los debates sobre caza de delfines, el turismo de observación de ballenas y la creación de santuarios para protegerlas de su extinción.