El novedoso programa Kiss and Go, que expulsa a los autos y sus gases contaminantes del entorno de las escuelas, ha iniciado una revolución protagonizada por docentes y alumnos que hoy, gracias a ella, gozan de un aire de calidad a la hora de ir al colegio.
Una auténtica y sorprendente revolución para cuidar la salud y la calidad de vida está en marcha en el espacio urbano, y la chispa que la ha detonado no son los vehículos compartidos, ni el aumento de los carriles para bicis. Esta vez, los colegios de España han tomado la posta y se han convertido en los protagonistas y cuidadores de su salud.
En concreto, se trata de las instalaciones educativas donde niños y niñas de entre 6 y 12 años estudian. En España, son más de 10.000 establecimientos y casi todos se encuentran en espacios urbanos. Lo cierto es que durante mucho tiempo en España, los escolares agarraban su mochila , salían de casa ya desayunados y se iban caminando al colegio, que solía estar ubicado a una distancia promedio de entre 500 metros y un kilómetros (de 5 a 15 minutos a pie) . También era costumbre que los niños regresaran por el mismo camino para almorzar en su casa y por la tarde, hacían otra vez el viaje de ida y vuelta al establecimiento educativo. En total, un escolar podía recorrer cuatro kilómetros diarios solo en sus viajes de casa al colegio y del colegio a casa.
Pero lo cierto, es que dos fenómenos del mundo moderno cambiaron este estado de cosas: el auto y el crecimiento del mercado de ofertas educativas. Ir al colegio se transformó entonces en ir a un colegio que podía estar mucho más lejos. Y también, que sus padres comenzaran a usar el auto para ir al trabajo y para llevar a sus niños a sus colegios ubicados a mayor distancia. En el presente, al menos un tercio de los escolares en España son transportados al centro educativo en el auto familiar. Una cantidad mínima hace uso de las rutas escolares, otra proporción no muy elevada el transporte público y tal vez quizás la mitad ahora apenas vaya caminando.
Una revolución para fomentar el aire limpio en los entornos escolares
Los docentes junto a sus niños han creado una iniciativa revolucionaria para fomentar un aire de calidad en torno a los establecimientos educativos. Porque, lo cierto es que los ciudadanos que utilizan el coche a la hora de llevar a sus niños al colegio provocan unos atascos importantes en las inmediaciones de los centros escolares, mucho estrés y toneladas de CO2 innecesario en las puertas de los colegios.
Por ello, se ha ideado una solución a este embotellamiento y gran contaminación del entorno escolar, que se llama Kiss & Go. La iniciativa consiste en que los padres o tutores de los alumnos los dejen a una distancia razonable del colegio, apenas unos cientos de metros, en una zona más despejada pero cercana y que dejen a los niños a la mayor velocidad posible. Aquí interviene la cooperación del Ayuntamiento de León que ha señalado estas zonas explica con el concepto : grandes carteles que dicen Zona Escolar/STOP/ Kiss and GO. y luego, un equipo de monitores municipales o del colegio se encargan de recoger a los niños en ese punto y de acompañarlos caminando al colegio.
El programa Kiss & Go ha sido la punta del iceberg y hoy, existen cada vez más iniciativas para alejar el auto de las inmediaciones de los centros educativos, como por ejemplo, las que han peatonalizado las calles aledañas. También hay otros proyectos en curso para que los niños y niñas vayan al colegio caminando (Caminos Escolares a pie o en bici por ejemplo) de modo seguro. O, también el nuevo y estricto concepto de Calle Escolar, que limita la velocidad a 20 km/h. El programa que lleva por nombre Revuelta Escolar va más allá y reivindica además, una ciudad más amable , segura y divertida para los niños y su entorno escolar.
Fomentar la calidad de vida integral para los niños
Greenpeace España celebra que desde las ciudades más grandes a las poblaciones más pequeñas o rurales, existan hoy cientos de iniciativas de este tipo. La idea de que los colegios sean como los núcleos o semillas que tengan un espacio urbano liberado de la presencia contaminante y estresante de los coches se ha extendido por todo el país y en buenahora. La contaminación que sale de los caños de escape afecta de manera especialmente negativa a los niños quienes se ubican entre los grupos que presentan mayor vulnerabilidad a las sustancias contaminantes que se desprenden de ellos. Por esta razón, el logro de estas iniciativas escolares y el apoyo de las intendencias locales y de la comunidad es fundamental para garantizar la permanencia de este tipo de proyectos y cuidar la calidad del aire que respiran los más pequeños.