La historia de Greenpeace recorre acciones en pos de más y mejor propuestas de ayuda en favor de los países más pobres del mundo. En este marco global se encuentran las iniciativas para frenar el envío de alimentos transgénicos a las regiones más desfavorecidas del mundo.
Uno de los pilares en el foco de la protesta pacífica y lucha por los derechos básicos del hombre en el mundo moderno , implica el desarrollo de políticas que garanticen el derecho al acceso a una alimentación saludable. En los países más pobres y menos desarrollados, esto no es posible y muchas poblaciones quedan a la merced de la ayuda internacional. Gracias a programas sostenidos en el tiempo, en muchos casos, se puede garantizar una alimentación básica e iniciativas de enseñanza en relación a la labranza de la tierra y al aprovechamiento de cultivos locales.
Pero, lamentablemente, en este trayecto suelen aparecer algunos proyectos que disfrazados de buenas intenciones, son altamente perjudiciales para la salud de las personas. Este es el caso de los alimentos transgénicos a los que Greenpeace se opone con férrea convicción.
Greenpeace también ha apoyado el rechazo a la comida con cereales genéticamente modificados con los que los EE. UU. han estado surtiendo a las zonas de hambruna en las regiones africanas de Zambia. Según la ONG, los EE. UU. deberían seguir los pasos de la Unión Europea y permitir a los receptores de la ayuda elegir la ayuda alimentaria que les está siendo destinada. O , por ejemplo, en el caso de que se les proporcionara maíz transgénico, poder proceder como corresponde para atenuar sus consecuencias negativas en el organismo. Por ello se debería promover en la misma circunstancia, un programa educativo que enseñe cómo debe ser molido el maíz transgénico , tal como se hizo en otras zonas como Zimbabue y Malawi.
El arroz transgénico un peligro en potencia para la salud
Greenpeace se opone puntualmente al consumo del arroz dorado, una variedad transgénica con betacaroteno, un precursor de la vitamina A. La adición de betacaroteno al arroz se considera preventiva para la pérdida de visión en los países pobres donde el arroz dorado está destinado a la distribución en las familias. Según Greenpeace, el arroz dorado no ha logrado hacer nada en lo que respecta a la desnutrición durante 10 años, en los cuales métodos alternativos fueron aplicados para abordandar la dramática problemática de la desnutrición en todas las franjas estarias.
Las iniciativas de Greenpeace apuntan a desalentar el monocultivo de maíz y aumentar la producción de cultivos que son naturalmente ricos en nutrientes (que contienen otros nutrientes que no se encuentran en el arroz dorado además del betacaroteno). Además de luchar porque los países desarrollados gasten sus recursos destinados a la ayuda a los países más pobres, en programas de enseñanza para combatir la desnutrición. Estas iniciativas son vitales, y se enfocan en que las mujeres aprendan que con poco pueden hacer mucho. La clave de estos programas está en la combinación de alimentos básicos y accesibles cuya inteligente combinación aporta una gran cantidad de nutrientes previniendo la desnutrición y bajando las tasas de mortalidad en todas las edades.
La problemática de los alimentos transgénicos no es nueva y lleva largo tiempo en los debates instalados en los ámbitos privados y públicos. Su proliferación se debe a que por sus características genéticamente modificadas , logran adaptarse sin mayor dificultad a la mayoría de los suelos. Además su diseño de laboratorio, hace que estos cultivos puedan soportar todos los climas y temperaturas extremas. El eje de la problemática radica en que su acción en el organismo humano es peligrosa. Funcionan como disruptores hormonales causando alteración en el funcionamiento de las glándulas hormonales. Ello implica que las glándulas que gobiernan al organismo se desregulan causando serios perjuicios a la salud integral del ser humano.
Aunque Greenpeace había argumentado que la verdadera eficacia del arroz dorado en el tratamiento de las poblaciones malnutridas era su principal preocupación en 2001, en sus declaraciones recientes continuó expresando su preocupación por la salud humana y la seguridad ambiental. En particular, Greenpeace ha expresado su preocupación por la falta de pruebas de seguridad en cultivos transgénicos, como el arroz dorado, y por el hecho de utilizar la vida de las personas para promover este tipo de alimentos.