Las olas de calor tendrán un papel muy relevante en la vida de los hombres en el futuro cercano. Su impacto condicionará cada aspecto de la vida en el planeta poniendo a prueba la resistencia de la naturaleza y de las personas. Si bien, pueden afectar al hombre de diversas maneras según sea el lugar donde se encuentre, hoy Greenpeace te acerca la segunda parte de un dossier donde te explicamos qué podés hacer allí donde estés para cuidar tu salud.
El ejercicio físico forma parte de la rutina saludable de millones de personas en todo el mundo. Ante una ola de calor, lo aconsejable es extremar los cuidados a la hora de realizar actividad física. Si tu pregunta es si se debe realizar ejercicio físico en un clima caliente, la respuesta es que , sí , es posible. Solo, que el horario adecuado por los expertos para realizar un entrenamiento bajo estas condiciones extremas, puede traer inconvenientes a la rutina de sueño que siempre es aconsejable respetar para una buena higiene mental y un restablecimiento integral del organismo.
Ahora, si no te es posible suspender tu entrenamiento y vas a realizar una actividad extenuante, lo adecuado es que la realices durante el lapso más fresco del día, que ante una ola de calor, es por la mañana entre las 04:00 y las 07:00 AM. Al mediodía uno debe alejarse totalmente del sol y protegerse ante el calor, hidratándose y refrescándose de manera regular. Y no se debe realizar ninguna actividad física que conlleve grandes esfuerzos en este horario.
Los riesgos del trabajo exterior con altas temperaturas
Cuando las temperaturas marcan entre los 24-26°C se asocian de modo directo, con una productividad laboral reducida. Esto empeora radicalmente, cuando la marca trepa a los 33-34°C. Con este registro, se estima que un trabajador pierde de plano, el 50% de su capacidad de trabajo, según datos de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) . Todas las ocupaciones que se estén realizando bajo esta condiciones y aquellos sitios donde el calor logre inmiscuirse de modo parcial se verán afectadas, pero, las que implican un mayor esfuerzo físico y se desarrollan al aire libre son un factor de riesgo muy alto para quienes las desempeñen . El calor excesivo soportado en un período prolongado es causa de insolación, un cuadro clínico que puede ser fatal. Otros factores también pueden ser causa de padecimiento de estrés por calor, como es la humedad, el calor radiante y el viento , fenómenos que según sea la magnitud de su impacto, pueden ser responsables de gran malestar en las personas.
En algunos países, donde el calor arrecia, se procede con protocolos puntuales. Por ejemplo, cuando se activan las alertas sanitarias por calor, los empleados deben tomar medidas para reducir su temperatura corporal como hidratarse y mojarse el cuello y muñecas con agua fría . Estas medidas son básicas y alivian y previenen el colapso del organismo. Además, en casos puntuales, se brinda al personal una capacitación preventiva y talleres de primeros auxilios para que toda persona pueda asistir a quienes padezcan un estado de insolación mientras se aguarda la llegada de la atención médica.
Cómo se debe vestir en una ola de calor
Las prendas que se deben vestir cuando hace mucho calor tienen que ser de lino, algodón, seda o jersey de algodón. Se debe evitar el uso de telas de poliéster o mezclilla.
En este sentido, se debe aprender de los pueblos expertos como los beduinos, una población nómada que han habitado durante siglos, los desiertos implacables del norte de África donde la temperatura ronda los 38°C , promedio. La ropa beduina consiste en simples trajes hechos de algodón de color blanco o negro. El tejido negro es sabido que absorbe más calor, pero como estas ropas se llevan de modo muy holgado, el aire del interior se eleva por efecto de convección y el calor no logra afectar a la piel ya que no llega a ella. Las cubiertas para la cabeza, como telas livianas,también protegen efectivamente de los rayos del sol y son un buen recurso para protegerse.
Hasta aquí, por el día de hoy, llegaron los consejos y sugerencias que todos podemos aplicar en nuestros ámbitos cotidianos. Pero, la buena noticia es que aún tenemos más para compartir en los próximos dossiers. ¡Desde Greenpeace esperamos para que nos acompañes con tu lectura!