Fernando Trujillo, un biólogo marino colombiano, dedica sus días a proteger a la fauna de río del Amazonas y a los ecosistemas que lo conforman. Por su labor ha sido destacado con un importante premio internacional otorgado por National Geographic. Hoy, nos cuenta acerca del delfín rosado y como lucha por su conservación desde la Fundación que lidera llamada Omacha.
El delfín rosado o “Inia geoffrensis” es también conocido como el delfín del Amazonas o tonina. Es un mamífero cetáceo del cual se conocen dos subespecies que se distribuyen por los ríos que integran el pulmón del mundo: la cuenca amazónica. En la actualidad, integra la lista de especies en peligro de extinción, pero afortunadamente, no todo está perdido y hay una esperanza cierta para su futuro, gracias a el trabajo de conservación de primer nivel que se está realizando desde la Fundación Omacha, liderada por el biólogo colombiano Fernando Trujillo.
El delfín rosado, es el delfín de río más grande y sus dos subtipos se han distribuido en áreas diferentes: una, en la cuenca del río Amazonas, y la otra en la cuenca del Orinoco. Este delfín de piel suave y hocico largo y prominente alcanza un peso de hasta 185 kg en los machos adultos y sus medidas pueden llegar hasta los 2,5 m de largo. El color rosado es una característica distintiva de la especie cuando llega a su edad adulta, un color que es más acentuado en los machos que en las hembras, cuyo tinte se presenta más pálido y difuso en toda su extensión.
Los delfines rosados, explica el biólogo Fernando Trujillo- llevan en estas cuencas alrededor de dos millones de años. En ese tiempo han ido liberando sus vértebras para poder moverlas lateralmente y así, con esta adaptación , ser capaces de nadar entre los bosques inundados del Amazonas y del Orinoco, entre las ramas tupidas de los lechos de los ríos y las raíces de los árboles plantadas en las aguas, en busca de peces. Se trata de algo que no pueden realizar ni los delfines más comunes o conocidos, que son los que viven en el mar , ni los delfines de río grises, que llevan “apenas”500.000 años en el Amazonas, dice Trujillo.
El trabajo de conservación desde la Fundación Omacha
Lamentablemente, como ha pasado con muchas especies y fauna de río del Amazonas, ambos delfines de río están hoy en riesgo. La Fundación Omacha – nombre que significa delfín rosado en una de las lenguas nativas del Amazonas colombiano- y su gran trabajo es un faro de esperanza para los delfines. Fundada por el biólogo marino Fernando Trujillo en 1993, viene trabajando desde hace tres décadas en la conservación de esta especie icónica y otras claves como así también de todo el ecosistema que las contiene. Tras recolectar observaciones y datos de modo permanente, desde los inicios, Omacha ha constatado que en el trapecio amazónico colombiano las poblaciones de delfines van en franca caída, una disminución alarmante que puede ser calificada como “en picada”.
“Hemos perdido más de la mitad de los delfines rosados (un 52%) y aproximadamente , el 37% de los grises”. afirma Trujillo. Y esto ocurre precisamente en el lugar donde opera la ONG. Es decir, un área que cuenta con monitoreos permanentes,con acuerdos de pesca que se cumplen y con iniciativas de conservación en permanente curso, por lo que el biólogo cree que “ la situación está mucho peor en otras áreas”.
En 2018, la Fundación Omacha y las comunidades indígenas locales sellaron el Acuerdos de los Lagos Tarapoto. Esta iniciativa busca limitar la cantidad de pesca por persona, vetar el uso de ciertas artes de pesca y poner tallas mínimas, entre otras cuestiones básicas. El éxito del modelo ha sido copiado por reconocidas ONG’s . Lograr este acuerdo, sin embargo, no fue fácil. “LLevó casi cuatro largos años de idas y vueltas, de numerosas conversaciones con las comunidades originarias . Luego de tanto esfuerzo, y de tirar para el mismo lado, este acuerdo nació de las mismas comunidades que viven en Puerto Carreño. Una vez que ellos lo crearon,y todos estuvimos de acuerdo , se oficializó como tal ante las autoridades pesqueras”contó Trujillo
Greenpeace destaca el trabajo de la Fundación Omacha
Trujillo, hoy recorre el mundo dando conferencias y llevando su modelo de conservación a otros confines. Gracias a los delfines , su organización ha recorrido 80.000 kilómetros de ríos y ha realizado unas 70 expediciones científicas. Su labor con los delfines le han abierto las puertas del mundo y lo ha llevado a trabajar en Brasil y en Perú en proyectos de conservación similares. Greenpeace hoy, celebra y da a conocer el gran trabajo de este profesional para que sus conocimientos puedan ser aplicados donde sea necesario y la conservación de las especies de río se convierta en una realidad extensiva y esperanzadora para el planeta.