Greenpeace celebra la vida y misión de las personas que a lo largo de su trayectoria profesional han sido fuente de inspiración para el cuidado de la vida sobre el planeta. Hoy, nos acercamos a la labor y legado de Jane Goodall, científica primatóloga , pionera en la elaboración de nuevos enfoques para el estudio de los chimpancés.
El chimpancé común o Pan troglodytes es una especie de primate propia del África tropical. En la actualidad, esta especie se encuentra gravemente amenazada debido a la pérdida progresiva de su hábitat natural producto de la deforestación de la selva africana que avanza sin tregua.
Los chimpancés son considerados los parientes vivos más cercanos a la especie humana ; su rama evolutiva se separó de la rama de los humanos hace siete millones de años y por ello comparten con nuestra especie el 98 % del ADN.
Los machos pueden ser de complexión robusta o media y llegan a pesar unos 80 kg en cautiverio. Su altura tiene un tope de hasta 1,70 m. Su inteligencia avanzada, una de sus características más relevantes, puede ser comparada con la de los seres humanos. Las observaciones realizadas en chimpancés jóvenes por ejemplo, han arrojado datos sorprendentes como el hecho de que los chimpancés construyen sus propios “muñecos” y otros juguetes a partir de palos y bastones.
Una científica fue más allá de la orilla de la ciencia.
Era el 14 de julio de 1960 cuando Jane Goodall, de apenas 26 años, desembarcó en las orillas del lago Tanganica, en Tanzania. Allí, en un espacio que era selva estrecha y tupida, y hoy es el Parque Nacional Gombe Stream, inició sus investigaciones científicas acerca del comportamiento de los chimpancés.
Ante la belleza inaudita de estar en el corazón de la vida salvaje, decidió no guiarse por los métodos que había aprendido en su tiempo de formación académica, sino que se guió por la intuición y decidió observar a sus “sujetos salvajes” con una mente abierta, desestructurada y sin ideas preconcebidas.
Su primera decisión controvertida fue desafiar las convenciones y darle a los chimpancés un nombre en vez de otorgarles un número de identificación. También, pensó en tomar fotos de cada momento importante junto a los ejemplares que iba conociendo, estudiando y queriendo como parte de su familia.
Hallazgos únicos, pensamiento libre
Gracias a la documentación de su proceso de investigación,y con el paso del tiempo, fue elaborando su propias conclusiones y una “verdad” que la ciencia más tarde pudo comprobar : ” De alguna manera, mis estudios de campo “obligaron” a los científicos a dejar de lado la idea que los seres humanos eran los únicos seres sintientes, dotados de una personalidad, de emociones y mente propia”, afirmaba Goodall. “De a poco, se fue inaugurando una etapa que trajo una forma completamente nueva de ver, de observar a estos animales, de comprender en mayor profundidad quienes son . Mis investigaciones pusieron en evidencia que los seres humanos somos parte de un todo armónico y no estamos separados del resto del mundo animal”.
Goodall fue la primera científica en notar que los chimpancés elaboraban estrategias simples para resolver algunas cuestiones vitales de su vida cotidiana como el cazar hormigas. La Dra Goodall notó que los chimpancés tomaban pedazos rígidos de hierba y los introducían en los agujeros de los montículos de termitas que luego extraían repletos de estos insectos y listos para comer.
Esta observación fue determinante porque hasta entonces, se creía que el uso y manejo de herramientas simples o básicas era una cualidad distintiva y propia de los humanos.El pensamiento científico cambió por completo gracias a sus investigaciones dando paso con el estudio de cada aspecto de la vida de los chimpancés , a una nueva mirada , a un enfoque integral de la especie.
Un legado que hizo historia
En una revisión del año 2021, el antropólogo estadounidense Michael Lawrence Wilson destaca y pasa revista a muchos de los hallazgos revolucionarios de la tarea iniciada en África por la Dra Goodall, y afirma al respecto: “El Parque de Gombe Stream es fiel ejemplo de lo que hoy en la ciencia se ha convertido en un enfoque estándar en los estudios de campo de primates: recopilación de información, investigación colaborativa y sistemática sobre individuos identificados seguida a lo largo de toda su vida”, explica. “Un nuevo paradigma de estudio. Un legado revolucionario que permitió comprender como nunca a esta especie” afirma el investigador.
El Instituto Jane Goodall señala también que el contacto físico con animales salvajes ya no se considera apropiado y afirma que “no respalda bajo ningún concepto el manejo, la interacción o la proximidad a ejemplares de chimpancés u otros animales salvajes”. La aventura de la Dra Goodall fue un capítulo único en la historia de la ciencia, basado en el amor y en el respeto, pero sobre todo en la inigualable misión de aportar de modo significativo en su conservación y bienestar .