Cuidar la salud física se ha hecho una rutina dentro del MV Esperanza. Como parte de un programa integral para procurar el buen estado de la tripulación, esta iniciativa surgió gracias a una buena recomendación de un Campeón Mundial de Remo que visitó el barco.
El ejercicio físico es una parte importante en la vida de los tripulantes y voluntarios del MV Esperanza. Quien quiera hacerse a la mar debe estar fuerte física y psicológicamente. Porque el mar ,tarde o temprano los podrá a prueba, como ocurre en la vida.
Estar atentos y responder con tino ante las situaciones, requiere mucho más que voluntad de espíritu. Se necesitan brazos fuertes capaces de levantar el peso de lanchas, tirar de cordeles y ajustar pesadas velas. Además, es crucial tener una buena flexibilidad a fin de poder dar volantazos bruscos ante el ímpetu de las olas.
Por ello, Juan A. Valle, responsable de Greenpeace España, se contactó con una compañía que diseña máquinas artificiales de ejercitación. Su objetivo: poner en óptimo estado físico a toda la tripulación del MV Esperanza durante los tres meses que dura la navegación en alta mar.
A puro remo se ganan batallas
La solución llegó cuando el MV Esperanza se hallaba amarrado en el Puerto de Santander, España. Allí, por referencias, Juan A. Valle tomó contacto con una compañía de máquinas artificiales de ejercicio y sorprendió a todos. Apareció en el buque con la noticia de que había adquirido un dispositivo de última generación para practicar remo arriba del barco.
El Remo Indoor Concept2 causó sensación entre los tripulantes y voluntarios. Desde su llegada al MV Esperanza, al igual que en un gimnasio, se otorgan turnos para las prácticas de remo, y todos están muy contentos. Además, gracias a la tecnología, por los canales Youtube, cada cual puede seguir su rutina de ejercicios preferida. Lo único que no tienen lugar a bordo son las excusas para no ejercitarse.
Juan A. Valle, siente que ha acertado con su iniciativa. Comprar la máquina no resultó un gasto descaminado, ya que según concluye Juan: “Gran parte de la tripulación lo está utilizando todos los días y, la verdad, es que están muy entusiasmados con la máquina de remo”
Una elección acertada
Juan contó que la inspiración de comprar una máquina a remo de última generación fue casual. La recomendación le fue sugerida por una estrella en esa disciplina. “Hace unas semanas acudió a visitar nuestro barco Ole C. Ostlund, antiguo remero del equipo Nacional Noruego de los años 70’. Un crack del remo que obtuvo el título de Campeón del Mundo Veterano. Fue Ole quién nos convenció de la necesidad de disponer del equipo de Remo Indoor Concept 2, si queríamos estar fuertes de brazos en el MV Esperanza.”
Juan agregó también que “Las razones que esgrimió Ole fueron que la máquina ofrecía un trabajo total para todo el cuerpo. Que era de estructura compacta y muy agradable de usar. También que podía plegarse de modo que no ocuparía mucho espacio. Y, por supuesto, muy atinada para mantenerte en forma integral mediante el uso regular y metódico. Así que con su experiencia, nos convenció de que el Concept2 era perfecto para la tripulación y para el barco”.
El MV Esperanza cuenta con una tripulación de a bordo compuesta por 22 personas. Todos realizan en la actualidad, turnos de tres meses. Y, entre sus responsabilidades y tareas cotidianas no les resulta sencillo mantenerse en forma mientras están navegando. Tampoco es fácil hacerse el tiempo para ejercitar, ya que a muchos en sus ratos de descanso, les gusta realizar otras actividades. Pero, la realidad les ha enseñado que para estar a la altura de los desafíos que Greenpeace lleva adelante, hay que estar en forma.
El MV Esperanza, un barco que desafía el futuro
El MV Esperanza, fue adquirido para formar parte de la flota de Greenpeace en febrero del año 2002. Es el último y más grande de los buques de la organización. Fue construido en Gdansk (Polonia) en 1984 y cuenta con 72 metros de eslora y una velocidad máxima de 18 nudos. Es para Greenpeace, la ‘perla’ de los mares.
Se destaca por ser un barco de constitución fuerte. Ideal para trabajos tanto rápidos como de larga duración. Su casco puede atravesar el hielo y lo posibilita para realizar misiones en las más remotas regiones polares. Además, se le instaló todo el equipamiento estándar que necesita un barco de Greenpeace. Se añadió un helipuerto en popa y grúas especiales para reemplazar el uso de las neumáticas.
El MV Esperanza cumple funciones en alta mar durante todo el año, trabajando en algunas de las regiones más alejadas del planeta. Gracias a sus sistemas de comunicación de última generación, puede estar en contacto al instante con las bases en tierra. Además, por su gran capacidad en cuanto a la tecnología que dispone y por estar equipado con un sistema de comunicación de gran alcance, puede trasmitir fotografías y material de vídeo a todo el globo en directo. Una verdadera joya técnica y logística y un orgullo para Greenpeace tener al MV Esperanza como miembro de su flota activa. Un verdadero barco guerrero.