Hoy Greenpeace te propone embarcarte en una aventura al interior del bosque nativo venezolano para conocer una exitosa iniciativa de conservación de este tesoro natural que posee el país. Una labor de restauración que ha dado enormes frutos y satisfacciones y va devolviendo al bosque nativo todo su esplendor. Dada su importancia esta labor fue recientemente distinguida en el ámbito internacional con un premio Green Award.
Venezuela es la tierra de la espesura, de la naturaleza en su vivo esplendor o del predominio del bosque nuboso. En inglés, conocido como “Cloud Forest”, el bosque nuboso es una maravilla natural que posee características únicas. Por ejemplo, es un tipo de bosque dónde las nubes -dada la altura- cubren de modo permanente todo el terreno , a los altos árboles y a la vegetación del lugar. Por ello, la mayor parte del tiempo la selva permanece envuelta en una capa de neblina y de nubes.
La constante humedad hace que estos sitios, los bosques nubosos, sean enclaves donde la biodiversidad tenga vía libre para regalar su abundancia, tanto de flora como de fauna. Como sitios de vegetación alta, aquí se desarrollan numerosas variedades de especies de musgos,de bellísimas orquídeas y de bromelias. En relación a la fauna presente, los bosques nubosos son considerados como focos calientes de biodiversidad o “hot spots” , un sitio que alberga especies únicas y altamente amenazadas como son el tigre , el puma y el tapir amazónico (danta). También es el hogar de la lapa (roedor amazónico) y del cunaguaro (felino u ocelote) y de reptiles como los mapanare y la tigra mariposa.
Rescatar el bosque nativo para las futuras generaciones
Desde el año 2018, el bosque nuboso más importante de Venezuela, ubicado en el estado de Mérida, presentaba signos de un franco y acelerado ciclo de deterioro Hoy, gracias a la iniciativa de restauración inédita y ensayada por primera vez en este lugar por los líderes del Proyecto El Tambor, tiene una esperanza de recuperación.
El Proyecto El Tambor que reúne a un equipo local de lugareños trabaja en estrecha colaboración con investigadores y científicos del Centro de Investigación en Gestión Integral del Riesgo de la Universidad de los Andes. Y también, cuenta con el apoyo y logística de un equipo experto de técnicos,voluntarios y guías de montaña que se han puesto como meta no dejar morir al bosque nuboso. Gracias a un arsenal de acciones in situ tendientes a la conservación y restauración del área que incluyen esquemas de plantación de especies nativas, el bosque nuboso va recuperándose paso a paso y poco a poco.
“En el presente, el equipo se siente orgulloso de haber logrado una notable tasa de supervivencia de las especies nativas arbóreas que fueron plantadas y que son de las especies que conforman el grueso del bosque nuboso de Mérida. Con una tasa de supervivencia que asciende y pasa el 75% , algunas de las especies de crecimiento rápido ya han superado los 10 m de alto”, explica la Ingeniera Andrea Quevedo, líder del Proyecto El Tambor.
Las especies de animales que habitan el bosque nuboso, sufren numerosas amenazas que incluyen la caza ilegal, la tala indiscriminada de los altos ejemplares nativos para la obtención de leña, los incendios accidentales e intencionales, la deforestación masiva encabezada por las grandes firmas madereras, las prácticas inadecuadas de uso de la tierra y los impactos negativos del cambio climático, según reflejan los investigaciones del Proyecto El Tambor.
Un merecido y loable reconocimiento internacional
El Proyecto El Tambor fue reconocido a nivel internacional en el año 2023 con el premio Green Awards , que lo destacó como uno de los 500 mejores proyectos en el ámbito socioambiental en el mundo. Más puntualmente, en lo relativo a la conservación integral de los hábitats y ecosistemas.
A pesar de haber obtenido un merecido reconocimiento, su replicabilidad en otras áreas boscosas afectadas en Venezuela, dependen en gran medida del apoyo económico y profesional permanente y del desarrollo de adecuadas políticas de conservación forestal que perduren en el tiempo. Estas deben incluir la educación y la formación de conciencia ambiental, dado que sólo mediante la adecuada implementación de un conjunto de medidas eficaces y del compromiso activo de la sociedad , el bosque nuboso de Venezuela, tendrá en el futuro, una posibilidad certera de subsistencia.