Para Greenpeace, formar conciencia de cuidado ambiental implica que la gente pueda adquirir nuevas formas de relacionarse con universos que le dan sentido a su mundo cotidiano, como es el de la moda. Un segmento que en la actualidad, necesita estar más en sintonía con las necesidades de sostenibilidad del planeta.
¿Sabías que la industria de la moda es hoy día, la segunda actividad industrial que más contaminación genera en el planeta? . Lo cierto, es que detrás del boom de esa prenda que luce como nadie la estrella de rock del momento o el mejor jugador de fútbol del mundo , se esconden toneladas de desechos más gestionados que empeoran la frágil situación ambiental que sufre el planeta.
Esta ola de consumo tiene un nombre: fast fashion, y hace alusión a esa tendencia o impulso irresistible o irrefrenable que tienen muchas personas -guiadas por la corriente de moda- de comprar prendas para descartar al poco tiempo de ser adquiridas o de usarlas para una sola ocasión.
Lo cierto es que la llamada “fast fashion” sienta sus bases en el impulso vital de crear prendas para lanzar al mercado de manera veloz y en volúmenes colosales gracias a la voracidad de una gran cantidad de consumidores que están dispuestos a comprar “lo nuevo” o esa prenda original que promocionan sus ídolos para luego de efectuar dicha compra, seguir comprando “más”de otras “nuevas últimas tendencias”.
¿A qué costo ambiental se fabrican las prendas de vestir de moda?
Para satisfacer a una demanda mundial voraz o los caprichos de los consumidores, la industria textil debe sacrificar – y no debiera- en gran medida, las buenas prácticas comerciales, donde se incluyen políticas de reciclado etc, en pos de los exorbitantes beneficios económicos que acarrean las tendencias que marca la fast fashion. Una corriente que es permanentemente alimentada por los medios y las redes sociales actuales donde encuentran su pilar o anclaje principal.
La industria textil es fuente de generación de una cantidad incalculable de residuos contaminantes tanto sólidos como líquidos. Esto ocurre debido a la falta de los debidos controles por parte de los organismos oficiales, que permiten con su vista ciega,que estos sean descartados de manera irresponsable sin los debidos protocolos, acarreando un impacto negativo muy fuerte para el medio ambiente. Es común, que este tipo de residuos , por lo general de alta toxicidad, sean arrojados masivamente a los ríos y al mar, afectando en ello la vida de los ecosistemas que guardan estos invaluables recursos naturales.
Tessy López, voluntaria de Greenpeace destaca: “Desde nuestra ONG buscamos generar un cambio , formar conciencia ambiental entre la gente más jóven, para que las nuevas generaciones puedan vincularse de una forma más positiva y sana con la moda. Elegir prendas de vestir cuya forma de fabricación sea de un modo respetuoso con el medioambiente es el comienzo de una relación más armoniosa con nuestro entorno natural.”
Creatividad es todo lo que se necesita
Victoria Pelejero diseñadora de indumentaria, lo explica desde otra óptica: “Queremos que la armonía presente en la creación se haga presente y llegue de alguna manera a las prendas. Por ello, hoy la propuesta pasa por materiales y telas de buena calidad y ecológicos, para que una prenda dure mucho tiempo en el armario y a la vez sea funcional y práctica. No es necesario contar con muchas prendas para vestir bien, solo hay que poner imaginación y creatividad en otros aspectos claves como son el maquillaje, el peinado y los accesorios. Con ellos se puede dar forma a un estilo sin tener que cambiar todas las semanas la indumentaria” explica la experta .
La diseñadora agrega además que crear nuestra propia moda sustentable puede convertirse en un verdadero desafío , en una experiencia o viaje creativo de autodescubrimiento muy interesante y en un espacio para dar rienda a la innovación personal. Por eso hoy, desde Greenpeace , alentamos a todos nuestros lectores, a dar un paso más en la senda del cuidado ambiental integral para decirle adiós a la tendencia “fast fashion” . Un vuelco de alto impacto que implica elegir , valorar y comprometerse con el cuidado de la vida en el planeta a partir de nuestras elecciones más básicas,cotidianas y personales que tienen su lugar también, en el campo de la moda.