
Los hábitos de consumo y producción actuales no son sostenibles, y todos lo sabemos. Están sometiendo a nuestro planeta a una presión sin precedentes y por ello, para poder hacer frente con éxito a esta grave problemática, es necesario que las personas se involucren activamente con cambios sostenibles en su estilo de vida cotidiano. Hoy desde Greenpeace, te invitamos a descubrir cómo ser parte de la solución.
El tiempo se acorta para el planeta. Por ello, reflexionar en la premisa de Jorge Laguna-Celis, el director de One Planet Network, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, que te acercaremos desde Greenpeace y con la cual coincidimos plenamente, se hace indispensable. La misma afirma : “Como individuos, hoy tenemos la responsabilidad y ciertamente, el poder de instar a los gobiernos, empresas y demás actores sociales, a hacer de la vida sostenible la opción principal y predeterminada para el bien del planeta ” afirma Laguna-Celis.
A continuación, Greenpeace te acerca algunas maneras en que cualquier persona puede disminuir su huella de carbono y vivir una vida de forma más sostenible .
1 . La alimentación sostenible
La expansión agrícola es la causa principal del 90% de la deforestación del planeta, mientras que cerca del 25% de la superficie terrestre se emplea para el pastoreo de ganado. Esto es una grave amenaza para la biodiversidad y los servicios que prestan los ecosistemas al hombre, dado que su existencia es garantía de cobijo a numerosas comunidades ,fuente de medicinas, de múltiples beneficios espirituales y recreativos, y de un sinfín de oportunidades económicas. Por ello, cambiar a un estilo de vida más sostenible, cómo guardar una dieta rica en frutas y verduras puede no solo mejorar la salud, sino también reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la pérdida de nuestra valiosa biodiversidad.
2. Cambiar el modo de realizar nuestros desplazamientos
La clave aquí, según los expertos, es comenzar por evitar , en la medida de lo posible, el realizar viajes cortos en coche. Los más entendidos en movilidad urbana sostienen que es muy posible, más sano y hasta más divertido, utilizar transportes no contaminantes tal como son la bicicleta común y los monopatines eléctricos, siempre y cuando existan sistemas seguros como las bicisendas y senderos urbanos. Incluso aquí, también se incluye la caminata como método principal de desplazamiento , una excelente opción a la hora de hacer las compras y mucho más que saludable. Un concepto que se asocia a la idea del barrio aldea,el cual se basa en que las personas debieran poder resolver sus compras y trámites diarios básicos en un radio máximo de 15 cuadras a la redonda de sus domicilios.
Dentro de este esquema, también se sugiere utilizar preferencialmente , el transporte público u optar por la movilidad compartida dado que todas las opciones mencionadas , en su conjunto, contribuyen en gran medida a reducir las emisiones y la contaminación de la atmósfera. Asimismo, en el futuro cercano, esta tendencia puede ser el germen de un cambio de paradigma en el modo en se diseñan y configuran las grandes urbes del planeta .
3. Cambiar nuestras pautas de consumo y reciclado
Cada año, la actividad humana genera alrededor de 2.240 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, de los cuales tan solo el 55% es tratado en instalaciones de la forma adecuada y con su control correspondiente, según datos aportados por el Banco Mundial. En esta era donde predomina el consumo excesivo, los expertos en sostenibilidad, afirman que los consumidores deben cambiar de forma radical sus hábitos de consumo. Esto implica comprar sólo aquello que verdaderamente se necesita, dando prioridad a los productos que duran más tiempo. Y también, se debe optar por compartir y reparar los bienes, sin dejar por ello de garantizar que las personas puedan satisfacer del modo adecuado sus necesidades básicas. Estas prácticas son ideales para reducir el uso de materiales altamente perjudiciales como son el plástico, el papel y las fibras textiles, reduciendo en ello, el volumen de desechos tóxicos y las emisiones asociadas.
4. Cambiar el ocio redescubriendo las atracciones locales
La forma en que las personas disfrutan de su tiempo libre -incluidas las actividades recreativas y turísticas- repercute de modo significativo en el entorno y la naturaleza. Las personas en este sentido, pueden optar por elegir actividades de ocio más sostenibles, principalmente las que están disponibles en sus localidades , dando prioridad a las empresas cercanas. El sector turístico es muy contaminante, y representa en la actualidad , alrededor del 8% de todas las emisiones nocivas generadas.
En caso de realizar viajes largos, los expertos en sostenibilidad ambiental, aconsejan prolongar la estancia, comer en los sitios que se visitan y evitar el consumo de productos desechables, optando por los que son reutilizables, incluidos los cubiertos. Y siempre, hay que asegurarse de depositarlos luego de su uso , en los respectivos contenedores para reciclables. Son prácticas simples y sencillas pero en conjunto, con un gran impacto positivo para el cuidado de los entornos naturales