Paula Caballero, aborda en esta entrevista las principales preocupaciones sobre el cambio climático y la apremiante necesidad que tiene el mundo de hacer un replanteamiento de los modelos de producción en los territorios clave de América Latina para el equilibrio funcional del planeta.
Paula Caballero, es clara y directa, como sus profundos ojos de aguas verdosas : “El 2030 está a la vuelta de la esquina, y quizás ahora mismo , el 2030 está aconteciendo en muchos sitios del planeta, por eso como sociedad global debemos actuar de modo urgente” dice fuerte y sin tapujos.
“La vida sigue sin muchos cambios de fondo en nuestra ciudades , en nuestros campos y en nuestras oficinas de gobierno” prosigue la directora de la ONG The Nature Conservancy para América Latina (TNC) y creadora del concepto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. “Sin embargo, el mundo , tanto los gobiernos como todas las personas , porque cada acción de cuidado cuenta, debe reflexionar en qué estado quiere dejarle el planeta a sus hijos y nietos, porque tenemos una única chance de actuar para salvarlo . Y es hoy. Mañana no tendremos tiempo de revisar nuestras más brillantes estrategias” afirma con un tono de voz que deja entrever preocupación.
Paula habló con Greenpeace en el marco de la Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad (COP16), donde nos brindó una charla que puso en el tapete los desafíos que enfrenta la región de América Latina para la sostenibilidad.
Encontrar soluciones sistémicas a problemas sistémicos
Greenpeace: Ud hizo foco en la COP16, acerca de la urgencia que tiene el mundo de una transformación sistémica en los mercados. ¿Podría ampliar este concepto?
Paula Caballero: La crisis que hoy enfrentamos como humanidad no es una sola. Son múltiples y están entrelazadas, conforman un tejido complejo y articulado que se estructura en torno a las dimensiones económica, social y ambiental. Por ello, ante problemas sistémicos se necesitan respuestas sistémicas. Estas, tienen que estar orientadas a impulsar de modo urgente, transformaciones clave en sectores críticos como el energético y el agropecuario . Los mercados, en toda esta trama, desempeñan un rol crucial, decisivo, tanto para incidir en las formas o modalidades de producción como de consumo. Los mercados, transformados desde la conciencia de los consumidores pueden dar señales claves a los diferentes sectores para que se reconozcan y recompensen las prácticas sostenibles y equitativas. Esto es vital dado que si ocurre de modo contundente, puede cambiar de base, normas y modelos económicos.
G: En su intervención hizo referencia a dos regiones estratégicas : la Orinoquía, en Colombia y Pará en Brasil. ¿Cuál es su importancia?
P.C : Las regiones de la Orinoquía y Pará tienen para toda la región latinoamericana una importancia central, clave y estratégica para la preservación del equilibrio del conjunto. En ambas, hoy día, se evidencia la necesidad de realizar un cambio profundo, de base, en cómo se da la interacción entre desarrollo económico y la conservación de los ecosistemas. La región de Pará, en Brasil, engloba alrededor del 20 % de la gran cuenca del Amazonas, con una vida y exuberancia de especies sin igual, sin embargo, según los registros históricos ha sido un foco de permanente avance de la deforestación impulsada principalmente por el sector ganadero.
Para Caballero, la apuesta para lograr eliminar la deforestación que lleva adelante el sector ganadero tiene como eje central mejorar tanto la competitividad de la cadena de valor como la productividad. Las posibles soluciones o salidas efectivas y duraderas a este cruce de intereses pero que ponen en juego la sostenibilidad, deben hoy incorporar y conjugar los múltiples intereses de los actores que operan ese terreno pero de manera inteligente, apuntando a la preservación de la naturaleza. La Orinoquía, por su parte, explica la directiva de TNC, con su abundante biodiversidad, una de las principales en cuanto a importancia en el planeta , “con sus magníficas sabanas y sus numerosos humedales, es el tesoro natural por excelencia, no solo de Colombia sino del mundo. Allí, en las zonas más densas y profundas de la selva, el hombre no ha tenido acceso aún y es un reservorio de vida y el equilibrio para una región que debe resguardarse y protegerse del cambio climático. Por ello debería protegerse como el mejor de los Patrimonios Naturales de la Humanidad” destaca , “donde finalice de plano todo avance del hombre”.
Paula Caballero hace una pausa en el desarrollo de sus ideas mientras bebe un vaso de agua. Greenpeace también pone un punto suspensivo hasta el próximo dossier donde seguiremos desarrollando con la directora de TNC,el escenario ambiental de América Latina con sus focos más candentes. Por ello, te invitamos a quedarte reflexionando con lo dicho al momento hasta nuestro próximo post. ¡No te lo pierdas!