
Greenpeace celebra un hito clave alcanzado por el Reino Unido para el bienestar global. El país se encuentra posicionado como el primero dentro de los países miembros del G7 en completar con éxito la eliminación progresiva del carbón, por delante de Italia (2025) y Alemania (2038). En la actualidad, a nivel global, el carbón sigue siendo la fuente de generación del 35.5% de la electricidad con países como China, India, Estados Unidos y Japón a la cabeza.
La última central eléctrica de carbón activa de Gran Bretaña, Ratcliffe-on-Soar, en el condado de Nottinghamshire, ha cesado definitivamente su producción luego de 57 años de operaciones ininterrumpidas. Si bien, la era del carbón dista mucho de haber finalizado en todo el mundo, este cierre marca un hito histórico en Europa y se alza como un momento significativo en la historia del Reino Unido, el mismo país que inició la revolución industrial con el carbón como bandera.
La historia cuenta que allá por 1882, Thomas Edison inauguraba en Londres la primera central eléctrica de carbón del planeta, la del viaducto de Holborn. Desde entonces , este mineral ha alimentado de modo ininterrumpido, el desarrollo de la economía británica y en materia de energía, ha llegado a generar el 80% de la electricidad del Reino Unido en la década de 1980. Hoy, el país da vuelta la página y abandona de modo definitivo uno de los principales combustibles fósiles responsables de la crisis climática global.
La central de Ratcliffe-on-Soar, que inició su actividad en 1967, era el último bastión remanente de aquella era fósil. Con sus ocho altísimas torres de refrigeración , tan altas como un edificio de 12 plantas y su chimenea , de considerables 199 metros, esta central fue durante largas décadas una silueta inconfundible en el paisaje de las Midlands inglesas, visible para millones de automovilistas y pasajeros de tren que pasaban por aquella área. La planta también se había convertido en el centro de acción de algunos grupos ecologistas que por el 2009, organizaron grandes y fuertes protestas en la planta para visibilizar la problemática de emisión de gases con efecto invernadero . Lo cierto es que en aquel momento, Ratcliffe era responsable de la emisión de unas 8 – 10 millones de toneladas de CO2 cada año, un equivalente a las emisiones de 2 millones de automóviles.
Crónica de un cierre esperado y anunciado
Conforme el paso del tiempo, el papel de Ratcliffe había ido disminuyendo progresivamente, limitándose al suministro estratégico de energía en los momentos de mayor demanda. Lo cierto , es que el celebrado cierre de la planta de carbón es la culminación de un largo proceso de eliminación gradual del carbón que el Reino Unido inició hace una década, cuando el Gobierno anunció su plan para eliminar este combustible fósil para 2025. Una decisión reforzada y sostenida posteriormente en la Conferencia de Naciones Unidas para el Clima , COP26, en Glasgow, en 2021. El 1 de octubre pasado comenzó la fase de desmantelamiento de la central, en la que trabajan más de 100 operarios y se estima que el objetivo completo se cumplirá en dos años.
Según cifras publicadas por el periódico británico The Guardian, en 2012 el carbón aún aportaba el 40% de la producción nacional de energía eléctrica del Reino Unido, mientras que en 2023 , se redujo de modo sideral al 1%. En la actualidad, más de la mitad de la generación eléctrica se obtiene a partir de fuentes renovables, como la solar y la eólica, y el resto procede de la energía nuclear y del gas natural. Este cambio tan acelerado ha colocado al Reino Unido a la vanguardia entre los países desarrollados en el camino hacia la transición a energías más limpias. Como indica el Washington Post, Gran Bretaña “es el primer país miembro del G7 que abandona el carbón”, por delante de Italia (previsto para 2025), Canadá ( para 2030) y Alemania ( en 2038).
Si analizamos cómo va el resto del mundo en su marcha hacia la descarbonización, la comparación con algunos países europeos saca a luz diversas situaciones . Alemania, por ejemplo, siguió generando el 27% de su electricidad a partir del carbón en 2023, una dependencia de los combustibles fósiles un tanto mayor que la de Italia, por ejemplo. Sin embargo, es importante resaltar que, incluso en Alemania y en el resto de Europa, el uso del carbón está cayendo de modo drástico.
El escenario energético global y su marcha hacia la descarbonización
A escala global, sin embargo, el panorama es un tanto diferente. En 2023, el 35.5% de la electricidad generada en el planeta siguió obteniéndose a partir del carbón. Cuatro países líderes y de economía pujante como China, Estados Unidos, India y Japón, produjeron el año pasado más de tres cuartas partes de toda la generación eléctrica procedente del carbón del mundo. Si bien este escenario se ha modificado en 2024, gracias a un crecimiento considerable del aporte de las fuentes de energía renovable, aún queda mucho camino por recorrer, el año no ha cerrado aún su balance de carbono y mientras el tiempo para el planeta y la biodiversidad se acorta, los gobiernos hacen sus mayores esfuerzos por abrir la senda hacia un futuro sostenible. Por ello Greenpeace celebra el hito alcanzado por el Reino Unido, que otros líderes como China, EEUU, India y Japón deberían imitar.