
Llevar un estilo de vida más sostenible es mucho más que el logro personal o familiar de realizar un consumo responsable, se trata de vivir en sintonía con las necesidades del planeta y en base a un fuerte compromiso con el cuidado del medio ambiente. Para ello Greenpeace te ayuda a enfocarte en las pequeñas acciones que se pueden realizar para lograr esta importante meta en el día a día.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo somos aproximadamente 7.700 millones de personas, y subiendo. Cada uno de nosotros , a diario , se mueve , consume bienes y servicios, se alimenta y muchos , por falta de reflexión, lo hacen de forma poco responsable con el medio ambiente. La pregunta es: ¿sirve de algo la acción sostenible, quizás invisible de unos pocos? Para la mayoría de las organizaciones internacionales (ONG’s) que tratan de preservar el planeta la respuesta es sí: “Cada gesto cuenta y mucho”, promueven desde Greenpeace.
En 1997, el Informe Brundtland, elaborado por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, comenzó a unir los conceptos de estilo de vida y sostenibilidad afirmando que: “El desarrollo sostenible es aquel que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para poder satisfacer las suyas”.
Lo cierto, es que hasta ahora, el impacto negativo del estilo de vida de las sociedades actuales sobre el medio ambiente no ha dejado de profundizarse. Esto se ve claramente en la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación del suelo y del agua, la deforestación, la pérdida acelerada de biodiversidad, entre otros factores, han agravado los problemas medioambientales que la humanidad deberá resolver durante este siglo.
Factores que inciden y propician un estilo de vida sostenible
Para afrontar estos grandes retos y garantizar la subsistencia de las generaciones futuras, se han generado acciones tendientes a lograr un estilo de vida más sostenible a nivel global que evite que el planeta colapse. En esta dirección, la Agenda 2030 y los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son dos buenos ejemplos. Y los más jóvenes, preocupados por la salud de su futuro ambiental, parecen estar tomando buena nota de ello.
Alcanzar un estilo de vida sostenible no depende de modo exclusivo de factores individuales, están también los factores colectivos y externos que pueden favorecer o perjudicar la consecución de este objetivo. Los factores Individuales son los que abarcan la forma de relacionarnos a nivel personal con el entorno que nos rodea, en el que vivimos. Y ello determina nuestro grado de concienciación ante la necesidad de cuidar el medio ambiente.
Por otro lado, se encuentran los factores colectivos que son los que en algunas sociedades, hacen que el concepto del bien común esté más arraigado que en otras donde se tiende más al individualismo. Esto tiene su reflejo directo en las costumbres que afectan de modo positivo o negativo al medio ambiente. También los factores externos, como la legislación y su vigilancia en cada país o región, el grado de innovación alcanzado, la situación geopolítica y económica, pueden limitar o fomentar la adopción de un modo o estilo de vida más sostenible.
Consejos para lograr hábitos sostenibles
En cualquier caso, el primer paso debe ser , sin lugar a dudas, tomarnos un tiempo para revisar nuestro modo de vida y apostar por introducir cambios que generen hábitos sostenibles. A continuación, mostramos los más relevantes.
1- Consumo responsable: Implica al conjunto de acciones que apuntar a reducir el desperdicio de agua y comida, y apuesta a la economía circular y la eficiencia energética.
2-Movilidad sostenible: Es la opción consciente por el vehículo , patín o bicicleta eléctrica. También por la bicicleta tradicional, el carsharing y el transporte público.
3-Alimentación sostenible: Se basa en la opción de consumir alimentos ecológicos, más frutas y verduras y menos carnes: vacunas, porcinas y de aves
4-Diseño sostenible: Se basa en la opción por el ecodiseño que va desde las remeras hasta las zapatillas, cepillos de diente y anteojos
5- Reciclaje y disminución del uso de plásticos: Se deben adoptar prácticas de reciclaje en el hogar y evitar los plásticos de un solo uso.
6- Educación ambiental: Implica el compromiso de compartir nuestra experiencia en la senda del reciclado y generar conciencia acerca de la importancia de la sostenibilidad entre nuestros familiares y amigos.