
Un proyecto europeo ha elaborado por primera vez en la historia una radiografía del voluntariado ambiental en España. A partir de un estudio de campo se pudo conocer cuales son las principales motivaciones para asumir un compromiso estable con esta actividad que, en apariencia, va unida estrechamente a las convicciones personales y la forma particular de entender la vida.
El estudio que ha revelado como es el voluntariado por dentro, se ha llevado a cabo en el marco del proyecto LIFE Followers, una iniciativa desarrollada por Greenpeace España y SEO BirdLife, que contó con el financiamiento de fondos europeos, gracias a los cuales unos 300 voluntarios han compartido unas 10.000 horas de trabajo en diversas jornadas a campo abierto y cerca de 50.000 horas de trabajo para proteger y respaldar a la Red europea Natura 2000. Dicha entidad, se enorgullece de ser, al momento, la mayor red coordinada de espacios protegidos de todo el planeta.
Las conclusiones que este estudio ha arrojado respecto de la tarea del voluntariado, indican que más de la mitad de los 1.800 encuestados ( un 51 %) ha reconocido estar muy motivado en la realización de sus actividades como voluntario y cuenta con más de 10 años de compromiso en esta labor.
Por otro lado, el estudio remarcó que la gran mayoría de los voluntarios ( un 77 %) afirma haber participado “algunas veces” con varias ONGs de forma ” asidua, regular u ocasional” en carácter de socio o donante para la realización de labores de educación ambiental al público en general, para diversas labores de apoyo o en otras tareas puntuales de campo.
El compromiso de los jóvenes con el voluntariado
Asunción Ruiz, quien se desempeña como directora de SEO/BirdLife, ha calificado de “esperanzador” el escenario del voluntariado en España, resaltando la importancia y la implicación de la juventud en proyectos para la conservación de la naturaleza .
“Hemos cumplido ampliamente con nuestras expectativas y la respuesta de los jóvenes al momento, en su compromiso regular con las tareas de voluntariado, no ha podido ser más positiva, no solo por el tiempo y el esfuerzo que le dedican a esta actividad sino por demostrar que pueden con ello , transformar el mundo y salvarlo de sus muchos peligros y amenazas ambientales”, ha resaltado Ruiz, para quien cuidar de la naturaleza es “la mejor vacuna preventiva para una senda de progreso social y económico”.
En España, los jóvenes voluntarios han desarrollado numerosas tareas en espacios tan valiosos y emblemáticos por su gran biodiversidad como son las regiones de Doñana, el Delta del Ebro, el Parque Nacional de Guadarrama y el Parque Regional del Sureste de Madrid entre otros espacios que integran la Red Natura 2000.
El perfil de un voluntario ambiental español
Para Federico García,quien se desempeña como coordinador del Área de Acción Social en la ONG SEO/BirdLife y director principal de LIFE Followers, el voluntariado ambiental cumple una doble , vital e imprescindible función para la sociedad. Por un lado, una parte revierte positivamente en un espacio de acción concreta, la falta de cuidado y compromiso por el cuidado del medio ambiente y por otra, beneficia en gran medida a quienes participan, “pues los voluntarios se sienten felices y útiles para la concreción de un fin positivo a nivel social , llevando adelante y siendo uno de los pilares fundamentales de las diferentes tareas que se impulsan para la conservación del planeta y su biodiversidad”.
Respecto al rango etario mayoritario del voluntariado, el estudio ha precisado que la edad de los voluntarios, que va entre los 41 a 55 años , se destaca “muy por encima” del resto. En relación al género de los voluntarios, sobresale con una diferencia de 15 puntos porcentuales una amplia mayoría de hombres (57%) frente a las mujeres (42%). Sin embargo, el grado de satisfacción que experimentan todos los participantes de la red de voluntarios es la misma: un 100% de satisfacción a nivel personal.
El estudio también define dos perfiles claros de tipo de personas que realizan actividades de voluntariado en España. Por un lado, se ubica un tipo de perfil que propone a un joven menor de 30 años con estudios en curso o carrera profesional normalmente ligada al sector ambiental que, guiado por motivaciones de tipo laboral busca aumentar su experiencia en esta dirección. El otro perfil más común de voluntario, engloba a una franja etaria que va entre los 41 a 55 años, cuya motivación no radica en el aprendizaje sino en la mera satisfacción personal.