
Hoy nuestra misión es la educación ambiental de nuestros lectores para poder evitar acciones frecuentes que todos realizamos en nuestro tiempo de vacaciones como es el juntar caracoles de las playas. Hoy te contamos por qué no deberías hacerlo y cómo esta práctica afecta el medio ambiente. Greenpeace te invita a aprender más sobre el impacto ambiental y sus consecuencias para la vida marina.
Llegaron las vacaciones y quizás, muchos tengan la posibilidad de disfrutar del sol y de las bonitas playas de nuestro planeta. En este tiempo propicio para el descanso y la recreación, una de las actividades más lindas que nos conectan con el mar y su belleza única, son las caminatas por la playa. Ya sea de mañana, al calor del sol que va llegando a su cenit o por la tarde, para ver cómo se esconde en el horizonte, las caminatas son también un momento excelente para observar, explorar y descubrir la vida marina que las olas acercan a la orilla. Entre estos tesoros del mar, como pequeñas perlas marinas se encuentran los caracoles o conchas marinas que todos amamos recolectar.
Sin embargo, ese gesto tan habitual de muchas personas de juntar caracoles en sus paseos, puede tener un impacto negativo para todo el ecosistema costero del cual estos pequeños organismos forman parte. Lo cierto es que la naturaleza en todo encierra un propósito y la llegada de los caracoles a las playas tiene un fin particular.
Verdaderos refugios que regala el mar
Por ejemplo, muchos de nosotros ignoramos que estos pequeños caracoles marinos pueden brindar refugio y hogar a innumerables y diminutas especies. Muchas criaturas marinas tales como cangrejos ermitaños, peces pequeños y numerosos invertebrados, dependen de nuestro preciado tesoro que hemos recolectado en nuestras caminatas por la orilla del mar , para refugiarse. Los expertos explican que por ejemplo, los cangrejos ermitaños suelen elegir como hogar caracolas vacías y luego, al ir creciendo y ganando tamaño, se trasladan a otras caracolas más grandes.
Según explican los biólogos marinos, el hecho de ir eliminando posibles refugios de estos animales pequeños que viven en las franjas costeras, reduce su disponibilidad allí donde la naturaleza situó el “refugio”para ellos de modo espontáneo. Esto es un hecho en apariencia intrascendente, pero lo cierto es que retirar caracoles de la playa, podría afectar directamente la supervivencia de estas criaturas marinas. Para los peces muy pequeños, las caracolas marinas vacías sirven de escondite para protegerse de los depredadores más grandes y sin estos excelentes refugios “portátiles”, quedan del todo vulnerables y expuestos a posibles ataques de las especies más grandes en la cadena trófica.
En un estudio reciente publicado en la revista científica PLOS One, los investigadores comprobaron que las caracolas marinas regaban con abundancia las playas durante el invierno, cuando menos personas las visitaban (puntualmente la Playa Larga , a una hora de Barcelona) . Con asombro, descubrieron que en las áreas con alto flujo turístico, la cantidad de caracolas se vio reducida en un 60% en comparación con las playas que tenían una menor afluencia de personas.
Pequeñas acciones , grandes impactos en los ecosistemas
Las caracolas marinas también contribuyen a preservar la integridad estructural de las playas: previenen la erosión estabilizando la arena y proporcionan una barrera natural contra el impacto de las olas y las mareas. Si recogemos demasiados caracoles en un lugar, este hecho puede acelerar en gran medida, la erosión de las playas, provocando la pérdida de valiosos hábitats costeros y propiciando una mayor vulnerabilidad a los daños que pueden traer aparejados las tormentas.
Por otro lado, a medida que las caracolas se descomponen, van liberando nutrientes esenciales como es el carbonato de calcio -del que están compuestas – al medio ambiente costero. Este proceso favorece el crecimiento y el buen desarrollo de otros organismos formadores de caparazones, ya que este elemento es sustancial para la nutrición de otros organismos marinos, incluidos el plancton y los corales.
Por ello, desde Greenpeace te invitamos a pensar cada pequeña acción que realices y que creas, gracias a lo que has leído,que puede afectar al medio ambiente. Debemos tener en cuenta que el océano sustenta a numerosos ecosistemas frágiles y delicados y recordar que cada caracola marina desempeña algún tipo de papel ecológico allí donde la naturaleza la ha puesto.