Greenpeace invita a todas las ciudades del mundo a unirse a la tarea constante y necesaria de hacer de ellas lugares donde las personas puedan desarrollar sus vidas en armonía con la naturaleza. Hoy, de modo particular, enseñaremos a aprovechar las áreas o espacios verdes urbanos como defensa eficaz ante el calor extremo.
Los espacios verdes en las ciudades son esenciales para asegurar una buena calidad de vida a sus habitantes. Brindan aire puro y limpio al entorno, son áreas de deporte y sosiego , y fomentan los vínculos humanos, ya sea entre padres e hijos a través del juego o entre pares.
Hoy más que nunca, las áreas verdes urbanas van cobrando relevancia entre los habitantes de las grandes urbes y, si bien, juegan un papel esencial para que éstas sean lugares más bellos y aptos para el descanso,el juego, los deportes o el simple disfrute de la naturaleza, se tornarán cada vez más importantes a medida que se agraven y se hagan sentir los efectos del cambio climático. Lamentablemente, se prevé que en el futuro, el calor extremo dispare el aumento de las tasas de muertes relacionadas con este fenómeno que llegará para quedarse, y por ello, contar con espacios verdes en las grandes urbes será la clave para mitigar este flagelo.
En la actualidad, se estima que unas 10 millones de personas mueren cada año a causa del calor, mientras que en América del Sur, las tasas de muerte por esta misma causa se han disparado en un 160% en los últimos años. En un futuro cercano, los expertos advierten que las muertes irán en aumento hasta en cinco veces más de cara al 2050, de acuerdo a los pronósticos. Dada las cifras que se avizoran, sufrir calor extremo será un importante problema de salud pública y prepararse con antelación y capacitar a la población para hacer frente a esta nueva realidad es prioritario para salvar vidas.
La mortalidad por calor extremo en adultos mayores
Las muertes provocadas por el calor extremo en las ciudades afectan con mayor fuerza e intensidad a los grupos vulnerables (bebés ,niños y ancianos) particularmente, a las personas mayores de 65 años, a consecuencia de su mayor debilidad física a lo que se suma, en algunos casos, la existencia de enfermedades crónicas, tales como las enfermedades respiratorias,diabetes y cardiovasculares, entre otras.
En este contexto, los expertos han verificado que las Áreas Verdes de las urbes son una solución efectiva para bajar el número de muertes asociadas al calor, debido a la capacidad que posee la vegetación para enfriar y sosegar los entornos urbanos y a las personas.
Las Áreas Verdes Urbanas, en la actualidad, han pasado a catalogarse como un invaluable “capital social” para la comunidad. Aquí, se incluyen las plazas, los parques y jardines , las calles arboladas o las áreas naturales ubicadas en las zonas urbanas que pueden brindar todos los beneficios y “servicios” que provee la naturaleza (servicios ecosistémicos). En este combate cuerpo a cuerpo, contra la mitigación del calor, la vegetación abundante con sus áreas de sombra logra reducir de modo eficaz la temperatura ambiente de diferentes maneras: por medio de la reflexión de la radiación solar y la retención de agua en los suelos, entre otras fundamentales, pudiendo reducir hasta 7 °C.
El capital social ,concepto base de la dinámica de las ciudades del futuro
El capital social o las Áreas Verdes Urbanas pueden constituirse como un factor clave para el bienestar de muchas personas mayores y se debe fomentar entre ellas, que aprovechen de sus beneficios. Por ello, se debe buscar que estos espacios sean seguros y accesibles. Este punto resulta clave para que las personas mayores los usen y se beneficien mucho de ellos. Por lo tanto, no solo importa la ubicación, la cercanía y que el acceso sea seguro , sino también su diseño la disposición de los árboles y de las bancas -que sean confortables y permanezcan en buen estado- la iluminación, el atractivo visual y el confort general del lugar, entre otros detalles y factores. Todo esto incide para que un adulto mayor que posee capacidades físicas más débiles se sienta seguro, cómodo y a gusto. Y , además, pueda permanecer en el lugar cuando necesite encontrar un lugar de sosiego y refugio ante las altas temperaturas.
Desde la perspectiva planteada en este artículo, Greenpeace busca generar conciencia acerca de que las Áreas Verdes de las ciudades pueden desempeñar un papel esencial en la disminución de la mortalidad por calor en personas mayores, pero en gran medida este impacto positivo está muy determinado por la vinculación positiva de las personas que integran cada comunidad barrial.
Por tanto, creemos que no sólo basta construir nuevas áreas verdes, sino que es necesario y urgente fomentar la creación y el mantenimiento de redes sociales sólidas al interior de las comunidades y barrios, promover normas de colaboración eficaces y facilitar la participación de los vecinos en la planificación y gestión de las áreas verdes, para poder con ello, aprovechar al máximo su potencial y crear redes de confianza social, solidaridad y contención ante los problemas climáticos que afectarán la vida de las ciudades en el futuro.