Greenpeace celebra las iniciativas en Colombia para educar a los niños en el cuidado ambiental a través del arte . Con una serie de propuestas lúdicas , recreativas y artísticas los niños van aprendiendo qué cosas pueden hacer para cuidar el planeta.
En la sociedad actual, especialmente los más jóvenes, los adolescentes y los niños, se encuentran inmersos en una gran corriente de datos e información al interior en un mundo en el que lo digital , las pantallas, conforman su vida y su identidad en muchos aspectos clave. Los medios de comunicación son una gran herramienta a favor, si se los sabe emplear en el provecho de las nuevas generaciones así como también lo puede ser el arte.
En este camino de formar a los ciudadanos del mañana, sólo se le debe dar a lo uno y a lo otro – el arte y la tecnología-, el espacio suficiente para que el campo de acción se torne significativo y un vehículo eficaz de nuevas propuestas creativas ante los desafíos que presenta el mundo actual. Por lo tanto, es importante tanto para los padres como para los docentes, utilizar códigos artísticos y de comunicación puntuales y específicos para fomentar en los chicos la comprensión de las problemáticas ambientales y promover la participación en actividades que acrecienten en ellos el amor por el cuidado de la naturaleza y los entornos naturales.
Adquirir una mirada artística en la resolución de problemas les permitirá a los más jóvenes y pequeños, descubrir nuevos elementos e integrar otras perspectivas más relacionadas con lo lúdico y lo creativo. El pintor Paul Klee afirmó: “El arte es una herramienta valiosa para hacer visible lo invisible”.
El contacto con la naturaleza: fuente de creatividad, aprendizaje y sano juego
Los expertos en educación afirman que la creatividad y el arte permiten a los chicos percibir los elementos paisajísticos y los entornos naturales de una manera diferente, natural, sin trazar falsas fronteras entre el aprendizaje intelectual racional y el emocional. A diferencia de los métodos de estudio que propone la ciencia, el arte y la educación ambiental en espacios naturales, no separan a los chicos del entorno y se enfocan en establecer un diálogo fluido con la naturaleza en lugar de hablar de ella en tercera persona, desde el contexto del pupitre y el pizarrón.
Un hito en la comprensión de la especial relación entre naturaleza y arte se produjo en la década del 50’ cuando la bióloga y docente Rachel Carson escribió su manifiesto conocido como “Primavera silenciosa” que fusionaba de modo magistral la literatura y la poesía con poderosos testimonios científicos sobre el cuidado y protección del medio ambiente.
En todo el mundo, se extendió a partir de allí entre los educadores más audaces y con una mirada más integral , el compromiso de incluir diferentes propuestas relacionadas con el arte -música-poesía-juego- a la hora de transmitir los contenidos curriculares y desarrollar propuestas eficaces para involucrar a los jóvenes en las cuestiones ambientales. Hoy los recursos como la música,las artes visuales, la escritura creativa , la poesía y los juegos recreativos son ampliamente utilizados para fomentar la participación sensorial total en la educación ambiental en muchas escuelas del mundo.
Greenpeace celebra el desarrollo de la creatividad en la escuela
El arte, tal como es presentado al niño en la propuesta elaborada por Greenpeace en las escuelas de Colombia, se basa en un acercamiento a los entornos naturales para hacer de esta experiencia una herramienta educativa que contribuya a la acrecentar la sensibilidad en los chicos, a fomentar la cooperación, a reducir el egoísmo y, lo más importante, a desarrollar la capacidad general de funcionar creativamente en común. Los niños son todo potencial, en especial, en lo que a educación artística y emocional se refiere.
“Lo que funciona como un atajo para los adultos es un camino recto y sin baches para los niños” explican desde la psicología. Los efectos visuales de las imágenes, las melodías musicales , los espectáculos de orquesta y los conciertos hacen surgir canales de inspiración y facilitan su integración fuera y dentro de la escuela. Pero,los docentes necesitan sacar más provecho de cada una de estas experiencias para propiciar una educación integral ambiental entre los más pequeños y los jóvenes.
Cada niño es como un artista espontáneo que dibuja, canta, juega y baila. El arte es su perspectiva natural y auténtica y por ello, es más fácil iniciar a los niños en la lectura introspectiva, comprensiva y en la solución de problemas de forma creativa” afirma el educador Emilio Burqua (2018)
El arte y la educación ambiental son dos puertas que sirven para preguntarnos y cuestionar el rumbo de nuestro entorno natural y social y aportar nuevos enfoques a los dilemas y desafíos del futuro. También, este enfoque es crucial para que cada niño descubra el mundo que lo rodea desde su propia sensibilidad, lo valore y aprenda así a quererlo y a cuidarlo. Un desafío que hoy día Greenpeace invita al campo educativo a desplegar y así, transformar la incorporación de conocimientos en un aprendizaje significativo y acorde a los tiempos que corren.