
El agua, tan poco valorada en nuestras sociedades, es un bien imprescindible, escaso y finito. Para el mundo,un derecho y para muchos una realidad cada vez más lejana. De acuerdo con estimaciones de la ONU, una de cada cuatro personas en el planeta,carece de agua potable segura.
El agua es fuente de vida, el principal recurso natural que provee el planeta al hombre de modo abundante y generoso, y es la clave para el desarrollo de la vida humana y del progreso de las sociedades. Sin embargo, desde hace siglos, este recurso finito, comenzó a ser explotado de un modo desmedido, por lo que organizaciones internacionales durante la segunda mitad del siglo XX aunaron sus esfuerzos para lograr proteger este bien y generar conciencia acerca de la importancia de su cuidado.
Las principales y más antiguas civilizaciones del mundo, se asentaron cerca de los ríos , gracias a los cuales sus pueblos prosperaron. Este fue el caso de Egipto, que creció sobre las márgenes del río Nilo o el de los sumerios, que lo hicieron cerca del río Tigris y Éufrates, o la gran Tenochtitlan, que se desarrolló en la base del lago de Texcoco.
El agua fue un elemento tan preciado para las civilizaciones más antiguas que incluso, estas sociedades de religiones politeístas tenían para el agua un culto específico y la consideraban como una deidad a la cual venerar. Así el agua se convirtió en el dios Tláloc para los aztecas en Mesoamérica, fue Mama Cocha, Madre de las Aguas, para los incas y se llamó Yemayá y fue vista como diosa de la fertilidad —asociada íntimamente a los ríos y los mares en Nigeria.
Un recurso estratégico , poco valorado por el hombre moderno
Un poco más cerca en la historia de los hombres, en los tiempos de la Revolución Industrial , el agua también fue un recurso de gran importancia. Su pura sustancia, al ser convertida en vapor fue la potencia que puso en funcionamiento a los motores de aquella época y que imprimieron un nuevo destino y orden al mundo. Más tarde , fue crucial su uso como recurso sanitario y como transmisor de calor o para su empleo como refrigeración.
No obstante, el poco cuidado y el mal uso de los recursos hídricos ha ocasionado el colapso de muchas sociedades en el pasado y, en la actualidad, socava la base del desarrollo humano. Al día de hoy, en todo el mundo, alrededor de 1.4 millones de personas mueren debido a enfermedades relacionadas con la falta de saneamiento del agua, mientras que otras 74 millones más, verán mermada su vida en el corto plazo por esta problemática, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
22 de marzo Día Mundial del Agua
En el año 1992, la ONU declaró que el 22 de marzo se celebrara el Día Mundial del Agua. El propósito principal fue crear conciencia acerca de la urgente necesidad de propiciar el cuidado de los recursos hídricos en todo el planeta.
La efeméride fue propuesta en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que tuvo sede en Río de Janeiro, Brasil, en aquel año. La Asamblea General de la ONU , meses más tarde, a fines de diciembre, adoptó la resolución y declaró el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua.
Desde entonces, el Día Mundial del Agua se celebra con una temática puntual y con objetivos específicos. La primera consigna—en 1994— fue “Debemos cuidar de nuestros recursos hídricos, una misión que es cosa de todos”, mientras que la de rezaba 2023 “Acelerar el cambio y promover la innovación para resolver la crisis del agua y el saneamiento”.
En el año 2015 las naciones del mundo se comprometieron a trabajar para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 de la Agenda Global de la ONU el 2030: “Promover y Garantizar la disponibilidad del agua y desarrollar una gestión sostenible y de saneamiento para todos”; no obstante,pasado el tiempo, aún se está muy lejos de cumplir dicha meta.
Y es que, de acuerdo con los informes de la ONU, en la actualidad, miles de millones de personas aún no pueden ver en la práctica, garantizados sus derechos humanos sobre el agua, ya que una de cada cuatro personas en todo el planeta carecen de fuentes de agua potable seguras . Por otro lado, alrededor de la mitad de la población mundial sufre la falta de un saneamiento seguro y se calcula que un 45% de las aguas residuales no reciben un tratamiento apropiado .
Por ello, el próximo informe en relación al Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo de 2024, estará enfocado en la creación de alianzas y asociaciones para lograr una mejor cooperación y acelerar la marcha para la concreción de los objetivos planteados a nivel global. Pues, según estima la ONU, los gobiernos del mundo deben de trabajar más fuerte y cuatro veces más rápido para poder cumplir con éxito el ODS 6 para 2030.