
Argentina,un país con riquezas naturales únicas, apuesta al cuidado de especies migratorias emblema para el país. Con ello, se abre la esperanza de un futuro posible para muchas especies que hoy, están amenazadas y corren grave riesgo de extinción sin la ayuda adecuada. Un camino que Greenpeace viene apoyando y sosteniendo desde hace décadas a lo largo de todo el territorio nacional.
La Convención para la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS) ha incorporado en su lista a cuatro especies nativas emblemáticas de la Argentina: el guanaco, el chorlito de Magallanes , el tiburón escalandrún y el delfín nariz de botella. Esta decisión ha sido calificada por expertos como un hito significativo, un paso de gran trascendencia en materia de conservación en el país, pero también resaltan la urgencia de abordar con estrategias efectivas, el peligro de extinción que enfrentan estas especies en la actualidad.
Los datos recientes relevados por del Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente de Naciones Unidas reflejan una situación preocupante: el 44% de las especies listadas están transitando por descensos poblacionales agudos, mientras que el hábitat de tres de cada cuatro especies que integran la lista de la CMS está siendo modificado por factores como la pérdida de hábitat, la degradación y fragmentación.
Este llamado de atención para la Argentina, tuvo lugar durante la 14ª Reunión de la Conferencia de las Partes (COP14) en la CMS, que se celebró del 12 al 17 de febrero en Uzbekistán. En este marco, la incorporación de especies argentinas en la lista de la CMS fue el resultado de una estrecha colaboración regional y multiorganizacional, que involucró a expertos en conservación, científicos y organizaciones de países como Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Uruguay y Brasil.
La lista de especies incorporadas para su conservación
El guanaco austral o guanaco sureño , considerado como el más abundante de los grandes herbívoros originarios de los pastizales de sudamérica, ha sufrido un alarmante descenso de su población en los últimos años, principalmente a causa del sobrepastoreo y creciente aridez causada por el cambio climático. La incorporación del guanaco en el Apéndice II de la CMS ha sido catalogado como un hito crucial para el fortalecimiento de las iniciativas de conservación fronteriza y para la promoción de un manejo sustentable de la especie.
Por otro lado, se encuentra el tiburón escalandrún, un depredador tope de los ecosistemas marinos, que en la actualidad, enfrenta una reducción significativa de su población debido a la presión pesquera comercial y deportiva. Su inclusión en los Apéndices I y II de la CMS es considerada fundamental para la implementación de acciones de cooperación regional entre Argentina, Brasil y Uruguay con el objetivo de proteger esta especie en serio peligro de extinción.
En el caso del chorlito de Magallanes, un ave que habita la estepa patagónica austral, su inclusión se debió a que en la actualidad, se enfrenta a una serie de amenazas graves como son la pérdida de su hábitat y la interferencia humana en su zona de nidificación. La inclusión de la especie en el Apéndice I de la CMS enfatiza la necesidad e importancia de proteger de modo urgente, su hábitat y asegurar con ello la supervivencia de una especie clave, que es la indicadora de la salud de los ecosistemas marinos y costeros de la patagonia.
Finalmente, se encuentra el delfín nariz de botella de Lahille, que habita en las aguas costeras del sur de Buenos Aires hasta Chubut, una especie que está experimentando una disminución alarmante de su población producto de la conjunción de diversas amenazas, que incluyen la captura incidental en redes de pesca y la contaminación acústica y química. Su inclusión en los Apéndices I y II de la CMS destaca la necesidad de abordar con urgencia estas cuestiones para garantizar la supervivencia de una especie emblema del Mar Argentino.
Greenpeace celebra la la incorporación de estas especies argentinas a la lista de la CMS , un hecho que representa un paso fundamental hacia la protección integral de la biodiversidad y destaca la importancia de la cooperación internacional y las acciones coordinadas para hacer frente a los desafíos de conservación estas especies migratorias que hoy se encuentran en extremo vulnerables.