
Hoy Greenpeace te acerca algunos consejos prácticos para evitar respirar en grandes cantidades el aire contaminado de las ciudades. Un flagelo que afecta en mayor medida a los niños pequeños ya que son los más vulnerables a la contaminación presente en el aire.
El aire que respiramos a diario, sobre todo en las grandes metrópolis del mundo, está cada vez más contaminado, según advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS) . La contaminación atmosférica del aire es responsable de alrededor de siete millones de muertes al año a nivel global, según detalla su reciente informe acerca de la calidad del aire, y lo más alarmante ,es la fuerte evidencia de que estos efectos son mucho más graves en los niños.
Se cree que en la actualidad, el 99% de los niños del planeta respiran aire contaminado. En los más pequeños, las partículas tóxicas presentes en el aire pueden desencadenar enfermedades como el asma y además, afectar la capacidad pulmonar y su desarrollo cognitivo . La OMS estima que cerca del 94% de los menores de 15 años respiran aire contaminado en nuestro planeta, de acuerdo al informe publicado bajo el nombre “Contaminación Atmosférica y Salud Infantil”.
En los adultos, el mismo documento de la OMS, revela que aproximadamente un tercio de las muertes por accidentes cerebrovasculares (ACV) , cáncer de pulmón y enfermedades al corazón tienen estrecha relación con la contaminación del aire. Además, de ser imposible cuantificar la cantidad de personas que se encuentran sufriendo otras enfermedades respiratorias, alergias y dermatitis producto de los tóxicos presentes en el aire de las grandes urbes.
¿Cómo se pueden contrarrestar estos efectos negativos?
Respirar aire más limpio puede convertirse en un gran desafío para las personas que viven en las ciudades. Pero, los expertos dicen que esta no es “ una misión imposible” de lograr. A continuación, Greenpeace te acerca algunas de las acciones efectivas y simples a tener en cuenta a la hora de circular por las ciudades para reducir la exposición a los contaminantes en el aire.
1- Se deben evitar las calles con más tráfico .
Un estudio de King’s College, una institución que forma parte de la Universidad de Londres, comprobó que caminar por una calle paralela, en lugar de hacerlo por la principal, con más caudal de tráfico, reduce la exposición a la contaminación del aire en un 53% en promedio y en algunos casos llega hasta el 60%.
“Si no es posible evitar las calles con más circulación , con más tráfico, hay que tratar de ajustar lo más posible el horario en que andamos en ellas”, señaló Maxell Powell , investigador principal del Instituto Noruego de Investigación del Aire. En general,según explica el experto, los niveles de contaminación en el aire son significativamente más bajos antes de la hora pico que incluso horas después de ella.
Por otro lado, los autos detenidos en tráfico por largo tiempo con los motores encendidos hacen que la hora pico sea particularmente más dañina para la salud. “Aconsejamos si es posible, que se tome como regla general salir temprano de las casas que es el momento en donde el aire se encuentra más limpio”, indicó Powell, aunque dejó en claro que la recomendación variará según la ciudad.
¡Proteger con más ahínco a los niños!
Los niños más pequeños y los bebés pueden estar expuestos a niveles hasta 60% más contaminantes que los adultos, según indica un estudio del Centro Global de Estudios para el Aire Limpio de la Universidad de Surrey, Inglaterra. El motivo es muy simple. Por estar los niños más cerca del suelo por su altura, ellos están más próximos a la altura de los caños de escape.
Los niveles de contaminación del aire son más elevados en el primer metro a partir del suelo, por lo que el impacto de partículas tóxicas que pueden afectar el desarrollo de los niños es mayor. Se calcula que la altura a la que respiran los niños en los cochecitos de bebé es de entre 0,55 metros y 0,85 metros según indica el estudio.
“Los niños son altamente vulnerables a los impactos de las partículas metálicas tóxicas porque sus tejidos, su sistemas inmunológicos y su desarrollo cerebral están en una etapa temprana de desarrollo. Por ello, es extremadamente preocupante y peligroso que estén expuestos a estos niveles de contaminación”, agregó. Los autores del estudio recomiendan en lo posible, evitar calles con mucho tráfico al transitar con niños y usar las coberturas en los carritos de bebé para reducir la exposición al aire contaminado.
Por otro lado, agregan que la escuela puede cooperar de forma positiva en esta problemática. Por ejemplo, adoptando medidas para que los niños no queden expuestos a las emisiones de los autobuses escolares por largo tiempo. Además, para los especialistas es de vital importancia seguir las indicaciones simples anteriormente mencionadas ya que estas pueden ayudar a reducir en más de un 50% los efectos nocivos de las sustancias tóxicas presentes en el aire , según lo establece la Asociación Pulmonar Estadounidense (American Lung Association) .