
Ese es el principal objetivo de Singapur, ya que el país enfrenta uno de los esfuerzos más ambiciosos del mundo para reducir la demanda de agua y mejorar el suministro en su territorio que sufre y sufrirá la falta de agua en el futuro. Greenpeace invita a conocer la lucha y los logros que ya ha conquistado el país en este sentido.
Según estima el Instituto de Recursos Mundiales de los Estados Unidos, Singapur, una pequeña isla-estado , es el quinto país del mundo con mayores probabilidades de sufrir un estrés hídrico en 2040.Y , aunque no es el único país del mundo con este dramático escenario en puerta, apuesta a ser el mejor preparado a la hora de afrontar los desafíos del futuro.
Los datos concretos que aporta el Instituto revelan que alrededor de 2 mil millones de personas,casi una cuarta parte de la población mundial, en la actualidad hacen un uso abusivo e irresponsable del agua. Esto implica que en gran parte del mundo se usan volúmenes de agua mucho más rápido de lo que el planeta puede reponer este recurso natural, por ejemplo cuando proviene de fuentes naturales, como son las aguas subterráneas.
En la actualidad, Singapur obtiene aproximadamente la mitad de los recursos hídricos que necesita del vecino país de Malasia . Este, le vende el suministro de agua que obtiene del río Johor desde 1927, pero el acuerdo actual de abastecimiento, vencerá en 2061 y, el precio que Singapur paga por el agua de Malasia se ha ido elevando de modo estrepitoso y ha generado fuertes disputas y tensiones entre los vecinos durante los últimos años.
El plan de Singapur
Frente a la incertidumbre creciente en relación a las importaciones de agua a largo plazo, y con más lluvias intermitentes o irregulares debido al cambio climático que se prevén en un futuro no muy lejano, Singapur se ha puesto en marcha para abrir su propia senda hacia el autosuministro hídrico. Un proceso que es llevado adelante a través de una combinación de estrategias de conservación rigurosa y de reutilización del agua que se refuerza con la aplicación de tecnología innovadora.
Este camino que se inició en el 2006 en Singapur, una de las naciones del sudeste asiático más prósperas, ha significado una inversión al momento, de alrededor de 500 millones de dólares en la mejora de las tecnologías del agua. También, la estrategia para lograr el autoabastecimiento se ha apoyado en otro eje fundamental que va de la mano de la inversión, y es la realización continua de campañas de concienciación pública para que la población asuma su responsabilidad en esta gesta nacional, que es la necesidad de conservar el agua.
En las próximas cuatro décadas, se estima que la demanda global de agua se duplicará al ritmo del aumento poblacional. Por ello, hoy Singapur ha diseñado un Plan Nacional que se basa en cuatro ejes o “grifos nacionales”: la captura de lluvia en embalses, el reciclaje del agua y la desalinización y por, último las importaciones.
Las soluciones
Para la captura del agua, Singapur ha hecho una fuerte inversión en sistemas de drenaje subterráneo y múltiples represas. El pequeño país , posee en la actualidad un total de 17 embalses que recogen la lluvia que cae en una superficie de casi dos tercios de su área territorial.
Por otro lado, se están probando medidores de agua inteligentes que emplean tecnología inalámbrica y pueden detectar de modo inmediato un uso excesivo o fugas. Además, se construyeron cinco plantas de reciclaje de aguas residuales que hoy día, proporcionan alrededor del 40% de las necesidades de abastecimiento hídrico de Singapur, una cifra que se espera que aumente al 55% para el año 2060.
La tendencia mundial, es que cada vez más ciudades en todo el planeta reciclen las aguas residuales, pero el hecho de que cada gota saneada se pueda luego reutilizar depende en gran medida de la aceptación de los usuarios, según Cecilia Tortajada, investigadora del Instituto de Política del Agua de la Universidad de Singapur “la gente no se muestra muy a gusto a beber de este tipo de agua saneada y recuperada. Se encuentran muchas resistencias. Sin embargo, es perfectamente potable” sostiene.
La desalinización del agua de mar
Para apuntalar aún más los suministros , Singapur también está convirtiendo con éxito el agua de mar en agua potable. Su primera planta de desalinización comenzó a funcionar en 2005 y ahora, ya cuenta con tres en total. Las plantas actualmente operativas pueden abastecer hasta un 30% de la demanda de agua de Singapur.
“Hoy en día, la posibilidad de que Singapur pueda abastecerse totalmente de agua y renunciar, por fin, a las importaciones de Malasia ya no es de todo impensable” indicó King Wang Poon, director del Centro Kuan Yew para Ciudades Innovadoras de la Universidad de Tecnológica de Singapur. Un hito, para cuya concreción Singapur se halla trabajando arduamente desde hace largo tiempo, y ciertamente contra todo pronóstico, logrará cumplir.