Un equipo del Laboratorio de Restauración Ecológica de la UNAM (Universidad de México) ha elaborado un plan estratégico para salvar a una especie de anfibio clave que habitan de la Cuenca de los lagos mexicanos. El axolotl, que está en peligro de extinción, es una rareza de la biología y además, un símbolo nacional en México.
Observar un ejemplar de ajolote, es sencillamente una experiencia de realismo mágico. Una absoluta maravilla de la naturaleza que se asemeja a un pequeño dragón acuático con cara y sonrisa hechas de mazapán. Según establece la mitología milenaria azteca, el axolote por definición, un monstruo acuático (del idioma náhuatl: atl significa ‘agua’ y xolotl refiere a ‘monstruo’).
Desde el punto de vista biológico, también es un anfibio sorprendente , enigmático y posee cualidades nunca vistas en la naturaleza. Por ejemplo, el ambystoma mexicanum, considerado un animal icónico en la región de Xochimilco, no alcanza nunca su madurez y aun así puede reproducirse. También, puede sanarse a sí mismo regenerando su propio cuerpo. Es decir, si pierde una pata, su particular biología la repone. Es un verdadero prodigio. Pero, lamentablemente, hoy corre serio peligro de extinción.
En el laboratorio donde se lleva adelante el proyecto de conservación de los ajolotes, se encuentran dispuestos enormes tanques piscina , en donde son alojados unos 180 ejemplares. Los que están más crecidos, se denominan exploradores, y al parecer, ya se encuentran aptos para ser trasladados a refugios . Luego, están los juveniles, que cumplen con suma calma y placidez las fases de su desarrollo hacia la adultez.
Un ambiente para ajolotes cinco estrellas
La colonia guarda condiciones ambientales óptimas: un ambiente fresco con temperaturas acuáticas estables. Aquí, la calidad del agua es monitoreada de forma permanente para asemejarla lo más posible a la del entorno natural de los ajolotes.
En este recinto,donde día a día la dedicación del equipo de científicos y biólogos está salvando a una especie icónica de México como son los ajolotes, estos por su parte, han encontrado aquí una senda de esperanza, una posibilidad abierta al futuro. Y, todo ello ocurre dentro de las oficinas estatales del Instituto de Biología de la UNAM, un gabinete de vida .
La tarea es ardua y permanente . De modo metódico, los científicos realizan una supervisión diaria y constante de la piel de los ajolotes y su estado de salud integral. Además, se los alimenta de modo adecuado con procedimientos que favorezcan la conservación de su instinto de caza, cuya preservación es fundamental para el momento en que sean liberados. Por ello, estas piletas son un espacio que se ha convertido en un lugar privilegiado para la especie, en un refugio seguro para los ajolotes que los guarda , al menos, momentáneamente de la extinción.
Los comienzos de la aventura con los ajolotes
Luis Zambrano comenzó a trabajar con ajolotes hace más de 20 años,allá por el 2002. “En 1998, según los primeros datos relevados”- explica Zambrano- “ había 6.000 ajolotes por kilómetro cuadrado. En el último censo realizado en 2014, la población era de solo 36 ejemplares” indica el biólogo.
Zambrano y su equipo, identificaron tres causas principales que favorecieron el inicio de la extinción de esta icónica especie mexicana . La primera razón es la introducción de peces exógenos en las lagunas donde habitan los ajolotes. Esto hizo que rápidamente las especies se convirtieran en competidores entre sí por el alimento y además, los invasoras se comían a sus huevos.
El segundo problema es la contaminación. Los investigadores analizaron los niveles de contaminación del agua y descubrieron que los anfibios como los ajolotes, prefieren áreas con calidad de agua superior. Y el tercero, es el estrés que le que provocamos los seres humanos a los ajolotes , especialmente por el ruido y la luz. Si un ajolote está estresado, morirá muy rápido, y cuando muera, lo hará rápidamente.
Cómo ayudar a los ajolotes
Se puede cooperar con el proyecto del Dr Zambrano mediante contribuciones para diversos tipos de apoyo a los ajolotes. Las personas podrán contribuir para su alimentación diaria,o apoyar a su colonia dándole un nombre a cada ajolote y participando en la protección del refugio Chinampa de Xochimilco, fundado por el Dr Zambrano.
“El programa de adopción cuya seriedad respalda Greenpeace destina el dinero recaudado a restaurar los hábitats de las especies de anfibios de la Cuenca de los lagos mexicanos y , además promueve la protección de la flora y fauna locales mediante programas de mejora de las prácticas agrícolas tradicionales”, explicó Zambrano.
El proyecto del Laboratorio de Biología de la UNAM para la protección del ajolote en Xochimilco, representa un compromiso serio y de gran valor para proteger una especie especie icónica de México, pero también para restaurar un ecosistema de incalculable valor ecológico.
La colaboración entre científicos, agricultores y la comunidad en general, es esencial para salvar las lagunas, proporcionar un refugio seguro para los ajolotes y garantizar la existencia continua de un ecosistema rico en biodiversidad . Adoptar un enfoque integral que combine la conservación del hábitat natural, la concientización y el apoyo financiero es clave para preservar los recursos de Xochimilco y proteger a este magnífico anfibio de la extinción. El ajolote merece una oportunidad a futuro, y todos podemos hacerlo posible con nuestro compromiso.