
Celebrar las fiestas de modo ecológico debe ser una prioridad para todos, por eso, Greenpeace alienta la iniciativa circular de una comunidad mexicana para celebrar estas navidades en sintonía con las necesidades ambientales : adquirir un árbol natural “crecido” de forma responsable por los lugareños .
Al acercarse las fiestas navideñas, las familias comienzan a ilusionarse con el armado de su árbol ideal. El gran dilema para muchas personas en el hemisferio norte, donde se honra esta tradición de modo especial, es, si deben adquirir un árbol artificial o natural.
Esta es una de las decisiones más importantes para muchos durante el mes de diciembre y , a medida que crece la conciencia ambiental, cada vez más personas consideran adquirir árboles de Navidad responsables.
Esto se debe a que, según estudios, un árbol artificial contribuye al menos seis veces más a profundizar el cambio climático y al agotamiento de los recursos primarios que uno natural. Este impacto en extremo negativo, se ve agravado por el hecho de que la mayoría de los árboles artificiales terminan en los tachos de basura luego de los festejos, y por su composición, son muy difíciles de reciclar y pueden tardar muchas décadas o incluso siglos en degradarse por completo.
Como alternativa, los árboles naturales de Navidad , crecidos dentro de un circuito de economía responsable ofrecen una alternativa , aunque no lo parezca a primera vista, más ecológica. En total, generan casi un 39% menos de emisiones de Gases de Efecto Invernadero y también, cumplen un papel fundamental en la absorción de CO2 durante la etapa de crecimiento. Además, elegir un árbol natural producido de modo local ,y dentro del marco de la economía circular , reduce aún más la huella de CO2, ya que de este modo, se evitan las emisiones de gases nocivos originados durante la importación.
Sin embargo, Greenpeace apostó a ir más allá y fomentar la protección de los recursos naturales y forestales a través de una campaña que incluye la cooperación entre la ONG Reforestalia y una cadena de reconocidos restaurantes en México llamada Toks. ¿Quieres saber en qué consiste? ¡Te lo contamos!
Distribuyendo árboles de navideños responsables
La alianza entre Greenpeace, Reforestalia y Restaurantes Toks es un ejemplo muy inspirador de cómo las iniciativas de conservación y la industria pueden unirse en beneficio de los valiosos recursos forestales mexicanos. Durante los últimos años, Restaurantes Toks ha demostrado su firme compromiso con la sostenibilidad ambiental, al implementar voluntariados sistemáticos para cuidar el Bosque Toks, que se encuentra en el km 43.5 de la ruta México-Cuernavaca. Este bosque, que es en la actualidad, administrado y supervisado por Reforestalia, una ONG dedicada a fomentar el cultivo y la renta sustentable de numerosas especies de árboles, incluye el cuidado y protección de especies emblema, como el pino mexicano ayacahuite, el abeto Douglas y el oyamel.
Este año 2023, la intensa dedicación de casi cien personas, incluyendo a los directivos de la cadena de Restaurantes Toks, así como a destacados miembros de instituciones educativas como es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional Politécnico (IPN), en el desarrollo de las actividades de voluntariado, deja entrever el fuerte compromiso comunitario para conservar y aprovechar de modo sustentable y responsable los bosques mexicanos. Esta iniciativa de trabajo compartido, se constituye en un modelo emblema para ser imitado por otras empresas y organizaciones, que deseen ser las protagonistas de la construcción de un futuro más sustentable para los ecosistemas locales y para las comunidades.
«Es muy importante que la cadena de restaurantes involucrada en la iniciativa, cumpla con la promesa de reforestar, ya que no solamente debe vender la idea de que nuestros árboles van a ser reinsertados en el bosque, sino que realmente se haga esto, que se vea y se documente para brindar con ello un mensaje esperanzador y válido, digno de ser replicado por otras comunidades forestales de México y el mundo ». comentó Pamela López, personal de la cadena de Restaurantes Toks.
La acción del voluntariado
Durante una jornada normal de voluntariado, los participantes realizan una serie de tareas orientadas a fomentar la conciencia ambiental como son la participación en actividades de integración y juegos que destacan la importancia de la contribución comunitaria al cuidado forestal. Esto estrecha los lazos de los participantes que luego se abocan a la actividad principal de la jornada de voluntariado que es la plantación de árboles.
Los participantes son divididos en dos grupos: un grupo se dedica a plantar árboles jóvenes suministrados por el vivero local, y el otro, se ocupa de reinsertar los árboles navideños que fueron utilizados por la cadena de Restaurantes Toks en las fiestas. Estos ejemplares, que habían sido tratados de modo particular con nutrientes y abono especial, se plantan con la intención de que permanezcan de modo permanente en el bosque, y en general suelen sobrevivir más del 90% de ellos.
Celebrar la Navidad de modo ecológico y responsable con árboles naturales rentados, es una iniciativa práctica y novedosa que ha tomado mucha fuerza gracias a iniciativas de ONGs como Reforestalia que, con la ayuda de Greenpeace, busca dar a los mexicanos la oportunidad de celebrar la Navidad y generar cuidado ambiental de modo simultáneo. Por ello, esta acción tiene un propósito bien claro: permitir que todas las familias tengan un pino navideño en sus hogares para celebrar las fiestas, mientras se contribuye a la educación ecológica de los más pequeños. En torno a los festejos está la idea central de devolver el árbol al bosque luego de ser utilizado, para que pueda continuar brindando los servicios ambientales esenciales que debe cumplir en la naturaleza.