
Las zonas costeras de Sudáfrica son el hogar de más de la mitad de los pingüinos africanos que hoy luchan por su subsistencia. El cambio climático ha puesto en jaque a la especie que ya ha disminuído en un 90% y que hoy, gracias a la ayuda de Greenpeace y destacados equipos de conservación apuestan con esperanza al futuro.
En el pasado, los pingüinos africanos de Algoa Bay , un enclave que es el hábitat natural de la especie, cavaban en la húmeda tierra sus madrigueras. Allí, entres las capas centenarias compuestas y enriquecidas por los excrementos de sus antepasados, se disponían a poner y esconder sus huevos.
Pero, a lo largo del discurrir del siglo XIX, ese rico material, conocido como guano, fue recolectado sistemáticamente para ser exportado al Reino Unido como fertilizante. Y desde aquellos tiempos, entonces los pingüinos de Algoa Bay anidan a cielo abierto. Así , expuestos a la intemperie quedan a la merced de los depredadores y del calor, sufriendo las consecuencias de modo indecible.
Shaun Welman, un zoólogo de la Universidad Nelson Mandela (NMU), fue testigo de inclemencia del clima que impacta en ellos de modo implacable: pingüinos parados con sus ojos cerrados, las cabezas gachas y los picos abiertos bajo el sofocante calor del rayo del sol al mediodía, luchando por cuidar sus huevos de los depredadores y resguardandolos de la disecación.
Amenazas y soluciones
La evolución natural ha hecho que los pingüinos pudieran retener el calor al sumergirse en las aguas heladas. Y es común que en el momento de anidar, los padres dejen el nido para refrescarse en el mar, pero si sus madrigueras no son las adecuadas los huevos y polluelos quedan desprotegidos.
El cambio climático y la recolección del guano han provocado una disminución sideral de la población de los pingüinos africanos desde 1900. De tres millones de ejemplares hoy se cuentan apenas 48.000 ejemplares.
Sin embargo, ante este escenario desolador, un equipo de conservacionistas con el apoyo de Greenpeace se han propuesto luchar por un futuro para la especie. El equipo de científicos que lidera Welman, durante los últimos cuatro años, estuvo elaborando un plan de acción para brindar una solución eficaz a la problemática de los nidos de pingüinos en Algoa Bay.El plan rondó alrededor de una idea innovadora. Los científicos diseñaron unas cajas nido de material cerámico confeccionadas a mano. Unas 1500 cajas fueron dispuestas alrededor de las cinco colonias de pingüinos de Bird Island en Algoa Bay, África, donde la mitad de la población de pingüinos africanos del mundo encuentran su refugio.
Nidos artificiales que funcionan como aislantes del calor
En Sudáfrica, los nidos de cerámica resultaron exitosos.Estos modelos de doble pared superaron a las madrigueras de guano natural como medio para mantener frescos , ante la inclemencia del calor, a los pingüinos africanos. Los particulares diseños hechos de una doble capa con forma de caparazón modelados en tela y empapados en una mezcla de cerámica parecen un pequeño iglú.
Según comprobó el equipo de Welman, los nidos de cerámica se mantienen cerca de 1°C por debajo de la temperatura corporal que tiene un pingüino en reposo (37,6°C) , mientras que en lo relativo a su humedad rondaron el 70 por ciento. Los nidos fueron sumamente efectivos, afirmó Welman, además agregó que “si los pingüinos adultos tuvieran que alejarse de los nidos por cualquier circunstancia, los huevos de sus polluelos no correrían peligro de sobrecalentarse”.
Christina Hagelman de BirdLife Sudáfrica, afirmó que los resultados positivos obtenidos a partir de la implementación de los nidos de cerámica en la población de pingüinos, los han constituído en una herramienta crucial en las estrategias de conservación de la especie . “Era imperioso encontrar una solución eficaz, dado el grado de vulnerabilidad actual de la población de pingüinos africanos”, dice.
Factores a evaluar para una efectiva conservación
En la actualidad, una de las principales causas que diezman las poblaciones de pingüinos , además de las altas temperaturas, es la sobreexplotación en la pesca de las especies de anchoas y sardinas,el alimento predilecto de estas aves marinas.
Como estrategia ampliada tendiente a la conservación del pingüino africano, los conservacionistas y científicos han solicitado al gobierno sudafricano un cese de la pesca comercial alrededor de lasa seis colonias de pingüinos africanos en Bird Island, África hasta que las poblaciones de la especie se recuperen. Una medida que colaborará en gran medida para la necesaria y urgente protección que necesita esta especie para subsistir.