El equipo de Greenpeace en el Hemisferio Norte , lucha contra viento y marea para proteger a los tiburones que se refugian durante su ciclo reproductivo en las bahías y pantanos costeros de Nueva Jersey , Estados Unidos. Hoy, la propuesta es conocerlos para colaborar con su protección.

El cuidado de los tiburones de la Bahía de Nueva Jersey es vital para los ecosistemas marinos. Aunque sea una especie que cause temor entre la gente que se adentra en las aguas de esta tranquila y concurrida bahía.
Por ello, Greenpeace, en cooperación con el Instituto para la Conservación de la Vida Marina de Florida , ha trabajado arduamente para encontrar formas concretas y efectivas para proteger a las especies que habitan en la región.
Es la parte trasera de la pacífica y encantadora bahía de Nueva Jersey la que alberga en sus aguas, a varias especies de tiburones ya que actúa como reservorio, proporcionando abundante alimento para las crías que se encuentran en su fase de crecimiento. La zona, en su conjunto, es una área natural que además alberga una riquísima y abundante biodiversidad marina.
Una Bahía rica en recursos
Nueva Jersey tiene alrededor de 200.000 acres de costa. Estos hábitats están formados por estuarios que limpian el agua y actúan como primera línea de protección contra las fuerzas de las olas entrantes cuyo ímpetu puede afectar gravemente a la población de las zonas costeras, cuya fuente de subsistencia se basa principalmente en la pesca y las actividades de recreación marinas.
Los tiburones más jóvenes suelen permanecer en este estuario para ganar tamaño, confianza y habilidades de caza durante casi un año antes de hacerse a la aventura de nadar en mar abierto, donde la vida se vuelve para ellos un poco más complicada y peligrosa.
Algunos depredadores de estos tiburones jóvenes, como los grandes tiburones blancos y las guacamayas, nadan en las profundidades y están allí al acecho y no dudan en atacar a sus primos más jóvenes y más inexpertos a la hora de hacerse al mar. Los tiburones jóvenes que sobrevivieron a esta primera prueba en las aguas del Atlántico suelen regresar a su bahía natal para pasar allí una segunda maduración. Después de esta etapa, pasan el resto de su vida en el mar.
Los científicos y su lucha por salvar la especie
El Dr. Dunton , líder del Proyecto de Conservación de Tiburones de NY, explicó que el sistema de la investigación se basa en una “etiquetas de tiburón” que consisten en pequeños dispositivos que son implantados en el animal y que emiten señales o “pings” acústicos.
Estas señales, o “pings”, son capturadas por sensores especiales a lo largo de la costa este para que los científicos puedan rastrear las rutas o viajes oceánicos de los tiburones, lo que permite al equipo del Dr. Dunton ver cómo se mueven los tiburones por la bahía y los pantanos de Nueva Jersey y a lo largo de toda la costa.
“Los más jóvenes pasan aquí casi un año creciendo y alimentándose, y luego inician su viaje hacia el océano. Algunos regresan en su segundo año de vida” cuenta el Dr. Dunton.
La importancia de restaurar hábitat de los tiburones
Los biólogos llevan años siguiendo los movimientos de los tiburones utilizando la última tecnología disponible para su monitoreo. Gracias a estos avances se ha podido conocer cómo transcurre su vida en el mar.
Greenpeace trabajó en la realización de un vídeo educativo con el profesor de biología de la Universidad de Monmouth, Keith Dunton, para difundir cómo viven los tiburones en la bahía y las costas de Nueva Jersey y las amenazas que se ciernen sobre la especie frente a la suba de temperatura del mar.
Como resultado del cambio climático, tormentas impredecibles azotan el golfo con mayor frecuencia y el aumento del nivel del mar se ha acelerado. Estos fenómenos provocaron el ahogamiento y desaparición de muchos pantanos de Nueva Jersey.
Tecnología de vanguardia y medidas de protección ambiental
Greenpeace, para colaborar en el rescate de la especie, está recaudando fondos para utilizar soluciones naturales innovadoras para ayudar a los humedales y pantanos a recuperarse y sobrevivir.
Tecnología de punta, que utiliza sedimentos dragados de canales de barcos obstruidos para revitalizar humedales en deterioro ambiental, ha permitido la restauración de 60 hectáreas de humedales en Fortescue y Avalon.
Con resultados prometedores, se está trabajando en la actualidad para expandir la tecnología a otros lugares similares y en paralelo bregar por políticas adicionales que protejan y restauren los hábitats costeros de la bahía de Nueva Jersey. Ya que, si las amplias praderas de la bahía se deterioran sin remedio ya no podrán proporcionar los recursos alimenticios y las condiciones necesarias para que vivan y se reproduzcan los tiburones y muchas otras especies de gran valor para el ecosistema.
El Dr. Dunton concluyó que “si bien la industria del entretenimiento retrata a estos peces como villanos despiadados, nuestro miedo a los tiburones debería verse eclipsado por un pensamiento aún más inquietante o aterrador: un mundo sin ellos”.