Mediante la adopción virtual de un árbol que será sembrado por el equipo de Greenpeace en La Amazonía, te comprometerás de una forma concreta con el bienestar de las comunidades indígenas y con la reducción de tu huella de carbono.
El árbol es símbolo de la vida, de la apuesta al futuro. Más aún si se siembra en aquellas regiones del planeta que están siendo devastadas mediante la deforestación intensiva. Estás prácticas no solo afectan la salud del planeta, privándolo de un mecanismo fundamental de autoequilibrio, sino que ponen en jaque la vida de las comunidades originarias que habitan en el interior de la selva amazónica.
Las comunidades que poseen la selva como hogar sufren la pérdida de las áreas selváticas como una herida en su propio ser. Es tan estrecho su vínculo con la Madre Tierra que no les es posible mitigar de forma efectiva todos los males que la pérdida de su entorno les ha ocasionado.
Por ello, hoy Greenpeace te invita a adoptar un árbol de modo que así , mediante este compromiso simbólico y económico, le estarás donando al planeta, al Amazonas, y a sus pobladores , las comunidades indígenas la posibilidad concreta de mitigar su principal causa de deterioro: la deforestación.
Reforestar es cuidar el pulmón del planeta , su gente y sus ecosistemas.
En la campaña de Greenpeace “Salvando el Amazonas” buscamos erradicar de modo efectivo la pobreza multidimensional que afecta a las comunidades de la región y procurar garantizar el bienestar de los indígenas por medio de programas intensivos de siembra de árboles. Esta iniciativa , de la mano de expertos en forestación, cumple una doble misión : mientras se combate la deforestación se contribuye a preservar la Amazonía. Con cada adopción que se realice , podremos trabajar en proyectos concretos de restauración de las zonas más dañadas de la selva mientras apoyamos a las comunidades indígenas ancestrales a rediseñar su hábitat, su entorno , su hogar.
Colaborando mediante un aporte económico se procederá a sembrar en tu nombre un árbol nativo en el Amazonas. Desde ese momento, ese árbol será mediante tu gesto de adopción, “tuyo”, podrá llevar tu nombre, el de alguna persona que te sea significativa ( amigo, hijos, pareja, familiar fallecido) o el que vos le elijas. también puede ser parte de un regalo que le quieras realizar a alguien; pero más allá de esto, el árbol será plantado en tu nombre por las comunidades indígenas con las que trabajamos en la selva de la Amazonía .
Como recuerdo de tu bonito gesto, recibirás una carta con la foto del árbol sembrado en tu nombre y un certificado que lleva los datos de georeferencia , es decir las coordenadas de siembra del árbol para que lo puedas ubicar de manera virtual con Google Earth. También, durante tres años el equipo te enviará una foto de seguimiento para que puedas ver su crecimiento.
Una maravillosa forma de compensar tu Huella de CO2
Quizás no lo sabías, pero una persona que lleva un estilo de vida promedio ( moderado) se calcula que produce casi 4 toneladas de C02 por año. Y, en promedio, cada árbol que se siembra puede capturar también, 4 toneladas de C02. Con ello, estarás equilibrando tu impacto negativo en el medio ambiente cada año.
Sembrar, se sabe, es una apuesta al futuro y hoy, necesitamos apostar a la esperanza mediante la siembra de millones de árboles para contrarrestar la huella negativa que la cantidad de CO2 emitido por la actividad humana le imprime al planeta.
Mediante esta iniciativa, estarás cooperando con más de 900 familias de diversas comunidades indígenas que cuentan contigo. Puedes entusiasmar a tus familiares y amigos ya que de este modo podrás ser canal de apoyo en la conservación efectiva de la Amazonía y del bienestar de sus comunidades.
Mery , activista de Greenpeace sostiene “LLevar aliento a las comunidades indígenas, solventar sus necesidades básicas en relación a la provisión de medicinas y elementos básicos para su sustento y desarrollo, es algo que dejará una huella positiva en el alma de quien se sume a este tipo de iniciativas. Plantar un árbol, es sembrar vida y esperanza en que podemos cambiar para bien el rumbo del Amazonas y sus comunidades”