Incentivar el cuidado del medioambiente mediante la aplicación de recursos prácticos, fáciles y estimulantes es algo que Greenpeace se ha propuesto difundir en todo el planeta. Mediante consejos simples, todos podemos volvernos activistas pro-cuidado de nuestra Tierra y con ello obtener resultados positivos en el corto y largo plazo.
El reciclaje es una práctica muy recomendable que podemos llevar adelante todos, grandes y chicos, en nuestro día a día familiar y para la cual no se requieren conocimientos especializados. Es tan sólo una cuestión de responsabilidad y voluntad de cuidado de nuestro planeta, valorando lo que nos brinda y actuando en consecuencia.
Desde Greenpeace creemos que la responsabilidad es una actitud que se puede trabajar desde la familia, partiendo desde la toma de conciencia acerca de lo que consumimos, hasta cómo procedemos con lo que desechamos. Siempre, teniendo la mirada en que, lo que hacemos o no , en relación al reciclado , tendrá efectos tanto positivos o negativos que impactarán en la Tierra.
Ciudadanía global y reciclaje : algunas ideas útiles
Que importante sería si todas las personas, en el lugar del mundo en el que habiten , se unieran en el ejercicio sencillo del reciclado. Reciclar es una forma de marcar la diferencia e incidir positivamente en nuestro entorno.
Greenpeace te propone algunas ideas sencillas para activar el reciclado en tu casa. Pero, lo importante es partir desde el hogar con una buena educación en valores y en la sensibilización acerca de la importancia del cuidado de los recursos naturales. Aquí van algunas de nuestras sugerencias para el reciclaje de materiales y productos. ¡ Desde hoy se puede comenzar en casa!
1.Usar cubos de colores para cada tipo de residuo
Ello implica asignar a cada tipo de residuo un cubo de un determinado color. Este sencillo método hace posible una clasificación eficaz de nuestra basura y evita la duda acerca de si estamos realizando bien el procedimiento de separación de los deshechos.
2.Reutilizar siempre aquello que merezca una segunda oportunidad.
Esto implica poder repensar que cuando un producto cumple su primer ciclo de uso pueda ser utilizado de otro modo antes de ser tirado a la basura. Por ejemplo, esto puede ser la oportunidad ideal para reutilizarlo en esa misma función o en otra, sólo se trata de activar la creatividad. Esto vale tanto para diferentes materiales como para la ropa o los juguetes.Actuando así, estaremos favoreciendo la disminución del impacto que provocamos al adquirir u desechar artículos de modo constante.
3.Evitar la compra de productos envueltos en plásticos
El plástico es uno de los materiales cuya descomposición tarda más en ser realizada por el medioambiente; se calcula que se necesita casi un siglo para que el plástico sea degradado. Pero, ocurre que además , en su fabricación se emplean recursos que no son renovables. Por ello, si nos abstenemos lo más posible de consumir este tipo de productos, podemos contribuir a que la demanda disminuya. Se recomienda en estos casos, el adquirir alimentos como verduras, frutas y huevos sin ningún tipo de envase o incluso con otros que sean renovables .
4. Educar en casa acerca de la importancia del reciclado.
Los valores en relación al cuidado del medioambiente deben comenzar en casa. Los más pequeños deben aprender a querer la naturaleza y a cuidarla, imitando a sus padres en sus diarias acciones y colaborando con ellos. Es muy recomendable enseñarles acerca del reciclado como si se tratara de un juego más y que diviertan con ello.
5.Cambiar nuestros modelos actuales de consumo
Los adultos debemos repensar la idea de nuestras prácticas de consumo y cambiarla por un nuevo paradigma. Hoy día, se debe apostar por un modelo que se enfoque en las necesidades reales y esenciales y descartar todo consumo automático sin una reflexión previa. Los adultos deben educar en nuevas pautas de consumo , en una vuelta a lo simple e imprescindible. Muchas veces la felicidad se encuentra en disfrutar de un juego sencillo , en volver a la naturaleza y en el cuidado de lo bueno que nos regala el entorno y, no en el mero hecho de consumir más productos.
Recordemos que cualquiera sea la forma en la que decidamos reciclar, lo que cuenta es que la pequeña acción en lo cotidiano. Allí es donde se dará el impacto positivo sobre el medioambiente y el planeta. Y si, además, se logra transmitir a los más pequeños esta vocación de cuidado por el entorno, ¡el valor será doble!