Cada año Greenpeace desarrolla diferentes acciones para dar a conocer de qué manera la gente puede contribuir en el cuidado de los océanos. Una de ellas es la educación y la difusión de las principales amenazas para nuestros océanos, porque para Greenpeace, la toma de conciencia es el pilar del accionar responsable.
Los océanos son el pilar de la vida que se desarrolla en la Tierra: nos dan oxígeno y hacen posible la vida de innumerables especies . En la actualidad , casi el 3% de las aguas que los conforman están bajo protección. Sin embargo, la realidad es que esto resulta poco eficiente en materia de conservación a largo plazo.
Pero, gracias a la reciente firma del Tratado Global de los Océanos, este horizonte puede modificarse ya todas las naciones del planeta han establecido un compromiso conjunto para proteger al menos un 30% de las aguas internacionales de los océanos para 2030.En Greenpeace creemos que esto , aunque es un paso adelante, resulta insuficiente y todos debemos seguir luchando para conseguir ampliar esta franja de protección oceánica.
1. La amenaza de la minería submarina
La minería submarina es una industria potente cuyo fin es extraer metales como el cobalto, el manganeso o el níquel de los fondos oceánicos, que se encuentran ubicados a más de 4.000 metros de profundidad en territorio de aguas internacionales.
Para llevar adelante esta empresa, se deben movilizar máquinas colosales que posibilitan la perforación de todo el fondo y la extracción de los nódulos metálicos. Lo trágico es que estas acciones altamente nocivas en los fondos oceánicos destruyen toda la abundante biodiversidad existente en estos ricos ecosistemas que además, son únicos por sus particulares características.
2. La amenaza de la sobrepesca
En la actualidad, los océanos se encuentran en una situación alarmante y crítica,ya que el 36% de los recursos pesqueros globales están sobreexplotados. Por ello, es necesario que los gobiernos tomen cartas en el asunto y protejan a todas aquellas comunidades pesqueras que dependen de este recurso como único sustento y fuente de proteína. Es de crucial importancia impedir que la pesca industrial deprede los mares a costa de las personas cuya situación es más vulnerable y se siga propiciando la drástica disminución de población de especies de rayas y tiburones como la que ha tenido lugar en los últimos años.
3.La amenaza de la contaminación plástica y petrolera
Se calcula que cada año llegan a los mares y océanos alrededor de 12 millones de toneladas de desechos. En datos objetivos, unos 200 kilos de basura van a parar , por segundo, al mar.
La fauna marina sufre en consecuencia ya que muchas especies confunden los microplásticos con larvas, los ingieren y es así como éstos pasan a estar presentes dentro de la cadena trófica.
A ello, se le debe agregar la contaminación por el uso de combustibles provenientes de elementos fósiles que, junto con las grandes empresas petroleras suponen una gran amenaza por las altas probabilidades de escapes o vertidos de petróleo en el mar.
También es frecuente que muchos animales encuentren a su paso redes de pesca perdidas o abandonadas que generan un gran impacto negativo en la fauna marina que interceptan, que se enreda en ella y muere.
4. La amenaza del cambio climático
Los océanos pueden absorber casi un 25% de las emisiones de dióxido de carbono que se genera anualmente. Pero sucede que, cuando la concentración de CO2 presente en la atmósfera aumenta , los océanos deben realizar un sobreesfuerzo para poder absorber una mayor cantidad de CO2. Es decir, se ven obligados a adaptar sus mecanismos de regulación a las necesidades de la atmósfera. El problema radica en que, si algún día llegara a saturarse la atmósfera,los océanos no tendrían más capacidad de absorber todos los gases de efecto invernadero que se produzcan. Por ello, se debe actuar de modo urgente para reducir las emisiones y hacer frente a la crisis climática en la que nos encontramos.
5. La amenaza de la destrucción de los hábitats marinos
La creciente degradación de los ecosistemas de mar pone en serio riesgo de supervivencia a la gran variedad de especies que pueblan las aguas. La creciente acidificación , como consecuencia de captura de CO2 por las masas oceánicas, altera el pH del agua causando graves e irreparables daños a las especies marinas únicas como los corales, que no soportan estas nuevas condiciones que plantea el mar .
Por todas estas razones Greenpeace necesita que cada persona tome conciencia de que su aporte y participación puede contribuir a cambiar el horizonte negativo para la vida del mar . Luchar por su conservación es luchar por la vida en tierra y por un futuro viable para las próximas generaciones.