En España se hace urgente conseguir la sanción de una ley anti plásticos de embalaje. Una proliferación de este tipo de envoltorio no se ajusta con las necesidades crecientes para lograr un mejor cuidado ambiental de cara al siglo XXI. Por ello, se necesitan voces que se sumen para remediar la situación.
Es cada vez más urgente denunciar el #Plasticoilegal que vemos como envoltorio de frutas y verduras en las estantería de todos los supermercados.
En España por ejemplo, desde la aprobación del Real Decreto en el mes de diciembre del año 2022, este tipo de plástico debería tener los días contados, pero lamentablemente no es así. Ocurre ,que el lobby del plástico y el lobby del sector agroindustrial , han aparecido con toda su fuerza de acción para sabotear cualquier iniciativa para avanzar en este sentido, y que exija un compromiso concreto con el medio ambiente.
Para exigir la existencia de una ley de #Plásticoilegal, Greenpeace España pide la colaboración de toda la sociedad, e invita a que la gente se sume a la iniciativa que consiste en colgar fotos con el mencionado hashtag en todas las redes sociales para visibilizar la problemática. De este modo, los ciudadanos podrán expresar con toda libertad el rechazo a la presencia de estos envoltorios innecesarios en las góndolas de los supermercados.
Una pista de lo que ocurre en la realidad y que ha motivado la movilización de la gente,es que en la práctica, la industria se ha acogido a los vacíos legales que plantea el decreto y que lo convierten en una normativa inútil por todas las excepciones que permite.
Cuando la excepción es la norma
El decreto promulgado en diciembre de 2022 incluye tal cantidad de ‘excepciones’ y es de tal laxitud en las definiciones que, en concreto, casi cualquier tipo de frutas o verduras pueden seguir circulando envueltas en filmes y bandejas hechas para usar y tirar. Si las frutas o la verduras están cortadas o troceadas, les está permitido ser envueltas en este papel film: así, un repollo entero no puede llevar envoltorio plástico, pero si lo cortan por la mitad, ya pueden venderse dos medios repollos envueltos en papel film.
Además, es la excusa ideal para la explosión de venta de frutas y verduras en trozos y envasadas, con la idea de agilizar al consumidor la tarea engorrosa de pelar las verduras y las frutas para su consumo inmediato.
También, si el peso es superior a 1,5 kg, puede ir con papel film: 1,4 kg de manzanas pueden ser despachadas sin papel plástico,pero si sumo una manzana más , ya pueden ir envueltas en él.
Por otro lado, si el productor-vendedor considera que su producto puede sufrir un deterioro en el transporte o una merma, puede ir con papel film: aquí cualquier excusa puede funcionar para habilitar la excepción del decreto …
Greenpeace necesita el apoyo de la gente para lograr el objetivo
Lo paradójico es que en España, muchos de los productos que se observan envueltos en papel film , también se comercializan sin este mismo envoltorio en las estanterías de varios establecimientos minoristas, lo que pone en evidencia que no es una cuestión de necesidad real de protección del producto, sino una mera estrategia comercial de los supermercados y sus proveedores.
Para ser sensatos, y para poner un orden y límites, el ministerio de Agricultura debió haber elaborado y reflejado en el Real Decreto una lista de aquellos alimentos que podrían o no podrían llevar envoltorio de papel film; pero la realidad indica que las autoridades se han puesto del lado de la industria y tras el primer cuarto del año, la problemática sigue sin resolverse y por consiguiente, el medio ambiente cada vez más contaminado por nuestras prácticas cotidianas.
Por ello, Greenpeace sigue sumando voluntades a la campaña para exigir que el papel film sea decretado #Plásticoilegal
Queremos agradecer a todos por compartir en las redes socialeslas fotos de frutas y verduras envueltas en lo que tiene que ser, sin excusas ni dilaciones, #Plásticoilegal. La participación de todos muestra que la sociedad está comprometida con liberar a la naturaleza de un residuo que dura por la eternidad y es innecesario. El compromiso por cuidar el planeta es de todos y comienza por nuestra vida cotidiana.