Con el apoyo de diversas organizaciones medioambientalistas de Europa, Greenpeace junto al gobierno alemán, anotaron un hito de trascendencia mundial: el fin de la era de la energía nuclear en Alemania
Luego de décadas de lucha, al fin se cierra una etapa en materia de energía nuclear en Alemania. Greenpeace y numerosas agrupaciones medioambientalistas de Europa junto al Gobierno Alemán han anunciado que no hay vuelta atrás. Para apostar a un futuro de cara al siglo XXI, es necesario volcarse de lleno a las energías renovables, por ello Alemania cerró definitivamente sus últimas tres plantas de energía nuclear en el país.
Las plantas de Isar 2, Emsland y Neckarwestheim 2 fueron desconectadas de modo definitivo por el gobierno alemán. Alemania un país referente en materia de energía renovable en Europa, anunció con júbilo a la prensa que era “el final de una era”, y en un comunicado oficial dio detalles de la desconexión de los tres reactores de la red de electricidad nacional.
La decisión sin embargo, no sorprendió al mundo ya que el cese operativo de las plantas nucleares había sido anunciado para diciembre de 2022 pero, la conflagración en Ucrania propició su postergación. Rusia,que interrumpió el suministro de gas a Alemania desató con ello incertidumbre y temores acerca de una posible emergencia energética en el país.
Para los activistas de todo el mundo que forman parte de las filas de Greenpeace y que luchan contra el uso de la energía atómica, este hecho es toda una victoria de trascendencia global luego de batallar por lograr el objetivo durante 60 años.
Más costos que beneficios
El gobierno alemán explicó las razones globales que hubo que considerar para tomar la decisión de cerrar las plantas nucleares. Entre otras, planteó los altísimos costos que acarrea mantener conectadas las tres centrales atómicas que ya son consideradas antiguas . Por el contrario,considera que es una decisión acertada el invertir esos fondos para la creación de emprendimientos de energías renovables
En sintonía con el cierre de las plantas, el ministro de economía verde, Robert Habeck, se comprometió a lograr la meta de alcanzar que el 80% de la electricidad de Alemania sea de fuentes renovables para 2030. Por ello, ha impulsado leyes que brindan el marco adecuado para que la construcción de parques solares y eólicos sea más expeditiva y ágil en el país.
Por otro lado, la ministra de Medio Ambiente y miembro del Partido Verde, Steffi Lemke, explicó que la decisión tomada por Alemania incluye además, una arista de prevención frente a catástrofes ambientales. Desastres tales como los de Chernobyl , Fukushima o ante la posibilidad de ataques , como los que sufre hoy Ucrania por parte de Rusia, son puntos álgidos a los que hay que responder , explicó la ministra
Según dejó en claro en su discurso, Alemania no necesita hoy plantas de energía atómica nuclear ya que está muy avanzada en materia de abastecimiento por fuentes de energías renovables que son más sostenibles, más seguras y más económicas.
A pesar de que no todos los partidos políticos se mostraron conformes con el cierre de las centrales nucleares y anuncian predicciones de escasez y apagones, los líderes del Partido Verde, afirman en su defecto, que Alemania produce más energía de la que necesita y que exportará su excedente a Francia durante el próximo verano, ya que en ese país las centrales nucleares no estarán operativas debido al calor extremo.
Impacto de la medida en la opinión pública
Los alemanes ,según recientes relevos de opinión pública, se encuentran divididos en sus perspectivas ante el cierre de las plantas nucleares.
Según un estudio de la consultora ARD-DeutschlandTrend, el 60% de los alemanes está en contra de abandonar la energía atómica y solo el 35 % se mostró a favor. Se cree que es por el alto costo que los empresarios deben afrontar para la reconversión energética que Alemania impulsa como plan global para el 2030.
En la actualidad, Alemania es líder del sector de las energías renovables dentro de Europa ya que obtiene casi la mitad de su electricidad de este tipo de fuentes (el 44 % en 2022, según la Oficina Federal de Estadística) y solo el 6 % de la energía atómica.Por ello, toda iniciativa que ponga en marcha será considerada como un precedente del rumbo energético a tomar en todo el continente europeo.