El carpincho y su problemática ambiental han sido los elementos que hicieron visible el profundo deterioro de la zona del Delta producto del avance de los emprendimientos inmobiliarios. Hoy nos adentraremos de lleno en esta temática que necesita de una urgente legislación de contención.
Para conocer la problemática ambiental que hoy tiene al carpincho como protagonista, es necesario conocer algunos datos claves, como ser la zona que ocupa en nuestro país esta particular especie.
Su hábitat se ubica dentro de la amplia zona que conforma el del Delta del Paraná. Un vasto territorio que se extiende a lo largo de 17.500 km2, abarcando las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fé. La región es un gran mosaico de humedales que llevan adelante una misión natural esencial como es la de regular el agua y el clima en esa área. También, este humedal posibilita el almacenamiento de agua a corto y a largo plazo, regula la evaporación del suelo y las plantas y con ello la temperatura local. Además, es fuente de provisión de agua dulce a la población aledaña formada por unas 20 millones de personas.
La región que conforma el Delta alberga una gran variedad de especies y hábitats diversos. Los científicos calculan que la fauna silvestre distribuída en la región está compuesta por 472 especies en total. Según datos, éstas abarcarían 200 tipos de aves diferentes , 36 de mamíferos, 29 de reptiles, 22 de anfibios y 185 de peces. Dentro de este conjunto diverso de gran riqueza faunística se ubican el carpincho, el coipo, la vizcacha, la mulita, los tucu-tucos, los murciélagos pescadores, el gato montés, el yaguarundí, el zorro de monte, el aguará popé (mapache), el lobito de río, la comadreja overa, el cuis, la garza mora, la garza blanca, el carau, el jabirú, las falsas corales, la yarará entre muchísimas otras que habitan esta región.
Los emprendimientos inmobiliarios invasivos de un ecosistema rico y diverso.
El carpincho,la especie que hoy es la protagonista de las discusiones de los ambientalistas, es una de las especies autóctonas más representativas de la zona del Delta. De adultos estos animales llegan a medir 1,20 m de largo y su peso va de un rango entre 35 y 70 kg.
Por los crecientes desarrollos inmobiliarios que se han incrementado de manera exponencial en las últimas décadas, su hábitat se ha visto seriamente invadido. Esta creciente ocupación del Delta ha afectado la integridad ecológica e impactado de modo negativo en la rica biodiversidad de la región.
Los emprendimientos inmobiliarios han afectado la rica fauna del Delta del Paraná y han alterado los servicios naturales que este sistema está destinado a proveer, como ser : la amortiguación de inundaciones y sequías, el control de la erosión, la protección de la costa, la provisión de recursos pesqueros, forrajeros, madereros y medicinales. Como también , su función natural de regulación del clima, la de depuración del agua y la provisión de sitios de refugio, alimentación y reproducción para la gran variedad de especies que conforman la fauna silvestre de la gran zona de islas y aledaños.
Debido a estas alteraciones, las especies propias de la zona,como lo es el carpincho, han entrado en competencia territorial con los desarrollos inmobiliarios que primero invadieron la ribera del Paraná luego el margen de la cuenca del Luján, y hoy en día se hallan apostados en las zonas de ocupación propias del carpincho como lo son los Bajíos Ribereños, conocidos por ser el hábitat más propicio para el desarrollo de la especie.
Consecuencias negativas del avance de los emprendimientos inmobiliarios.
El carpincho es una especie herbívora que regula su temperatura corporal en las aguas bajas de los esteros y lagunas. Por la ocupación y modificación de su hábitat natural, desde hace pocos años, los carpinchos son cada vez con mayor frecuencia , visibles próximos a los complejos urbanos de la zona.
Las profundas alteraciones que los desarrollos inmobiliarios han infligido al conjunto del ecosistema del Delta abarcan ítems tales como : la destrucción de la ribera, el tapado de arroyos y de canales, la modificación de los acuíferos y la elevación de superficies del suelo, entre otras varias importantes.Los problemas acaecidos producto de las mismas modificaciones han afectado también a las zonas aledañas. Las planicies conocidas como de ‘inundación’, donde muchas veces están ubicados los complejos edilicios son áreas naturales de amortiguación de las crecientes del río. Estas zonas constituyen, antes que nada, un bien público y su funcionamiento o no, afecta a todas las zonas cercanas que conforman la amplia región del Delta.
A pesar de que la normativa establecida por el Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires pone como límite la línea de la ribera para “deslindar el dominio público del privado”, esto no se ha cumplido ni respetado.
Como cierre, se puede afirmar que el Delta del Paraná constituye una zona de importancia estratégica por la diversidad de servicios ambientales que brinda al conjunto de la sociedad y por ello, se debe resguardar de la depredación de los emprendimientos inmobiliarios. Una ley de humedales debe poner un orden y establecer prioridades en materia ambiental de modo urgente. Sobre todo, poner límites claros y sanciones a quienes quieran expoliar bienes públicos para beneficio de intereses de grupos privados o de particulares.