Las acciones en pos de evitar la actividad petrolera en la zona que comprende la extensión del Mar Argentino, ha llevado a Greenpeace a un firme compromiso y accionar con gran repercusión en todo el país.
Greenpeace, a lo largo de su trayectoria de acción en iniciativas para procurar la preservación de la fauna y biodiversidad marina del flagelo de la extracción petrolera, ha ganado en experiencia y destreza operativa en cada una de sus intervenciones. Algo que es vital para el desarrollo y planteo de cada nueva campaña en el mar.
La ONG , desde siempre, se ha declarado con firmeza contra la exploración sísmica en la plataforma continental argentina. Una actividad que es sólo el primer mojón de una cadena de impactos negativos producidos por las actividades de explotación petrolífera. En este sentido, dentro del marco de un acelerado escenario de cambio climático, los gobiernos deberían procurar, por el contrario, reducir todo lo posible la dependencia de combustibles fósiles para la generación de energía y hacer una oportuna transición hacia energías limpias y renovables.
Por ello, el permitir que las petroleras avancen con sus actividades extractivas sobre el Mar Argentino, generaría un agravamiento de la problemática ambiental global. Los derrames que con frecuencia ocurren, ponen en relieve el mal manejo de la actividad por parte de la industria hidrocarburífera, situación que impacta de modo negativo en los ecosistemas marinos y en la vida y actividades de todas las poblaciones y comunidades costeras del país.
Estudios científicos alertan de las consecuencias negativas de la actividad petrolera
Según un estudio publicado por la Universidad Nacional del Centro en base a relevos de los efectos de las actividades petroleras y su manejo de la actividad hoy día, sería casi imposible impedir que ocurran derrames de petróleo en el Mar Argentino en cuantiosas proporciones. Según los especialistas, se cree que podrían elevarse a cantidades mayores a 1000 barriles derramados en cortos tiempos de actividad extractiva.
Si esa cantidad de petróleo fuera derramada en la Plataforma Continental Argentina y llegara a las costas, sería una verdadera sentencia de muerte para los ecosistemas marinos, los paisajes agrestes, playas y las actividades y economías de las ciudades de la costa atlántica toda.
Los científicos creen que la zona más afectada por los derrames de petróleo sería la del bloque CAN 100 que se ubica sobre el Frente Talud, área que en 2014 fuera propuesta como candidata a área marina protegida al Ministerio de Ambiente de la Nación.Los científicos sostienen que su protección debe ser esencial ya que es una zona de particular riqueza por su abrigo de una gran diversidad de ecosistemas marinos y de biodiversidad del Mar Argentino.
Plataforma Continental Argentina : cuna de la biodiversidad marina
La zona de la Plataforma Continental Argentina que se debe proteger de la actividad extractiva petrolera constituye un área de central importancia para la vida marina. Es una zona clave para la alimentación , migración y tránsito de las especies más características que pueblan el Mar Argentino. En estas aguas, viven ,se reproducen y alimentan durante largas temporadas, poblaciones de orcas, elefantes marinos, lobos, delfines, pingüinos y la ballena Franca Austral.
Si ocurriera un derrame de petróleo en esta zona, no sólo afectaría la superficie del mar de manera “visible”, con grandes manchas negras flotantes , sino que ese fluido contaminante, se adheriría a la fauna y flora marina provocando efectos desastrosos. Las consecuencias en los animales marinos implicados no sólo serían visibles, es decir que se los podría observar ‘empetrolados’, sino que muchos de los efectos del derrame ocurrirían en el largo plazo y no serían detectables por el ojo común.
Muchos animales, afectados por un derrame de petróleo podrían resistir este nefasto embate y sobrevivir. Pero, en el largo plazo, las consecuencias negativas en su salud deberán sobrellevarse durante casi toda la vida. Un caso lamentable, que es ejemplo de ello, fue el derrame que tuvo lugar en el Golfo de México en dónde los científicos pudieron evaluar y estudiar las consecuencias en la fauna marina.
Gran parte de los animales estudiados registraron un fuerte estrés, serios problemas a nivel pulmonar y un sistema inmune deteriorado . También, la reproducción de las especies marinas resultó un área seriamente afectada por la marea negra, ocasionando problemas en la fertilidad y para llevar a término embarazos. Por otro lado, los animales que ingirieron restos de petróleo evidenciaron severos cuadros de anemia, anomalías cardíacas y hepáticas , hipotermia y retraso en la puesta de huevos (en el caso aves) , como también graves fallas intestinales y la muerte.