Las iniciativas por cuidar el medioambiente y conservarlo libre de la contaminación por el descarte incorrecto de desechos tóxicos, ha llevado a coronar grandes logros en el historial de las campañas realizadas por Greenpeace. Hitos que a lo largo del tiempo han sido una referencia permanente para avanzar hacia nuevas conquistas.
Desde los comienzos de su lucha en pos de la conservación medioambiental, esta ONG ha centrado su compromiso en diferentes áreas de acción. En este sentido, lleva en su historial el recuento de sus más notorias campañas que han repercutido a lo largo y ancho del mundo, sentando precedentes de lucha para el futuro.
En esta dirección, por ejemplo, en julio de 2011, Greenpeace lanzó a los medios y al mundo, su polémico informe Colada sucia en donde apuntó de lleno hacia varias de las principales marcas del mundo de la moda y deportivas de verter grandes cantidades de deshechos tóxicos a los ríos de China.
La exhaustiva investigación que realizó la ONG se focalizó en el agua contaminada proveniente de dos fábricas de China; una del Grupo Youngor, ubicada en la márgen del río Yangtze, y otra perteneciente a la empresa Well Dyeing, ubicada en un afluente del río Pearl. En el informe se detalla de modo exhaustivo los vínculos comerciales que estas dos fábricas tienen con marcas de primera línea , de la talle de Abercrombie & Fitch, Adidas, Calvin Klein, Converse,H&M, Lacoste, Nike y Puma AG, entre otras. En esta iniciativa, la acción positiva implicó que ambas fábricas fueran sancionadas económicamente e invitadas, legislación mediante, a elaborar una política de eliminación de desechos tóxicos a futuro.
Greenpeace lanza su campaña “Moda Detox”
En los comienzos de 2013 Greenpeace puso en marcha una muy mentada campaña “Moda Détox” (o Detox Fashion). En ella, hacía oír un pedido mundial a todas las marcas fabricantes de ropa del mundo para que no vertieran los desechos químicos tóxicos en los ríos. Además, bregaba por la implementación de políticas de reciclaje de residuos, o en su defecto, la firma de contratos con terceristas especializados en la eliminación de residuos peligrosos.
Gran parte de las acciones de Greenpeace en la India tuvieron lugar luego de la noche trágica del 2 al 3 de diciembre de 1984que sacudió a la ciudad de Bhopal. Los hechos se desencadenaron cuando la fábrica de pesticidas Union Carbide en Bhopal, India, liberó 40 toneladas de gases letales a la atmósfera causando la muerte en el acto de 8 000 personas y de otras 12.000, durante los siguientes 20 años como consecuencias de las enfermedades que produjo el escape.
Impulsado por esta tragedia , Greenpeace realizó en toda la India, campañas para concientizar a la población acerca de la necesidad de exigir leyes que garanticen su calidad de vida y pongan un coto o exijan programas de reciclado de deshechos tóxicos a las grandes fábricas apostadas a la vera de los ríos. Un punto clave en este páis, ha sido llegar a buen puerto con estas iniciativas , logrando la aplicación de severas sanciones por parte de las autoridades locales a estos contaminantes a gran escala de los ríos y el aire de la India
Una guía de ‘electrónica verde’ impulsada por Greenpeace
Otra apuesta fuerte de Greenpeace en su acción por controlar el incorrecto descarte de desechos tóxicos tuvo lugar en agosto de 2006. Por aquel entonces, Greenpeace lanzó la primera edición impresa de la Guía de electrónica verde, una guía en formato revista donde los teléfonos móviles y las computadoras reciben una puntuación por la ecología de su producción, es decir sobre un análisis del origen de los materiales empleados y el reciclado de la chatarra electrónica.
En noviembre de 2011 la publicación actualizó los criterios, ya que la industria había cambiado y progresado mucho en relación al 2006, año en el que fuera lanzada con el ambicioso objetivo de lograr que las empresas establezcan metas para la reducción de gases de efecto invernadero y la difusión del uso de energías renovables hasta el 100 %. Para que la clasificación resultara transparente , las empresas se evalúan únicamente en base a su información pública. Para corroborar que las políticas y prácticas de las empresas sean lo que dicen ser, Greenpeace realiza pruebas de programas de consumo para verificar si están en coincidencia con sus políticas de acciones de contaminación 0.
Desde que salió la guía al mercado en 2006, de la mano a otras campañas de concientización ecoambiental, su edición ha favorecido muchas mejoras, logrando que las empresas eliminen productos químicos tóxicos de sus productos industriales y mejoren sus esquemas de reciclaje. La última edición publicada de Guía de electrónica verde fue en el 2017. Esta más reciente edición incluyó a 17 grandes empresas de nuevas tecnologías y las clasificó en tres criterios básicos : uso de energía, consumo de recursos y eliminación de químicos. Desde entonces es un gran referente a la hora de elegir por parte de los usuarios el consumo de productos de origen sustentable y responsable.